PERSPECTIVA: Tercera Persona
Un dolor repercutirá tras de su cabeza hasta su espalda, era producto del golpe contra la pared a causa tras ser arrojado por el capitán Jaya, aquel robusto hombre de casi dos metros de alto, había rechazado sus ataques y logrado dejarle inconsciente. Tras despertar y ponerse de pie, Adil mira a su alrededor completamente atento y con sus cuchillas curvadas a mano.
— ¿¡A dónde han ido a parar todo el mundo!? –Se preguntó el líder rebelde.
Pronto escucho el bullicio provenir de afuera, hallándose con Zahim Sagel y su guarnición, quienes luchaban contra un individuo de armadura con casco de dragón de largos cuernos, a solo centímetros frente de esta enigmática persona se hallaban tres desconocidos artefactos que apuntaban contra el capataz en jefe Enano y los suyos.
—“Esa arma…”
Adil observo que el de armadura llevaba el AK-47 acoplada en la espalda de su vestimenta metálica, pudo reconocer entonces que ese individuo era Rozuel Drayt, además la altura delataba en parte su identidad, pero aquella arma era la prueba definitiva de quien era.
— ¡Infantería, prepárense para cargar contra el objetivo! –Ordeno Zahim Sagel.
—“¡Maldición, van a cargar todos contra él” –Exclamo con inquietud el líder rebelde.
Sin embargo, observo como Rozuel no se movía de su lugar, permanecía inmóvil y mirando fijamente a la guarnición hostil acercándosele.
—“¿¡Qué demonios haces chico!?, ¡si te quedas ahí parado vas a…!”
Los tres artefactos desconocidos a escasos centímetros de Rozuel comienzan a girar todos a la vez, un estremecedor ruido se produce en torno a estos, un fuego exhalaron que iluminaban con abrumante luz como las piedras mágicas del patio, su primer blanco era el capitán Java. Aquel robusto hombre que logro resistir sus penetrantes cuchillas potenciados con magia de viento sin el mínimo daño, fue quien estaba más cerca de estos artefactos y termino reducido a restos carnosos en solo unos míseros segundos, el rostro de Adil expreso abrumante estupefacción.
Incluso el rostro de Zahim Sagel era incapaz de describir su asombro y terror al ser testigo de tal destructivo poder bélico, antes de que cada parte de su cuerpo fuera despedazado sin piedad por una lluvia de proyectiles que sobrepasaban la velocidad del sonido. Lo siguiente que se podía observar bajo el manto nocturno, es a todo el regimiento convertido en una niebla de sangre acompañadas de alaridos de agonía y rezos inútiles por salvación.
El gigante ciclope quien ya había tomado una roca, siente la lluvia de balas pesadas destrozarle el miembro con el que sostenía la roca, exclamando con un rugido su intenso dolor, todo su enorme cuerpo era una diana de tiro para las tres ametralladoras. No hubo parte que no quedara pulverizada y reducido a restos carnosos, inclusos todas las rocas que llevaba a la espalda terminaron hechos añicos junto al soporte donde las tenía.
4000 balas fueron disparados por cada una de las ametralladoras rotativas GAU-19, incluso la pared de la fortaleza quedo tan dañada ante tal lluvia de proyectiles, toda la munición fue generado por la “materialización” del esper como una cinta que se iba consumiendo a paso rápido.
—Todo la guarnición armada de la fortaleza Hasr… -Hablo Adil con el temblar de sus manos y sudor recorriendo su frente.
Cuando aquella niebla de sangre se despejo, solo quedo un mar rojo de restos humanos y semihumanos con objetos inanimados destruidos, ya fueran armaduras, armas o piezas de maquinaria de asedio, no había ni un solo rastro de vida en torno al patio. Adil avanzo lentamente perplejo para ver más de cerca y detenidamente tal paisaje macabro de muerte.
—“Acabo con todos… tanto el capataz como sus capitanes y hombres” –Pensó el líder rebelde con angustiosa impresión —“Este ghrayb… no, aquel muchacho llamado Rozuel Drayt, ¿qué eres realmente?” –Un sentimiento de respeto y miedo se hizo notorio en Adil en torno al Trotamundos.
Las armas rotativas que Rozuel había invocado pronto se convierten en un charco de líquido metal inservible incluso para su habilidad ESP, era la forma en que terminaban todas sus materializaciones.
—“Nada mal, has terminado consumiendo la mitad del poder mágico” –Comunico Myldark en la mente de su portador.
—“Por el tono de tu voz no pareces sorprendido con lo que acabas de ver” –Comento Rozuel mentalmente.
—“Después de lo que he visto, esto ya no me sorprende…”
—“¿Eh?, ¿y eso que supone que significa?”.
Su conversación es interrumpida por Adil, quien se sitúa a su lado, elogiando en calma su victoria.
—Menuda masacre, eres alguien lleno de sorpresas chico, ¿acaso en el continente de Gresswold tienen armas como esas? –Pregunto con curiosidad el líder rebelde.