Draco llegó primero. Esperaba que Hermione se quedara atrás, pero sabía que no lo haría.
Jay Logan apareció desde las sombras. No había cambiado. Cabello largo y oscuro, mirada cruel, y esa sonrisa torcida que hacía temblar a quien lo conocía.
—Mira nada más —dijo Jay—. El niño Malfoy. Y la mestiza sabelotodo. ¿No es adorable?
—Se acabó, Jay —espetó Draco—. No vas a volver a tocar a Mayme. No vas a volver a lastimar a nadie.
Jay soltó una carcajada.
—¿Y tú quién eres para impedirlo? ¿El exbully reformado? ¿El prometido indeciso? Tú no eres nada.
Pero entonces, una tercera figura apareció.
Mayme.
—Yo sí soy algo —dijo con voz firme.
Jay giró el rostro, sorprendido.
—¿Viniste a ver mi victoria?
—No. Vine a ver tu final.
Y así… empezó la batalla.
⚡ Hechizos y secretos
Lumos, Protego, Expelliarmus, Incendio, Stupefy.
Los hechizos volaban como relámpagos entre los árboles. Hermione defendía a Draco. Draco atacaba sin piedad.
Jay, sin embargo, era fuerte. No por su poder, sino por su crueldad. Usaba maldiciones oscuras, bloqueadas apenas por la agilidad de sus enemigos.
Pero entonces, Harry apareció.
—¡Confringo!
La explosión empujó a Jay varios metros atrás.
Harry estaba furioso.
No por el daño de Jay a Mayme.
Sino por haberla hecho sentir que no valía nada.
—Tocaste a la persona equivocada, Logan —gruñó.
Y, por primera vez, Jay pareció retroceder.
—
🔥 La verdad como arma
En el clímax del combate, Jay levantó su varita con fuerza.
—¡CRUC—!
Pero Mayme lo interrumpió, gritando:
—¡NO MÁS!
Con un hechizo potente que parecía salir del alma, lo desarmó. El claro se quedó en silencio. Jay, arrodillado, sin poder.
Mayme se acercó.
—Yo no soy tú. Nunca más.
Lo miró con lástima. No con odio. Porque por fin lo había superado.
—Eres patético, papá.
Jay no respondió. Solo desapareció entre las sombras, desfigurado, derrotado.
—
💔 Después del fuego
Hermione y Draco se abrazaron. Habían ganado.
Harry tomó a Mayme de la mano. Ella lloraba. No de miedo. De alivio.
Y desde un rincón lejano, alguien miraba.
Panecillo.
Con una última foto… y una sonrisa satisfecha.
☄️ Epílogo del capítulo
El Valle amaneció en paz.
Los habitantes hablaron por semanas sobre la noche de fuego.
Jay Logan fue reportado como "prófugo".
Y el nombre de Mayme… empezó a cambiar.
Ya no era la brabucona.
Era la valiente.
La que enfrentó a su demonio.
Y ahora, solo quedaba una cosa pendiente:
descubrir a Panecillo.
Porque el siguiente capítulo será el último.
La Última Carta
Era una tarde tranquila. Demasiado tranquila.
Después del enfrentamiento con Jay Logan, el Valle Mestizo había caído en una calma tensa, como si todos contuvieran el aliento… esperando algo.
O a alguien.
Pero esa tarde, el silencio se rompió.
Y no fue con un grito.
Ni con una explosión.
Fue con una carta.
🕯️ En casa de Harry
Mayme caminaba de un lado a otro del salón, inquieta. Aunque el Valle empezaba a verla con otros ojos, ella aún no se perdonaba por todo lo que había hecho.
Harry entró con dos tazas de té, sonriendo con ternura.
—Hoy no te escapas —bromeó—. Vas a tomarte este té conmigo aunque tenga que usar un encantamiento de inmovilización.
Ella rió suavemente, pero la sonrisa se le borró cuando una lechuza entró en picada por la ventana.
En sus patas, un sobre rojo oscuro. Sin remitente.
Harry lo tomó y leyó en voz alta:
“Todo secreto llega a su fin.
La verdad merece luz.
Nos vemos en el Parque del Roble, al anochecer.
Firmado: Panecillo.”
Mayme se quedó de piedra.
—¿Panecillo? ¿Nos está citando?
Harry asintió.
—Es hora de acabar con esto.
🔍 Mientras tanto… Hermione y Luna
Hermione sostenía un mapa del Valle con marcas en tinta negra. Luna, a su lado, cruzaba y descruzaba las piernas sentada sobre la mesa.
—Todas las fotos fueron tomadas desde lugares con ángulo perfecto —dijo Luna—. Esa persona tiene acceso a todos los tejados. O a los encantamientos de sigilo.
Hermione frunció el ceño.
—¿Recuerdas el nombre que empezaba con P?
—¿Qué tal Petra Mulciber? La que trabaja en el archivo mágico.
—Demasiado tímida. Y no tiene talento con la cámara. ¿Penélope? ¿Patricio? ¿Pamina?
—¡Pradera! —saltó Luna.
Hermione alzó la ceja.
—¿La vecina de la señora Tonks?
—Tiene un telescopio. Y en una fiesta la escuché decir “esos jóvenes se creen tan discretos…”
Hermione la miró como si acabara de resolver un acertijo.
—Esta noche se termina todo.