Metalord Revolution

CAPITULO 179 OPERACIÓN TORMENTA DE ARENA NOCTURNA “PLANIFICACIÓN”

 

 

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

 

Reino de Quíatar – 700 metros de distancia de la Fortaleza Hasr - 0300 AM…

Armado con un rifle francotirador M89SR equipado con silenciador y una mira telescópica, mantuve apuntando al primer guardia que aviste, estaba solo, una oportunidad esplendida y su pecho era mi blanco escogido.

 

—Se aproxima la tormenta… -Me comunico Riha.

 

Era de noche, estábamos a 700 metros de distancia de la llamada fortaleza Hasr, una tormenta empezó a manifestarse en los alrededores, de momento era leve, pero en cuestión de minutos cobraría una fuerza considerable. Poseíamos la ventaja de la discreción, a la distancia en la que estábamos, aun con la luz de la luna, los guardias eran incapaces de vernos y los inicios de la tormenta empeorarían su visibilidad, pero también la nuestra cuando cobre mayor magnitud. Aproveche la limitada visión con la que contaba gracias a la luz lunar, pero esta pronto seria opacada cuando la tormenta llegase en todo su esplendor.

 

—Que dé comienzo la operación…

 

Jale del gatillo y dispare, la bala asesto en el pecho del guardia, este cayo inmediatamente al suelo, hacia leves movimientos pero cesaron a los pocos segundos, el silenciador redujo enormemente el ruido del disparo y los demás guardias no fueron alertados. Aunque la luz lunar me brindaba algo de visibilidad, no era la mejor, pero bastaba para ver a mis objetivos en la mira del arma, es una pena no contar con tecnología de visión nocturna para estos casos, me facilitaría aún más el trabajo.

 

—Dos a la torre izquierda… -Aviste y pronuncie.

 

La fortaleza contaba con guardias patrullando los alrededores y con varias torres vigiladas constantemente por dos o más guardias, opte por eliminar primero discretamente a las amenazas con ventaja de altura. La torre que elegí estaba situado en el extremo izquierdo de la fortaleza, contaba con dos objetivos apostada en ella, apunte al primero con blanco en el pecho, gracias a la luz que iluminaba el salón donde custodiaban, podía verlos a la perfección con la mira.

 

Uno de ellos voltea para acercarse a una mesa con un jarrón, quizás con agua que sacie su sed, era un tiro oportuno, ignoro a su compañero y aproveche para dispararle. Este se encontraba sentado en una silla mirando hacia afuera con somnolencia, vaya perezosa forma de vigilar una fortaleza de suma importancia.

 

El disparo asesta en la cabeza, este cae en el suelo y el ruido hace que su compañero voltee, antes de que este pudiese reaccionar, tengo la oportunidad de dar un segundo tiro, asestando al otro en el cuello. El daño le destrozo la garganta, la sangre se salpica a gran cantidad, eso debió también en el transcurso enmudecer su voz.

 

—La tormenta va cobrando fuerza… -Riha me aviso.

 

Proseguí a eliminar a guardias apostados en una torre cercana a la derecha, un conjunto de 3 hombres la custodiaban, tenía que tomarme mi tiempo, pero no demasiado, la tormenta pronto empeorara y entorpecerá totalmente mi puntería. Pude haberle dado a Riha un rifle francotirador para que me brindara fuego de apoyo, pero a la loba no se le da bien atinar a grandes distancia, ella es más de combate a corta distancia.

 

—Uno de los guardias está saliendo…

 

La torre que albergaba a 3 guardias, ahora solo quedan 2 luego de que uno se retirara por la puerta, uno de ellos deja de hacer contacto visual con su compañero y enfoca su atención en el exterior. Elimine a aquel que estaba a sus espaldas, no reacciono, ¿no habrá oído a su amigo caer al suelo tras recibir mi disparo?, era mejor para mí, matarlo a él fue sencillo.

 

Luego de haber acabo con dos de ellos, estaba por ignorar aquella torre, pero espere unos momentos y el tercero que se había marchado, vuelve a su puesto, encontrándose con sus dos compañeros en el suelo. Su reacción es de sorpresa, y apunto rápidamente disparándole en el acto, aseste en su pecho al nivel del corazón, se retorció unos momentos, pero luego dejo de moverse. Menos mal que decidí esperar, si ignoraba esa torre y el regreso del tercer guardia, seguro que habría dado la alarma.

 

Procedí entonces a eliminar a unos pocos guardias que vigilaban la parte exterior de la fortaleza, dos de ellos patrullaban a pie en las cercanías de la entrada, abatí al primero y este cayo boca abajo en el suelo, su compañero miro a su caído amigo y lo pico con la parte suave de su arma. Habrá pensado que se desmayó, ante la ignorancia de las armas de fuego, un balazo en su pecho fue una muerte bastante discreta a comparación de una flecha.

 

Si lo voltea para notar la herida letal en el pecho o se percata de que no responde a sus llamados o estímulos con su arma, se dará cuenta entonces del peligro, pero no le di el tiempo para que pudiera alertarse. Fue un balazo limpio a su sien que tomo su vida, la tormenta formándose se encargó de evitar que otros notaran el cuerpo de esos dos.

 

—Despejado, en marcha –Di la orden para avanzar a la Lupian.

 

La tormenta se intensifica aún más, a este punto los guardias de las torres lejanas les sería casi imposible notarnos, los apostados sobre la entrada ni cuenta se darían. Me acerque con Riha a una esquina de la fortaleza en el lado izquierdo, si los guardias de las torres cercanas a dicho lado donde nos posicionamos siguieran vivo, notarían mi presencia, por eso los elimine de antemano.



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En el texto hay: reencarnaciones, armas de fuego, magia y aventura

Editado: 09.12.2023

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