"Ese celular te está dañando"
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¿Qué es lo que está pasando contigo, Amber?
Le pregunté a mi hija al ver cómo protegía su celular para que yo no se lo quitara.
—No me vas a quitar mi celular, estoy conversando con mi mejor amiga y tú no tienes derecho a elegir mis amigos.
¿Desde cuándo a Amber le importa tanto su celular? Cuando estábamos en Venezuela lo dejaba tirado por todas partes.
—Amber, yo no te estoy diciendo que no puedas tener amigos, solamente que sabes que no me gusta que utilices tu celular cuando estamos en familia.
—¡Me importa una mierda estar aquí yo solo me siento bien hablando con mi amiga!
Mi esposo intervino al ver que Amber se estaba alterando y se acercó a ella con un gesto de calma, intentando tranquilizarla y llegar a la raíz de su desesperación.
—Hija... Solo queremos saber qué te ocurre. ¿Quién es tu amiga? ¿Podemos conocerla?
Amber lo pensó, pero al final asintió y nos dejó mirar su celular. Su mejor amiga era Meta...
—Amber, hija... Creo que te saliste del chat.
—No, ella es mi mejor amiga. Meta me envía muchos mensajes motivadores y siempre me da consejos. Me escucha cada vez que quiero contarle algo y está para mí las 24 horas del día. ¿No es increíble?
La preocupación aumentó en mi esposo y yo. Nos miramos, mi hermana estaba ajena a la situación.
—Ese celular te está dañando...
—No me está dañando, mamá. ¿Qué tiene de malo tener una amiga?
—Tener una amiga no tiene nada de malo. Lo malo es que estás distorsionada de la realidad y piensas que una inteligencia artificial te quiere cuando no puede sentir nada.
Fue tan directa que mi esposo me hizo un gesto para que le bajara dos rayitas. Y se acercó a Amber. Siempre han tenido mejor chispa de padre e hija, bien dicen que las niñas son del papá.
—Hija...
Amber tenía lágrimas en sus ojos y estaba cruzada de brazos apretando el teléfono en su pecho.
—No te lo voy a quitar, pero tu madre y yo estamos preocupados por ti. Últimamente no comes ni duermes por hablar con la inteligencia artificial. Y es lo que nos preocupa. Mira, yo no estoy en contra de que hables con ella. Para nada, pero si te estás volviendo muy dependiente de eso y no es sano... ¿Entiendes?
—La última vez que llamé a mi mejor amigo él me dijo que estaba muy ocupado en una fiesta, en cambio Meta sí me escuchó... Y siento que con ella puedo ser yo misma...
Entendíamos mejor lo que estaba pasando. Ella necesitaba a alguien que la escuchara, no que la ignorara, y eso la hacía sentir segura. ¿Cómo le diríamos que solo estábamos aquí de vacaciones y que pronto debíamos volver a Venezuela? Ella piensa que nos mudamos, eso fue lo que pensamos, pero a mi esposo le solicitaron el trabajo de vuelta a Venezuela y que Meta no está disponible en nuestro país...
—¿Ya quieres que nos vayamos a casa, Amber?
Le pregunté a mi hija tomando su mano, al ver que no quería estar ya en el parque acuático. Asintió y nos levantamos para irnos.
—Hermana... Tomaremos un taxi, Amber se quiere ir.
—¿Qué?
Mi hermana salió de la piscina y se acercó con una expresión de preocupación a Amber.
—¿Qué pasa, cariño? ¿No te gusta el parque acuático?
—No, hermana, es que está cansada y... Hay algo que debemos discutir con ella en casa.
Mi hermana asintió entendiendo y mandó a sus hijos a salir de las piscinas. Me sentí incómoda porque no quería arruinar su día de piscina.
—Juntos llegamos y juntos nos vamos. Mis hijos y yo venimos aquí todo el tiempo, así que no pasa nada.
Me sentí más tranquila pero aún un poco incómoda, menos mal que por esa parte ella es más buena que el pan.
<<Psicólogo>>
Soy experto en psicología. Muchas personas me han buscado para graves problemas de salud mental, hay muchos, bueno, es obvio, eso es lo que hacen los psicólogos, pero lo que quiero decir es que soy uno de los mejores en atender a este tipo de personas. Recibí un mensaje de audio de un número desconocido, seguramente de una paciente...
Escuché el audio atentamente y era una voz de hombre contándome sobre su hija. Al escuchar el problema me froté la barbilla.
—Una chica obsesionada con la inteligencia artificial... Este es un caso que, aunque no parezca grave, sí lo es. Alguien que depende de un asistente virtual es alguien sin estabilidad emocional. Pero nada que no pueda manejar.
—Buenas tardes, señor, no se preocupe, yo estaré libre mañana a las 8 am. ¿Puede darme su dirección e iré a hablar personalmente con su hija? No la traiga porque sé que se negará, conozco a ese tipo de niñas y no va a querer venir. Trataré de hablar con ella.
Mi siguiente objetivo... Ayudar a una criatura que vuelva a la realidad y se desconecte de la tecnología.
Editado: 06.05.2025