PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
—“Amo… amo… amo…”
Podía oír su voz, repetir una y otra vez “amo”, reconocía aquel tono, sé a quién pertenecía, me encontraba en una desértica Windaz, sin nadie alrededor, ni un alma o sonido, con excepción de…
—“Amo… amo… amo…”
A lo lejos podía oírle y a lo lejos podio ver una figura borrosa, caminaba hacia donde se encontraba, la voz sonaba más fuerte pero la figura seguía lejos a la distancia y borroso a la vista. Corrí, y a cada paso aceleré la velocidad, extendiendo mi mano derecha, le hablé para que mis palabras le alcanzasen, pero en vano era. Entre parpadeos, el ultimo me llevo a la habitación de “El Corazón del Oasis”, era fácil comprender lo que había ocurrido
—Otra vez ese sueño…
Desde hace una semana he tenido ese sueño, encontrarme en una Windaz totalmente vacía y a Allum llamándome, a la distancia e imposible de alcanzarle, lo curioso es que cuando más me acercaba, su voz resonaba con más volumen, pero él seguía lejos de mí, como si fuera inalcanzable.
—Demasiada coincidencia para soñarlo varias veces.
Soñarlo una o dos veces seria mera casualidad, una vez por día desde hace una semana ya era bastante sospechoso, pero no lo entendía, no comprendía su significa y del porqué, ¿lo extrañaba?. Por supuesto que echaba de menos volver a mi hogar, no veía la hora de volver a Gresswold y reencontrarme con él, pero aún quedaba obstáculo impidiéndome ese objetivo, solo me resta luchar y obtener la victoria al final.
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Resumiendo, han transcurrido varios días desde nuestro regreso a “El Corazón del Oasis”, no quedaba de otras que esperar novedades de Arpue Asa Hablu y Berat, aproveche los días no solo para descansar, sino también para producir munición, darles mantenimiento a las armas y me encontraba en el proceso de desarrollo de un “nuevo proyecto” que utilizaba parte del acero mágico obtenido en “La Apostata” (la guarida de Alnayits).
Riha practicaba con la pistola y también sus dotes son con su magia del clan colmillo de acero, Crok por su parte, entrenaba su cuerpo, ya sea para tronar, flexiones y dominadas, también practicaba en algunos casos con su puntería con sus principales armas, pero priorizaba con más importancia a las rutinas del entrenamiento físico.
Me iba de camino a la herrería para continuar trabajando en el “nuevo proyecto”, hasta que llego al salón principal donde eran atendidos los clientes, allí se encontraba una solitaria Dalhani Malika, con una botella de alcohol a su lado y bebiendo del pico sin vacilar en la menor duda.
—“Esa manera de beber… que problemática...”
Algunos sirvientes se encontraban en la proximidad con rostros que delataban su preocupación por la Dalhani, se podía notar como querían que ella dejara de seguir bebiendo, pero eran meros sirvientes y sus palabras pocos harían para detenerla. Malika no tenía la pinta de ser alguien que le diera bastante a la botella.
—“Con que, Ahogando las penas, ¿no?”.
Desde hace días frecuenta estar aquí, pero bebía moderadamente pocas cantidades y en un vaso, ahora, dejo el vaso y prefirió beberlo de la botella directamente, la muchacha prácticamente tenía las mejillas enrojecidas y el cuerpo le tambaleaba como si le costara mantener el equilibrio para no caer de golpe al suelo. Estaba decidido a ignorarla y seguir mi camino, hasta que ella me vio y entonces…
—Miren nada más… pero si es… ¡el gran HÉROE de Quíatar!... -Su chachara es interrumpida unos momentos por el hipo —Debes… *hip*… estar… bastante orgulloso… *hip*… ¿verdad?... ghrayb… *hip*…
La expresión y tonada de sus palabras delataban cierta ironía agresiva, aunque tal forma de hablar era causada en si por los efectos del alcohol y una vergüenza personal, era algo que no podía dejar pasar, decidí entonces esclarecer la intoxicada cabeza de la borracha guía espiritual de la tribu Qusatjiat.
—Al menos tengo algo de lo que estar orgulloso, ¿y tú qué?, ¡mírate!, eres una borracha con el orgullo intoxicado con la bebida, ¿y cual es tu excusa?, “oh me duele lo que hicieron unos tipos malos de mi clan que no he visto en la mayor parte de mi vida y que ocurrió hace siglos” -Hice una imitación burlona de lo que sentía ella.
—¿¡Como te atreves!?... *hip*…
Se puso de pie con intenciones de abofetearme, pero caminaba con un equilibrio fatal que termino por golpear al propio aire y caer de cara al suelo, el golpe en su nariz hizo que le comenzara a sangrar.
—*Snif*… ¿cómo puedes ser tan cruel?...
Estaba por llorar, pero antes de que pudiera siquiera hacerlo, me acerque a ella, la tome de los hombros, la di media vuelta para mirarle cara a cara y decidí explicarle la razón de mi crueldad.
—Eres la Dalhani, ¿no?, la líder espiritual de todo un clan, en este momentos los tuyos están pasando por un momento crucial que podría marcar el futuro de toda tu gente, ¿¡y te pones a lamentarte por algo que ocurrió hace tanto tiempo!?.
—Es fácil decirlo para ti… *hip*… a ti no te obligaron ser algo de nacimiento… que nunca pediste… *snif*… para luego enterarte… que todo lo que te enseñaron sobre tu gente era mentira… somos asesinos… demonios del reino de la agonía... somos peor que lo que nos hizo el reino de Learis…
La autoestima de la Dalhani estaba por los suelos, su imagen hacia su clan hecha un desastre, si ahora se daba con la botella, tenía la sensación que en cualquier momento seria capaz de hacer una estupidez, como accidentarse y matarse… o quizás suicidarse. Esta chica emocionalmente no era alguien que estuviera con la psiquis recomendada para liderar todo un clan, pero era la desventaja de elegir a tus siguientes líderes de manera predeterminada.