Mestiza Village

Decisiones bajo la luna

Draco y Mayme se separan con una mirada silenciosa. Ella se va a la casa de Harry, pero él se queda ahí, frente al invernadero. Hermione aparece desde el interior, con una taza de té flotando detrás suyo. No parece sorprendida. No por completo.

-La viste -dice ella, sin rodeos.

Draco asiente. -Sí. Llegó.

Hermione se cruza de brazos, apoyándose en el marco de la puerta. Su mirada es tan afilada como

siempre, pero hay cansancio en ella.

-¿Estás bien?



-No lo sé-responde él con sinceridad-. Hace años que no la veía.

No pensé que vendría. Y mucho menos que vos dirías que sí.

Ella se queda callada unos segundos. Luego, camina hacia él, despacio.

-No la acepté por ella, Draco.

-Lo sé.

-La acepté por vos.

El silencio entre ellos es distinto ahora. Cargado, pero íntimo. Él baja la mirada, culpable.

-No quiero que esto se convierta en un problema para vos. Para nosotros. Ya bastante difícil es que Harry lo esté aceptando...

Hermione lo interrumpe, suave pero firme:



-Harry confía en mí. Y en vos. Aunque le cueste. Pero Ginny...

Ambos suspiran. Ese sí es un tema delicado.

-Ginny no va a perdonarla -dice Draco, sin rodeos.

-Ni a mí por permitirlo -agrega Hermione.

Draco la toma de la mano. -Vamos a manejarlo. Juntos. Como todo lo demás.

Ella lo mira con una mezcla de ternura y preocupación.

-¿Y si no funciona?

Él sonríe, cansado pero sincero.



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En el texto hay: fantasia urbana, romance dramatico

Editado: 22.04.2025

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