Metalord Revolution

CAPITULO 207 PELOTÓN GHRAYB

 

 

PERSPECTIVA: Tercera Persona

 

Con la erradicación del puesto militar recientemente levantado de las fuerzas armadas de Muer Afigad, un misterioso agresor de sigilosas habilidades, se acercaba al trio de ghrayb y los dos hombres de Adil. Oculto entre el follaje de la vegetación abundante en los alrededores del oasis, yacía a 9 metros a espaldas de ellos, en sus manos empuñaba dos dagas curvadas imbuidas en magia de veneno.

 

El agresor era un hombre humano que vestía un ropaje defensivo ligero hecho de cuero endurecido con turbante, a pesar de los cinco en frente de él eran sus enemigos, lo cierto es que sus ojos estaban enfocados en un objetivo principal: Rozuel Drayt.

 

—“Es el ghrayb, no hay duda” -Pensó el sigiloso agresor.

 

Lentamente empezó a acercarse con sus dagas en alto, apuntando a la cabeza del Esper para quitársela y llevarla consigo, aquello era su cometido principal.

 

—¡ALTO AHÍ!...

 

Una voz exclamo a todo pulmón, el agresor no había comprendido el significado de aquella orden declarada, dado que se había hecho en un idioma extranjero y la responsable de pronunciarla, era Riha Sharpsteel.

 

—¿En serio pensaste que no sentiría el aroma del metal de tus dagas? -Una Lupian de fría mirada le pregunto —Huelo magia en esas armas…

 

A pesar de no entender las palabras de la semihumana, él sabia que había sido descubierto por ella, el resto no tardo en darse vuelta y estar ante la atenta mirada de los cincos.

 

—¿Un asesino? -Uno de los hombres de Adil pregunto.

 

—Eso parece… -El segundo secundo.

 

El presunto “asesino” a pesar de haber sido descubierto, disipa las dudas y los nervios que le envuelven, fortaleciendo su cuerpo con magia y arremetiendo con sus dagas apuntando a Rozuel Drayt. El trio de ghrayb los tenía en la mira de sus armas de fuego, pero el desconocimiento de tales artefactos del agresor, le llevo a las consecuencias.

 

¡BANG!

 

Fue un disparo rápido de una de las Beretta 92 de la Lupian, la bala acertó con habilidosa precisión en la yugular del presunto “asesino”, quien, tras recibir tal proyectil, cesa sus pasos y suelta sus dagas curvadas. Con ambas manos cubre la herida intentando evitar la considerable perdida de sangre, pero en vano era, la sangre se escurría por sus manos e incluso por su boca.

 

Inevitablemente el presunto asesino muere maldiciendo su suerte en el ultimo segundo con palabras inentendibles, cuando todo parece haber acabado, de entre el follaje, a tres metros a espaldas del fallecido agresor de dagas, dos hostiles más surgen. Un hombre de constitución fornida y armadura de hierro que llevaba un sable pesado a dos manos, y el segundo era una arquera de protecciones livianas, cuyo arco estaba hecho de metal y sus flechas de punta de hierro potenciado con magia.

 

La arquera recibe de lleno sobre su cabeza, tres balas de AK-47, siendo violentamente expulsada hacia atrás y abatida, mientras que el guerrero fornido del sable pesado, recibe dos disparos de un M16 en el pecho, sobre la zona cardiaca. Curiosamente, Crok realizo los disparos en la denominada “posición de rodillas”, que consistía sentarse sobre el talón de su pie derecho, con la pierna izquierda extendida al frente y elevada para proporcionar apoyo al brazo izquierdo sobre la rodilla, reflejando su nato talento con el fusil.

 

Tanto la arquera y el guerrero del sable mueren tras recibir tales daños críticos, el trio de Ghrayb y los hombres de Adil, se acercan a verificar sus cuerpos y tratar de indagar su verdadera identidad.

 

—“Están bastante bien armados para ser bandidos… y si fueran asesinos, ningún asesino con el sentido común de uno, se lanzaría a un asalto directo como esos dos últimos” -Dedujo el esper en sus pensamientos.

 

El agresor de la daga, llevaba consigo algunas bombas mágicas de humo arrojadizas en bolsas adheridas en la parte de la cintura de su vestimenta, el guerrero del sable pesado llevaba consigo unas pociones alquímicas bebibles (quizás con propósitos curativos o acelerar la recuperación de fatiga) y la arquera tenia un pequeño surtido de flechas mágicas elementales como ponzoñosa, la que planeaba utilizar era una con veneno.

 

—El arco y la espada de esos tipos, huelo magia en ella, al igual que en la armadura de hierro -Revela la Lupian.

 

Las Lupian tenían cualidades excepcionales únicas para sentir el aroma de objetos hechos de metal, y si estos están imbuidos con alguna magia, también lo notaran en el acto tras sentir el olor de dicho objeto en cuestión. Pronto las respuestas sobre la identidad de aquellos tres atacantes, no se tardo en contestar por si sola.

 

Sobre el cuerpo de cada uno de los fallecidos atacantes, se manifiesta un círculo que sobresale de su vestimenta, del agresor de las dagas curvadas tal circulo surge en su brazo izquierdo, del guerrero del sable pesado en su hombro y la arquera manifiesta el suyo en la pierna derecha. Estos círculos mostraban un pequeño cuadro con el retrato de sus caras en este (como un carnet de identificación) y debajo de tales retratos, un numero en grande estaba marcado en cada uno.

 

Agresor de las dagas: Numero 4

 

Guerrero del sable pesado: Numero 4

 

Arquera: Numero 3.

 

—No son bandidos o asesinos… ¡son aventureros! -Rozuel los reconoce de inmediato.

 

Aquello era la “marca del aventurero”, una forma de plasmar mágicamente la identificación legal de un aventurero en este mundo, los números determinan el rango de estos y al morir un aventurero, las marcas se manifestarán unos segundos para luego disiparse del cuerpo del fallecido desapareciendo todo rastro de este. Este último mecanismo, se creó con el propósito de evitar que alguien quisiera apoderarse de una “marca del aventurero” de un aventurero que ha muerto, con intenciones ilícitas, como intentar replicarlo.



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En el texto hay: reencarnaciones, armas de fuego, magia y aventura

Editado: 09.12.2023

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