Merynna Ryddle

4

Merynna acabó su cena y se dirigió hacia las mazmorras acompañada por Walburga. Cuando dijo la contraseña, Gran Slytherin, se topó de cara con Abraxas Malfoy. En la sala, no había nadie.

-Merynna. Walburga. Un gusto volver a veros. -la chica compuso su mejor sonrisa.

-El gusto es nuestro, Abraxas. Por cierto, Dorea te busca para que le des sus veinte galeones. -le dijo al rubio. Walburga, se puso roja.

-¡Mery!- exclamaron los dos al unísono. Ella río suavemente.

-¿Que ocurre aquí? -dijo una voz aterciopelada y fría que les dio escalofríos a Abraxas y Walburga. Merynna, en cambio, se puso blanca como el papel. Esa voz... No podía ser.

-Nada, Ryddle. Tan solo estábamos charlando. -dice el Malfoy. Todo color de su rostro también se había ido. Walburga, estaba tensa. Y Mery estaba que casi se desmayaba.

-Bien. Black, Malfoy; iros. -Walburga se giró rápidamente encarándolo.

-¿Para qué, Ryddle? -Abraxas, detrás suyo, tragó saliva. El chico iba a responder cuando Merynna tiró del brazo de su amiga negando con la cabeza. La chica la miró un poco dubitativa para después asentir y retirarse con Abraxas. Cuando sus figuras desaparecieron en las escaleras, Mery se giró hacia el chico. Se observaron durante unos minutos. En completo silencio. Mery lo miró de pies a cabeza. Estaba mas alto, sus rasgos se habían acentuados. Sus ojos grises se habían vuelto más fríos, taladrantes. Ella, también había crecido. Su piel se había vuelto un poco más pálida; sus ojos azules, habían perdido la inocencia de antaño y eran más fríos; su cabello también se había vuelto más largo, hasta la cintura; y, sus rasgos se habían acentuado. Mery poseía una fría belleza.

Él se acercó cortando las distancias. Ella la esperó allí. Sintió como sus protectores brazos la rodeaban. Ella también lo abrazó y puso su rostro contra su pecho. Sintió como las lágrimas se acumulaban en sus ojos.

-Estás aquí. -susurró el chico en su cabello. Mery asintió intentando no ceder ante sus lágrimas.

-Y tú también. -dijo ella de vuelta. -No sabes lo que te he extrañado todos estos años.

-Yo también, Mery. Yo también.

Finalmente, se separaron.

-Te veo bien. - comentó su hermano para después suspirar - Nadie debe saber de nuestra relación. -dijo suavemente él. Con un puchero, la chica asintió. Su hermano le levantó el rostro y le dio un beso en la frente para después irse hacia su habitación. Los hermanos habían estado separados por años pero las miradas aún seguían siendo las mismas. Con una sola, ambos podían expresar miles de palabras.

Merynna se quedó allí parada, recordando. Finalmente, se fue directa a su habitación. Fue recorriendo el pasillo hasta encontrar su nombre. Un minuto después, lo encontró.

Dorea Black - Walburga Black - Merynna Blouer - Eileen Prince

Tras girar el pomo, entró. Nada mas verla, su mejor amiga se acercó inspeccionándola.

-¿Estás bien? ¿Ryddle te ha hecho algo? ¿Qué ha pasado? -bombardeó pregunta tras preguntó sin apenas detenerse para respirar. Cuando acabó, tomó una bocanada de aire.

-Wal, tranquila. Deja a la pobre respirar. La chica miró a Walburga y fue respondiendo cada una de las preguntas.

-Estoy bien, tranquila. No, no me ha hecho nada malo. Tan solo me ha dicho las ventajas de Slytherin y sus reglas. -mintió en lo último con una naturalidad brutal. Se sintió mal unos instantes por mentir a su mejor amiga. Pero debía ser así. Nadie, pero nadie, debía saber la relación que mantenía con Tom Ryddle.

 



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En el texto hay: hogwarts, harrypotter, tomriddle

Editado: 14.06.2021

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