PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
Una reunión se convocó alrededor de más de la medianoche, en ausencia de Adil, sus lugartenientes tomarían su lugar, el sitio de reunión seria la misma habitación del segundo piso. Además de la propia propietaria, como también Riha y Crok, se encontraban aparte 3 hombres de túnicas blancas y turbantes del mismo color que serían los lugartenientes, incluso el propio Arpue Asa Hablu estaba allí, y había alguien más, el joven de la tribu Qusatjiat, Berat.
—Todos aquí presentes se preguntarán a que se debe esta repentina convocatoria en ausencia de Adil –Amira hablo ante todos —La cuestión es, que tenemos graves noticias que informarles.
La propietaria primero puso en contexto a todos sobre la derrota del Muhaqdad Alnayits en mis manos, luego de que este fuera vencido, confeso que un plan orquestado para eliminar a alguien importante del reino de Quíatar, estaba siendo llevado actualmente, y en el plazo de un mes, se completaría.
—¡La vida de Alistary Al-dub III Kalize corre peligro! -Exclamo Amira.
Alistary Al-dub III Kalize era el único descendiente vivo del fallecido y anterior sultán Muaqhad Al-dub II Kalize, lo que lo convierte en el actual sultán, sin embargo, con 17 años, era demasiado joven para tomar tal poderío en el trono. Cuando una repentina sucesión se lleva a cabo, el sultán debe de haber cumplido mínimo los 20 años para ejercer el poder total de su título.
Hasta cumplir la edad requerida, las cuestiones directivas en torno al manejo del reino en todos los asuntos políticos y sociales recaen en el “Consejo de la Duna”, el conjunto de 10 fieles sabios que sirven al sultán. Pero todos los campesinos y nobles del estado solo ven con buenos ojos a un líder, y ese era su sultán.
Por más que el “Consejo de la duna” haya manejado el poder en los últimos años, Alistary Al-dub III Kalize debe asumir su cargo tarde o temprano, pero una cuestión se plantea a la mesa, ¿qué sucedería si llegara a morir antes de que eso ocurriera?. Consideremos el siguiente punto, él es el último del linaje, con su muerte, toda la línea real que llevaba siglos en el trono, perecería en su totalidad, ¿sus consecuencias entonces?.
—La muerte de Alistary solo puede causar un caótico desenlace a este reino -Concluyo Arpue.
Arpue, un miembro del “Consejo de la Duna”, expresaba su sincera respuesta, a pesar de su rescate, había decidido aún no regresar con los demás consejeros por motivos personales, quizás en relación a su seguridad por los secuestradores afiliados a Muer Afigad, se sentía más seguro aquí con los rebeldes.
—¿Cuál es el desenlace que le espera al reino con la muerte del chico? -Pregunte.
—Una guerra civil…
Tanto Amira, Berat y los lugartenientes se mostraron conmocionados, Arpue explica las circunstancias, el “Consejo de la duna” no tiene la confianza del pueblo, la disconformidad de la gente llevara a que muchos Azim Alnabil de la nobleza más alta, den rienda suelta a conspirar para hacerse con el poder del trono real. Numerosos bandos se formarán para dar al prólogo de una lucha encarnizada por todo ese poder, para convertirse en el nuevo linaje que tome el cargo de “Sultán”.
—La pérdida de dos Muhaqdad, Muer Afigad luchando por el trono…
Muer Afigad no será el único, solo será uno más buscando el mismo objetivo que otros nobles de su misma autoridad y poder político, Muer solo movió los hilos para causar este desenlace, pero ya sea que gane o pierda el trono, este reino igual estará condenado a su fin.
—Las continuas luchas para hacerse con un trono vacío, los cadáveres aumentando por doquier, los daños a poblados y ciudades del reino con cada batalla que se desencadene…
Sin importar quién sea el triunfador, tal conflicto dejara el reino de Quíatar sumido en un degaste severo, desde recursos básico como la comida, las fuerzas armadas y su propia economía, la guerra civil lo dejaría en un estado demacrado.
—¿Y qué creen que sucederá cuando el reino se encuentra tan vulnerable?.
Los reinos vecinos sin duda querrán atacar y conquistar en lo posible lo que quede del moribundo Quíatar, el reino de Learis en especial, con quien tiene una historia personal de enemistad con esta nación, no dejara pasar tal oportunidad. Además, estaba aún el asunto de “Tartib-Qaede”, la poderosa organización criminal con influencia en casi todo el continente de Sharya.
Esta confirmado que Muer Afigad colabora con Tartib-Qaede, pero cuando el Azim Alnabil ya no les sea útil, esta organización hilara en un reino destrozado como este. En simples palabras, Quíatar con la extinción del linaje Kalize, quedaría sumida en el caos absoluto, y a manos de los invasores de reinos vecinos o la intervención directa de la organización Tartib-Qaede.
—La sangre del linaje Kalize puede salvarnos de la aniquilación de los enemigos del exterior del reino -Arpue afirmo —Pero todos los males internos, deben ser arrancados por nosotros, si el príncipe Alistary muere, este reino morirá también.
—¿Qué quieres decir con el la sangre de los Kalize puede salvar a este reino? -Con curiosidad pregunte.
—Una poderosa magia, solo puede ser utilizado por los miembros de la familia real Kalize, con ellos muerto, quedara inutilizado -Arpue argumenta —Aunque derrotemos a Muer Afigad, el daño que le habrá afligido a este reino… sin duda dejara a Quíatar bastante debilitada.
—¿Qué le hace asegurar de ello? -Berat pregunto.
—El tercer Muhaqdad que aun queda, sirve fielmente a Muer Afigad, es… inevitable que una confrontación se lleve a cabo con él, con el fin de vencer a Muer -Concluyo Arpue.