PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
—Entiendo que no sea un sueño ordinario, ¿pero a que quieres llegar con esto? -Pregunto Vizario.
—Vizario, ¿te gustaría convertirte en un dios? -Fue la poderosa pregunta directa planteada por el ente Erha.
Una abrumante interrogante, el rostro del hombre se lleno de una inmensa sorpresa, incluso al tragar su saliva su perplejidad tanto física como emocional era tan notoria.
—Oye… no bromes conmigo Erha, te has vuelto bastante bromista últimamente.
—No es una broma, tu mismo lo has dicho, el final de tu vida se acerca, tu funesto desenlace mortal puede ser impedido -Erha expuso.
—Jeje… ¿acaso dejare de ser un mortal y me convertiré en un todopoderoso dios?, suena bastante irreal.
—Tu carne y sangre seguirán siendo mortal, pero un poder se despertará en tu interior en consecuencia -Explico el ente —Depende de ti, como dirigir ese poder, ya sea el bien, el mal o ambos.
Un gran poder, Vizario tomo asiento y con los brazos cruzados se quedo pensativo varios minutos, cerro sus ojos como si meditara profundamente sobre ello.
—Tal poder tiene un precio, ¿no es así? -Pregunto él —Algo tan maravilloso, no puede ser entregado a la ligera, sin pagar por ello a futuro.
—Has acertado -Erha con sinceridad le contesto -Tu esperanza de vida, se verá reducida drásticamente.
La propuesta de Erha era fusionar su ser con el alma de Vizario, de esta manera los dos se volverían un ser, Vizario seguiría tomando las riendas de toda la voluntad, pero ahora tendría acceso a un increíble poder mágico. Por supuesto, tal cantidad de magia seria algo que un humano no podría manejar, puesto que Vizario nació sin el don de la magia, que de repente grandes cantidades de mana circulen por su cuerpo, era como si tolerara la presencia imaginaria de grandes pesos en torno a sus hombros.
—Sabría que tarde o temprano sucumbirías por la naturaleza de tu mortalidad, ya fuera por una enfermedad natural o la propia vejez -Erha argumento —Pero al ver que un veneno se ha empeñado en acelerar dicho destino, entonces he escogido intervenir de manera innatural.
—Erha, si yo muriera ahora de repente, ¿qué sería de ti?.
—No lo sé…
Ya fuera que la propia naturaleza mortal o el veneno mataran a Vizario, el destino del ente era incierto, ¿volvería a esa penumbra eterna?, en el fondo de su ser, quería evitar regresar a ese lugar. Por eso que intervenir de esta manera, aseguraría por más tiempo su existencia en este plano.
—Dices que seremos uno, pero seguiré siendo mortal, incluso viviré menos que una persona ordinaria, si muero estando enlazado contigo, ¿qué será de ti?.
—Cual sea el destino que me aguarde, los dos estaremos allí para atestiguarlo, amigo.
Sus almas estarían enlazadas, en cuerpo un gran poder seria manifestado, Vizario se puso a reír luego de escuchar la declaración de su insólita amistad, que no tardo en estrechar su mano con la mano incorpórea de Erha.
—Entonces amigo mío, forjemos nuestro legado en este mundo, juntos.
Vizario y Erha se funden como un ser, el cuerpo del humano recibe grandes picos de energía mágica, el mana fluye sobre su organismo a grandes cantidades, fortaleciendo su propio cuerpo con tal rebosante poder, escala una resistencia sobrehumana y elimina todo rastro de veneno en su interior. Pero esto es solo el comienzo.
Su gran poder llega a ser ejercido a favor de su gente, con el mana revitaliza el oasis haciendo que su tamaño creciera y el agua volviera a fluir con mayor volumen, volvió la tierra más fértil para que toda clase de cosecha pudiera ser sembrada sin el más mínimo problema, curo a los enfermos y sano a los guerreros heridos de gravedad, pero sabiendo que tales lesiones podrían volver si los causantes siguen suelto, solo había una forma de asegurar la vida de aquellos luchadores de su pueblo y la paz de sus residentes no combatientes.
Busco y encontró la guarida de los bandidos, acabo con docenas de ellos fácilmente sin asesinarlos, para enfrentarse cara a cara con su mismismo líder, este con cobardía mando un pequeño escuadrón de guardias personales que resultaron ser magos. Vizario los venció sin necesidad de matarlos, y luego capturo al líder, el resto quienes aún no habían levantado una hoja contra él, pero viendo lo poderoso que era, se rindieron.
Obligo a todos sus subalternos a situarse en un sitio en concreto, para ser testigo de como el propio Vizario con sus manos, asesino lentamente al líder bandido, arrancando su piel, a la vez que usaba su mana para sanar sus heridas una y otra vez, solo para repetir el proceso nuevamente. Cuando el líder criminal estaba moribundo, el propio Vizario se encargaba de suministrar mana a su cuerpo para sanar esas heridas y volver hacer que recuperara la salud y consciencia.
Por varias horas, le arranco la piel y le rompió numerosos huesos, los gritos del líder forajido resonaban frente a sus subalternos, quienes observaban tal escenario con un rostro teñido de miedo. Les temblaba brazos y piernas, titiritaban como si el mismismo diablo estuviera en persona frente a ellos. Eventualmente Vizario parte en varios trozos al líder bandidos y se los arroja a sus subalternos, luego el hombre de gran poder les señala y exclama.
—¡Escojan!, ¡unirse a mí y enmendar el mal que han hecho!, o… ¡SUFRIR EL MISMO DESTINO QUE ESA ESCORIA!.
Al ver como su líder fue vilmente asesinado, luego de horridas horas de torturas, nadie por lógica quería pasar por ese infierno de suerte, incluso pensaron que morir de sed en pleno desierto seria una muerta más pacífica. Todos al unisonó se arrodillaron, rogaron clemencia y prometieron servirle para expiar todo mal que llevaron a cabo.