PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
—Bien… si tanto quieres saberlo, ¡yo… soy… Vizario!
Ese nombre no era algo pronunciado a la ligera, cuando tal pronunciación llego a los oídos de la Dalhani, sintió como si el estomago le retorciera un dolor de infierno, llegando al punto de poner sus manos en la boca como si se resistiera a vomitar.
—“No me extraña que esa sea su reacción” -Opine en mis pensamientos.
Erha es el dios de los Qusatjiat, pero fue Vizario su primer portador, el primer Dalhani y el creador de toda la tribu Qusatjiat, como también el responsable de que el tal Erha ascendiera como una divinidad. Sinceramente en lo más recóndito de mi mente yo estoy asombrado, ¿¡que este tipo afirma ser ese mismo Vizario!?.
—Bien… estoy esperando el remate de la broma -Dije.
—No es una broma, soy Vizario, yo fui junto a Erha, quien dio origen a la marca que llevan los Qusatjiat en su frente y el título que porta ella actualmente, como el recipiente del poder sellado de la divinidad de la tribu.
Conoce a la perfección el origen de lo que es un “Dalhani”, que Malika porta un gran poder mágico procedente de la deidad principal de ellos, pero que era incapaz de utilizarlo debido a que fue sellado en la forma de un no mago.
—Esto es bastante bizarro, hasta donde se sabe, Vizario lleva muerto siglos, ¡muchos SIGLOS ATRÁS!.
—Al morir, ascendí junto a Erha, pero cuando el siguiente Dalhani nació, le presté mi cuerpo a Erha y yo descendí como un espíritu errante en el plano mortal, como un mero observador, bajo la razón más estúpida que pude haber pensado, estaba preocupado por ellos, jejejeje… que insecto fui.
Se sentía un odio cargado con cierto grado de locura en ese sujeto, eran auténticos sentimientos de antipatía, y el foco central de toda esa aversión era la Dalhani.
—No puedes ser… ¿el gran Vizario?, ¿aquí?, ¿el padre de la tribu Qusatjiat? -Malika seguía en parte conmocionada con tal revelación.
—Si, y ustedes han sido uno “hijos” ingratos y malagradecidos, me arrepiento INMENSAMENTE de haberlos “engendrado” -Declaro con una mirada que denotaba una profunda indiferencia.
—¿¡Porque dices cosas tan crueles!?, esto no tiene sentido… -Malika se sentía confundida.
La Lupian quien no entendía el habla del Djinn y ni a Malika, era incapaz de comprender en absoluto de que iba la conversación, le hice un breve resumen de lo que iba el tema.
—Imagina que el mismismo creador de los Lupian se aparezca un día en la forma de un monstruo dañino y sin misericordia por la vida.
—Los cuatro clanes de Lupian adoramos a la misma diosa, a “madre Gaia” -Resalto Riha —Entonces… ¿esa criatura que dice llamarse Vizario es como el “padre” de la tribu a la que la Dalhani pertenece?.
—Eso parece…
—¿¡Y porque quiere destruir a sus “hijos”!?, ¿¡que fue lo que hicieron para defraudarle tanto!?.
Una excelente interrogante, hasta ahora este monstruo que se hace llamar Vizario ha lanzado acusaciones en torno a la tribu Qusatjiat, de que son los responsables de una maldición que lo ha dejado en tal forma, pero era necesario los detalles a fondo de tal acusación para comprender dichos motivos.
—Si tienes prueba de lo que dices, entonces te escuchamos, de lo contrario… -Puse la punta de la pistola sobre su sien.
—Tu estas más que preparado para la verdad, ¿pero que de hay ti?, Dalhani… -La criatura miro con recelo a Malika.
Malika cerró los ojos, respiro profundamente y luego exhalo abriéndolos, se acerco a la criatura hasta estar a una distancia considerablemente peligroso, mantuve el dedo sobre el gatillo en todo momento. La Lupian quien no tenia su arma habitual, de manera discreta hizo un par de garras de acero en su derecha y las mantuvo oculta, esperando usarla si la situación lo amerita.
—Estoy lista, sea lo que sea, quiero ver esa “verdad” -Fue la decisión determinante de la Dalhani.
—Jajajaja… te vas a arrepentir.
La criatura levanta su palma izquierda, emana grandes cantidades de mana y sobre la mano se materializa un orbe de cristal que flotaba en el aire, tal objeto irradiante de magia se acerca a la Dalhani hasta tener a solo 1 centímetro de ella.
—Ya casi no tengo fuerzas, con la magia que me queda he plasmado los recuerdos que relatará la “verdad” que desconoces -Afirma el ser —Toca el objeto de cristal, entonces su magia se activara y verán la “verdad” con todos sus sentidos.
—¿¡Como saber que esto no es un truco!? -Cuestione tal proceso para ver esa “verdad”.
Acuse de que esto podría ser un truco para que el monstruo quien busca “consumir” a la Dalhani, consiga su objetivo, ¿y si ese orbe de cristal es por obvias razones una trampa?, el monstruo se defendió de mis palabras.
—Ya no me quedan energías mágicas suficiente para someter y consumir a la Dalhani, es mi derrota -Aclaro la entidad —Que me creas o no, es tu problema, pueden simplemente ignorarlo y seguir sus vidas, a mi ya no me importa nada.
—Lo hare -Aseguro Malika.
—¿Aunque sea una trampa?.
—No percibo que esto sea una trampa, tengo la corazonada, una… desagradable corazonada de que será algo peor.
Ella sentía curiosidad, pero también nervios de ver esa “verdad”, desconozco si la Dalhani cree que esa criatura es 100% el verdadero Vizario, por mi parte creo que la mitad es mentira y la otra una locura. Pero Malika estaba decidida, quería conocer la fuente del odio del djinn y los secretos que desconocía de su tribu.
Toco entonces el orbe de cristal, y el objeto reacciono al tacto de ella, emitió un hechizo en la forma de un círculo mágico en el cual se materializo en el aire y en el suelo, alrededor de todos nosotros. Podía moverme sin problema y no sentía nada sospechoso en mí, hasta ahora no parece una trampa, entonces el orbe se eleva unos metros en el aire y una brillante luz es disparada cegándome.