PERSPECTIVA: Tercera Persona
A un kilómetro de la posición del barco volador, aguardaba una carreta cargada con un camello de la cual la ocupaba cuatro individuos, cada uno era miembro de los rebeldes, su objetivo era esperar la señal de Rozuel y compañía. Todos ellos, tenían entre las filas de Adil, la experiencia necesaria para operar un barco de guerra volador.
—No puede ser, ¡esto es grave! -Uno de los rebeldes exclamo con inquietud.
—¿Qué sucede? -Su compañero a su lado pregunto atento.
—Use mi habilidad para observar el terreno a su nuestro alrededor.
El hombre preocupado era un mago, contaba con una habilidad especial que denominada “Centinela de la arena”, le permitía materializar un ojo mágico sobrenatural capaz de surcar en la arena del desierto como un pez y este podía trasladarse a un máximo de 300 metros a la redonda de su posición. Lo que el ojo viera, el mago también podía captarlo en uno de sus ojos como si de una cámara de seguridad fuera.
—Mi “centinela de la arena”, ha captado un grupo de soldados marchando en dirección hacia el barco volador -Notifico el mago.
—¿¡Que!?, ¿¡estas completamente seguro!? -Su amigo exaltado trato de calmarse e indagar más sobre el tema —¿Cuántos… cuantos son en total?.
—30… 40… 50… ¡60!...
Una fuerza de 60 soldados dirigiéndose hacia el barco volador, apuntaban a la misma dirección en donde se encontraba Rozuel y el resto, una confrontación directa contra ellos seria inevitable.
—¡Debemos ir por el ghrayb rápidamente y huir de aquí! -Sugirió el rebelde a cargo de manejar el camello.
Todos estaban a favor del plan, el jinete procede a mover la carreta a toda la velocidad posible brindada por el camello en dirección hacia el barco volador, esperando llegar antes que el escuadrón de soldados. Pero para su desagradable sorpresa, más soldados ya se encontraban apostados alrededor del dichoso barco.
Todos guardaban la misma apariencia, docenas de soldados de túnicas ligeras y un grueso turbante que cubrían su rostro, portaban en dicha vestimenta el grabado de una estrella de ocho puntas. Entre los que se aproximaban y los que ya estaban en escena, podía contarse casi un total de 100 de ellos.
—Son demasiados…
Tanto el mago como el resto de los rebeldes en la carreta, se sentían impotente para actuar y ayudar al ghrayb, lanzarse de forma directa conllevaría una muerte segura para el cuarteto. Lo único que podían hacer por ellos, era informar a Adil y compañía, ese fue el plan de respaldo hasta que…
—¿Qué es esta…?
El mago percibe una presencia, pero de repente una fuerza hostil raja por sorpresa su garganta como el corte preciso de una espada, la sangre chorrea a grandes cantidades y la fatalidad de la herida culmina con su muerte en segundos. El camello también es asesinado en el transcurso, los tres rebeldes pronto se ven rodeado por cuatro de aquellos soldados con el rostro cubierto y el grabado de la estrella de ocho puntas.
Los rebeldes poco o nada podían hacer, con el animal eliminado no tenían forma de huir, con el mago ejecutado siendo el mejor combatiente del grupo, sus posibilidades de siquiera conseguir huir o luchar eficientemente eran relativamente muy bajas. La mano de los cuatro soldados de rostro cubierto se convierte en literalmente cuchillas tan filosas como espadas. El sonido de la carne desgarrada y el grito de los rebeldes se sincronizan, toda la carreta se tiñe de abundante rojo.
Del barco salen el Muhaqdad Alnayits, con tres de sus soldados cargando a cada uno del trio de Ghrayb (Rozuel, Riha y Crok).
—Parece que tuvimos algunos invitados no deseados -El Muhaqdad se percata de la presencia de la carreta a distancia —Por fortuna, mis buenos soldados han solucionado este dilema con gran satisfacción, eso me hace bastante feliz. Bien, es hora de ir a “la apostata”.
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PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
Mis parpadeos se abren con pesadez, la oscuridad desaparece y la luz retorna a mis ojos, mi vista se recupera por completo, lo primero que avisto es encontrarme en una especie de mazmorra iluminado por piedras mágicas de luz. Luego me doy cuenta, de que estoy encadenado de pie, con los brazos, piernas y también el torso inmovilizados por un grillete, colocado de espalda contra una pared con la vista al frente
Mirando a mis lados, observo que Riha yacía a mi izquierda y Crok a mi derecha, ambos en las mismas condiciones que yo, de pie, sobre la pared y con las extremidades inmovilizadas por grilletes (y una en el torso). Los dos aun continuaban profundamente dormidos o inconscientes, el efecto de esa droga era fuerte.
—“Daturia Vellgi” -Pronuncio en mis pensamientos el nombre del alucinógeno al que caímos en sus efectos en aquella trampa.
Recuerdo haber oído ese nombre antes, lo recuerdo perfectamente, la propia Liha Gramwind utilizo esa misma sustancia en la competencia entre aquelarres. Si mal no recuerdo, sintetizarlo alquímicamente en solo una pequeña dosis es muy difícil.
—“Pero este tipo logro crear una vasta cantidad de esa cosa, puede que no solo haya cubierto en la habitación en donde estábamos, quizás lo puso en todo el barco o la mayor parte de este, por eso había tantos cofres similares” -Deduje en mis pensamientos.
—Por tu mirada, puedo decir que estas analizando pensativamente sobre la artimaña en la que tú y tus compañeros han caído -Una voz hace eco en todo el lugar —Cierto, no tienes que preocuparte de que Aleab te haya traicionado, en realidad yo fácilmente descubrí que colaboraba con los rebeldes, e hice que contra toda su voluntad te condujera hacia ese barco volador.