Merly

EPÍLOGO

Hola mamá

Soy Daniel, nunca me conociste, pero yo a ti sí, claro, no en persona, pero mi tío James me ha traído a verte desde que cumplí los cuatro años, al principio no podía entender como era que una simple piedra podía representar a una madre, pero con el tiempo entendí que te habías ido al cielo y que solo tu cuerpo descansaba en ese lugar.

Desde pequeñito amaba ver tus fotografías por toda la casa, me recordaban que tenía una madre muy hermosa -por cierto, podrías haberme hecho igual a ti y no al tío James, pero bueno, no sé puede hacer nada al respecto-.

Dicen que soy parecido a ti en muchas cosas, me gusta la lectura, la cafetería de la esquina, el café por las mañanas y el lago de la colina, me gusta correr por la casa, ver documentales raros, leerle a la tía Merly y columpiarme en la llanta del patio, me gustan las Dalias, como a ti, la tía Mer tiene un jardín lleno de ellas, seguro te encantaría, yo paso la mayor parte del tiempo leyendo junto a ellas, ah, y ¿sabes que es lo que más me gusta hacer? fastidiar al tío James, si le vieras la cara cada vez que lo interrumpo cuando esta solo con la tía. 

Hay pocas cosas que no me gustan, pero ¿sabes cuáles son las que menos? Seguramente si: no me gusta la comida del tío James, ni que toque mi cámara, -ni de milagro le sale bien una foto-, la tía Mer trata de alejarlo, pero él es persistente, dice que algún día aprenderá, pero sinceramente, yo lo veo difícil, si no aprendió antes no aprenderá ahora, ¿cierto mamá?

Voy a ponerte al día en algunas cosas, empezaré desde el principio, no sé si el tío James te lo ha contado, si es así, te lo voy a repetir: hace algunos años la tía Merly apareció en nuestras vidas, no era tan linda como él me había hecho creer, así que me sentí un poco decepcionado cuando la vi, pero bueno, son sus gustos, -espero no tener los mismo que él-, el tío cambio mucho desde que ella llegó y se quedó con nosotros, fue mucho más feliz, y yo también, me gusta mucho que haga reír al tío James y que siempre me deje hacer lo que yo quiero, me gusta que me regale libros, y me gusta que sea escritora, muchas veces me quedo dormido mientras le leo, pero sé que algún día, cuando sea más grande, ya no me dormiré.

El salón de visitas de casa ahora tiene un techo de vidrio, la tía dice que antes era así, -cuando yo no había nacido-, tiene una vista hermosa, de noche las estrellas se ven preciosas, a mis tíos les gusta mucho estar allí, a veces se encierran con llave y aunque tocó para que me abran siempre tardan en abrir.

Los padres de la tía Mer la visitan cada cierto tiempo, siempre lloran cuando se tienen que ir, supongo que se la quieren llevar, pero ya no pueden, además, la abuela dice que deben de dejar de tratar de protegerla, que ya no es una niña, es una madre, una madre de treinta y un años de edad, una madre de dos pequeñas traviesas, Meli de tres años y Ammy de uno y medio, son las consentidas del tío James y a las que amo con todo mi corazón.

Algo reciente: el tío James le compró la cafetería al esposo de Megan, la tía lloró cuando se enteró, ahora se llama "Cafetería Me&Me" le hicieron algunas transformaciones, estuvieron varios días con el local cerrado, pero al final, creo que valió la pena, el abuelo dice que a ti te hubiera encantado.

Estoy agradecido por los abuelos, estoy agradecido con el tío James por haberme criado, estoy agradecido con la tía Merly por haber vuelto y haberme tratado como si fuera mi madre, me alegra mucho que todo haya terminado bien para ella y estoy orgulloso y feliz de ser tu hijo.

Me hubiera encantado conocerte, me hubiera encantado pasar mi vida a tu lado, no te imaginas lo mucho que te extraño.

Mamá, papá ha venido por mí, ya tengo trece años y soy un niño grande, no quiero dejar a mi tío y a mi tía solos, ella aún está muy triste, algunas veces la veo llorando cuando se para frente a tu retrato, ese gigante que colocaron en la sala donde estas sonriendo junto a ella, mamá, ella me necesita, siempre me busca cuando te extraña, y a mí me gusta acompañarla, pero papá... papá también me necesita.

Mi tío James me dijo que podía elegir entre irme o quedarme, que no se molestaría si decido irme con él, que ya estoy grande y puedo elegir lo que quiero. 

Mamá, hoy vine a despedirme, espero que no te enojes por mi decisión, ¿lo entiendes verdad? espero volver a visitarte pronto, espera por mí mamá.

No te olvidaré jamás 
Tu hijo que te adora
Daniel




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