PERSPECTIVA: Tercera Persona
Un golpe directo, la hoja de la espada da en la zona del cuello del casco del Intense Iron, un estruendo se produce, Rozuel es llevado al suelo por la fuerza del impacto quedando en una posición lateral.
—Absurdo… -Expuso Ezequiel con decepción.
El golpe de la pesada y gruesa hoja del arma del ejecutor, quien con todas sus fuerzas lo dio todo en ese golpe, no había conseguido decapitar al Trotamundos como esperaba, el impacto consiguió atravesar buena parte del groso de la armadura, pero no herirle. La hoja penetro la protección del casco, quedo incrustado dentro de esta, pero no alcanzo la piel de Rozuel, y tan solo estaba a casi nada en centímetros de llegar a su carne.
—“¿Cómo es posible que esta armadura consiguiera protegerle?” -El ejecutor estaba impresionado y molesto por ello —“Esta armadura tiene una naturaleza mágica, pero incluso tratando de una mera protección imbuida con magia no debería haber resistido”.
Los ojos del ejecutor miraban con más atención la presencia de un aura de energía que envolvía discretamente la armadura, pero se percata de algo, no podía percibirla sensorialmente, solo físicamente gracias a sus ojos dotados con una visión extraordinaria para lo místico.
—“Hay energía mágica presente en esta armadura, pero no puedo sentirlo, ¿por qué?” -Pensó con confusión —“Pero también observo otro rastro de energía, eso no es mana… ¿qué es esa cosa?”.
Su concentración es interrumpida al notar como Rozuel Drayt intenta con ambas manos, sacar la hoja del casco y retirarla de su proximidad, la fuerza que ejercía para tal fin, no era humana. Para un joven de 13 años, tal demostración de cualidad física, solo podía ser producto de un fortalecimiento físico brindaba por la magia de aquello que le envolvía, el ejecutor lo sabía, pero sin importar cuanto esfuerzo sobrehumano pusiera el chico de su parte, apenas podía mover la espada.
—Habré fallado en eliminarte de un solo ataque, pero la situación sigue jugando a mi favor.
Con esas palabras, Ezequiel presiona para que su hoja se hunda aún más en el casco, a solo escasos centímetros de la carne del joven, el filo del arma impregnado con mana, sería lo suficiente letal para propinarle un corte de muerte.
—¡No… vamos… maldita sea… quítate…!
—Admirable, pero inútil, tienes cualidades sobresalientes para alguien de tu joven edad, pero en vista de la situación actual, es tu fin, Rozuel Drayt.
Rozuel empujaba manifestando toda la fuerza sobrehumana posible, intentando hacer retroceder aquel filo que amenazaba su vida, pero más que sentir que se alejaba, podía sentir como un minúsculo corte empezó a surgir sobre su cuello.
—Todo ha terminado, Rozuel Drayt, me asegurare de llevar tu cuerpo a “Madre”, percibo que podrá hallar ciertos descubrimientos interesantes en ti -Confeso el ejecutor.
—No… ¡NO!... ¡vamos inútil cuerpo!... ¡estúpida armadura!... ¡ya fue suficiente morir una vez!... ¡tengo que salir vivo de aquí!... ¡tengo que volver con ellos!... ¡Y NO PIENSO MORIR INUTILMENTE CONTRA UNA HOJALATA DE PLATA!
Los gritos del esper pronto se convirtieron en un rugido bestial.
—¿¡Eh…!? -Un anonado Ezequiel observo.
Venas grises sobresalen del cuello y se redirigen a los brazos, musculatura exagerada se forma en torno a la armadura de las extremidades superiores, una fuerza hercúlea inunda pronto al muchacho. Las pupilas de los ojos del esper se tornan de un aspecto diferente, adquiriendo una hendidura vertical, que recordaba a la forma en que muchos reptiles. Colmillos se manifiestan sobre su boca, y el rugido de su voz se hacía más grave.
—¡Absurdo…!
Ezequiel era incapaz de ver lo que sus ojos aun así atestiguaban, aquel muchacho que no podía ni mover un centímetro su espada, de repente, en solo un instante se quita la hoja de encima, ¡y con solo su mano derecha!. Pronto la mano izquierda de la armadura adopta la forma de un par de garras, misma que golpea con frenética fuerza el rostro del ejecutor.
Del zarpazo, Ezequiel es mandado a volar con partes de la armadura de su casco dispersándose por el suelo, hasta ser detenido tras impactar contra la pared, cayendo al propio suelo en posición boca abajo. Las garras del brazo izquierda de la armadura pronto desaparecen, los colmillos de su boca también, su voz vuelve a resonar humanamente y sus ojos vuelven a su aspecto normal. Las venas grises en los brazos habían retornado del sitio en el que surgieron.
—¿Qué demonios… acaba de pasar?... -Se pregunto el esper confuso y con su respiración agitada —Myldark… ¿acaso tú…?
—“Estas equivocado si crees que he sido yo, mocoso” -El dragón pronto objeto ante su acusación.
—¿Qué?...
—“Ni yo entiendo que acaba de ocurrir, tal suceso, solo podría desembocar si tuviera el control total, pero aquello fue una especie de manifestación parcial… extraño, dado a que no he intervenido en lo más mínimo a voluntad” -El dragón explico —“Siendo sincero, estaba a punto de tomar el control al ver que tu cabeza estaba a punto de ser rebanado, pero antes de que siquiera hiciese mi movimiento, de repente el Intense Iron manifiesta tal poder por voluntad propia”.
—Oye… me tomas el pelo, ¿verdad?, es imposible que algo como lo ocurrido sucediera SIN TU INTERVENCIÓN… -Argumento el Trotamundos.
—“Mocoso, es obvio que tal manifestación de poder viene como fuente de mí, pero vuelvo a repetírtelo, YO NO TE LO HE DADO A VOLUNTAD, tú has influido indirectamente e inconsciente de ello” -Declaro el dragón oscuro.
El muchacho estaba perplejo, podría interpretar las palabras de Myldark como una mentira, pero desde el fondo sabía que ese dragón no le estaba mintiendo, aquella repentina y extraña fuerza que le salvo la vida, de alguna forma, fue activada de manera involuntaria por su persona.