PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
Ha transcurrido una semana desde que tuve aquella charla con Hayat Yuzquell…
Pase la mayor parte de los siguientes días rearmando mi inventario de armas en la herrería donde Demici Siagha encanto el brazo metálico que moldee aquí mismo. Me encontraba actualmente aun en dicha herrería, trabajando en la fabricación de más munición, comencé temprano en la mañana apenas el sol salió.
—Bien… otro cargador más listo -Juntándolo al lado de otros creados con anterioridad.
Había creado un considerable surtido de munición para el AK-47, el cual repare hace varios días tras mi desafortunado rencuentro con Livia Archan, no era un daño difícil de arreglar, pero reponer munición lleva su tiempo (más ahora que solo puedo hacerlo con una mano) y también me puse al tanto de crear nuevo armamento. Pronto Adil Salah Ayub entra a lugar con aviso importante, llevaba a la mano una hoja.
—¡Mira esto chico! -El líder de los rebeldes me enseño aquella hoja que sostenía.
Un retrato estaba dibujado en esta, era mi rostro, alguien plasmo mi cara en una hoja con el numero 400.000 abajo, tenia escritura en ella, pero se encontraba en el idioma de estas tierras, el anillo solo podía traducir las voces a mi consciencia, pero no palabras escritas. Sin embargo, no tarde en deducir lo que podría ser esto.
—¿Es esto algún cartel de “se busca” con mi rostro en él?.
—Varios de mis soldados han reportado haber encontrado más de estos pegados en varias poblados -Informo Adil —No hay duda, esto ha sido distribuido en todo el reino de Quíatar, esto solo puede ser obra de Muer Afigad, te han etiquetado como el peor criminal en la historia de esta nación, apodado como "Mensajero del Reino de la Agonía".
—De acuerdo… ¿qué diablos significa “reino de la agonía”? -Pregunte con la duda —Te escuche nombrarlo alguna que otra ocasión, pero… nunca me moleste de preguntar que significaba, hasta ahora.
—El “reino de la agonía” es al lugar al que todas las personas de impuro corazón terminan por llevar una vida de malévolas acciones, un sitio en donde será sometido a crueles torturas, inimaginable sufrimiento, dolor sin fin de angustia física como emocional, será una AGONÍA eterna del cual nunca jamás se podrá escapar -Explico el calvo Qusatjiat.
—Oh, es básicamente el infierno.
—Bueno… si de esa manera lo llaman en tus tierras, sí.
De modo que he sido bautizado como la escoria más grande este reino, algunos encontrarían este hecho algo de alabar al verlo como una forma de adquirir “fama”, pero de mi parte es exasperante a un grado equivalente a una patada en la entrepierna. Aun recuerdo cuando la primera vez en este mundo, me convertí en la amenaza de todo un aquelarre, y ahora, ascendí como una amenaza para toda una nacion.
—“¿Esto no arruinaría mi reputación como aventurero?”.
Los gremios de aventureros hasta donde tengo entendido, están en los tres continentes, desconozco como se manejan en el continente de Sharya y Orianta, pero si este cartel de “se busca” fue creado por una autoridad de este reino, oficialmente soy un “criminal”. No solo bandidos, mercenarios o cazarrecompensas del montón vendrían por mí, para un aventurero, yo sería considerado un “regenerado” (aventurero convertido en criminal).
—Te ves bastante tenso chico, ¿te encuentras bien? -Adil me pregunta con cierta preocupación.
—Mi cabeza ha sido declarada con un valor de casi medio millón de Rubres vivo o muerto, ¿te parece que pueda sentirme de maravilla en este momento? -Dije con un tono furibundo.
—Si, es incomodo al principio, pero luego te acostumbras.
—¿También tienes una recompensa por tu cabeza?.
—De 100 mil Rubres, hace 3 meses subió a esa cifra, antes era 80 mil.
Siendo sincero, no me hace sentir mejor, Adil es buscado por dirigir un grupo de rebeldes guerrilleros que llevan años luchando en oposición contra un gobernante que impone injustas legislaciones sobre la clase social más baja (plebe). Por mi parte, yo apenas llevo, ¿un mes entero y un poco más?, y ya estoy catalogado como una amenaza mucho mayor que el mismo líder de ese grupo rebelde, ¿cómo no podría sentirme frustrado de todo esto?.
De repente la puerta es golpeada, abriéndose para entrar Crok, el joven amazonas de brazos fornidos, 185 de altura y cabellera negra, pero al ver que la sala se encuentra ocupada por Adil y yo, se disculpa y asegura volver después, pues quería charlar conmigo de algo importante.
—No entiendo lo que dice, ¿es algo urgente? -Adil pregunta.
—Dice que quiere hablar algo conmigo, pero no hay apuro, lo hará una vez terminemos tu y yo -Le aclare.
Dado a que soy el único de los tres Ghrayb (Riha, Crok y yo) que porta un anillo concebido como un artefacto mágico dotado de la habilidad de hablar y entender la lengua de los habitantes de este reino. Para la Lupian y el hombre amazona, la barrera de idiomas les impedían establecer una conversación decente con los locales, teniendo en algunos casos hablar por ellos.
—No es necesario que espere, ya te he avisado lo que importa -Me habla en referente al cartel de “se busca” a mi nombre —He de volver con Arpue Asa Hablu, finalmente es el día.
—Es cierto, es hoy, ¿verdad?.
Hoy activara el “Red Dasmo”, un conjunto de espíritus de la arena que se utilizaran para espiar al enemigo y brindar información de sus movimientos a la causa de los rebeldes, Arpue durante todos estos días, ha estado “preparando” un objeto el cual es la “llave” para despertar dichos entes. Para que se tome tanto tiempo, debo creer que tantas molestias valdrá la pena, pero si algo me ha enseñado la historia militar de mi mundo natal, es que una red de inteligencia militar ha jugado papeles cruciales en un sinfín de conflictos bélicos de grandes o pequeñas escalas. Por lo que contar con espías incorpóreos de nuestros lados, seria sin duda una ventaja valiosa.