PERSPECTIVA: Tercera Persona
Agita su alabarda pesada para un ataque con todas sus fuerzas, pero la maza descomunal de su oponente logra resistir el ataque de la Sargaria sin problema alguno, el luchador pesado contraataca con su arma principal, la semihumana retrocede evitando el mazazo que deja su marca en el suelo.
—“Es tan fuerte como un guerrero de mi raza, quizás no supere toda la fuerza de un Sargario adulto, pero si la mía”.
Tayra era consciente de que aún era joven, en sus 14 años aquella formidable fuerza características de los Sargario aún se estaba desarrollándose, el mago humano frente a él lo superaba ampliamente en el dominio físico. Toda la fuerza de la que era capaz de transmitir en un solo golpe, fácilmente era detenido por su contrincante.
Un fuerte estruendo se oye en los agudos oídos de la Sargaria, reconoce el sonido, era de aquella arma que la bruja empuñaba, la llamada “escopeta”, voltea para observar como el mago descalzo (Akrla Bax´uz) es abatido por un impacto a quemarropa de esta arma. Pero la sorpresa de la semihumana era notar que Riza sostenía el arma con ambas manos, una de ella era la misma que se supone había sido arrebatado de un corte por ese mago al que elimino.
—“¿No había perdido la mano?, no entiendo que ocurrió…”
Pero la confusión de la semihumana se convierte en alarmante preocupación, cuando Riza es tomada por sorpresa por una cobra de tamaño descomunal de escamas verdes y marrón. La criatura se enreda sobre ella inmovilizándola e impidiéndole todo intento de utilizar la escopeta en contra suya, pero eso no es todo. De la boca de aquella cobra surgen unos colmillos curvados que son clavados en el hombro izquierdo de la bruja.
—¡Riza!.
La Sargaria intenta acudir en su ayuda, pero el luchador pesado obstruye su camino, empeñado a obstaculizar su objetivo, la frustración y la rabia se hacen notar en ella, alentado por dichas emociones ataca a su oponente.
La cobra compañero de Akrla Bax´uz era una criatura mágica, su tamaño anormal a comparación de las cobras ordinarios era debido a la naturaleza de su origen, su gran tamaño estaba acompañado con una flexibilidad y desplazamiento sigiloso destacable, pero quizás lo más letal en ella era su ponzoña.
El veneno de la cobra mágica tenía la suficiente toxicidad para matar a un ser humano en menos de un minuto con una dosis pequeña, causándole en el proceso un dolor intenso y agonizante. Cuando aquella criatura se disponía a liberar su ponzoña de sus colmillos para envenenar a la bruja, siente algo extraño, un sabor amargo y… frio.
Observa la herida en el cuello de la muchacha, brotando un líquido negro, ¿aquello era sangre acaso?, aquella sustancia oscura de tinte sanguínea se desplaza por los colmillos curvados de la cobra. Con un movimiento sobrenatural, de los colmillos se extiende hacia su mucosa oral y penetra en su organismo.
Sobre la consciencia de la cobra extrañas visiones llegan a su mente, cortinas de oscuridad, una penumbra con la forma de una gigantesca nube negra, la silueta de una criatura con astas de ciervo y penetrantes ojos rojos, un abrumante rugido endemoniado se hace resonar entre sombras.
De pronto, la cabeza de la cobra vuela en mil pedazos, la causante de tal fenómeno provenía del slime, Allum realizo un disparo de su rifle antimaterial KSVK Dragón en posición cuerpo a tierra, con hábil puntería tuvo cuidado de no herir a Riza. La bruja se libera de las ataduras del depredador escamoso, y cubre su cuello lesionado producto de la mordedura.
—Solo resta uno más -Manifestó el slime.
El rifle KSVK Dragon era un arma que empleaba energía electromagnética para brindar disparos con potencias más devastadoras, pero actualmente el efecto de la energía electromagnética se había desvanecido. Cada tanto Rozuel a través de su habilidad esper, se encargará de “restaurar” dicha fuerza electromagnética en el arma, pero al estar meses ausente de su amo, no era posible tal caso. Pero incluso sin el apoyo de la fuerza electromagnética, a aquella arma no le faltaba potencia con su calibre 12,7 × 108 mm.
La Sargaria vuelve a intentar otro ataque con todas sus fuerzas, el luchador pesado vuelve a interceptar su ataque y le repele fácilmente, contraataca con un mazazo que impacta sobre la alabarda de la semihumana. La Sargaria es mandada a retroceder y terminar rodando en el suelo, se apresura a ponerse de pie, pero era tarde, su oponente estaba encima con su arma en alto para propinar otro demoledor ataque de su maza descomunal, potenciándolo con todo el fortalecimiento mágico que poseía, quería acabar con ella en ese preciso golpe.
¡PUM!
Un fuerte estruendo es acompañado con la destrucción del pecho del luchador pesado, un proyectil con demoledor poder penetra su dura armadura pesada como fornido cuerpo, el luchador es empujado hacia atrás y en su caída termine recibiendo su propia maza descomunal en su cabeza. La Sargaria se percata de que el responsable de tal acto era el slime, quien había utilizado la última bala de tal arma con la finalidad de ayudarle y salvarle la vida a la vez en el proceso.
—¡AHORA! -Exclama Jhamel.
Con sus palmas juntas, las separa y manifiesta sobre ellas una esfera de humo, acto seguido levanta sus brazos y arroja dicha esfera en el suelo, cuando esta impacta desata una espesa cortina de humo que se extiende rápidamente por toda el área. Nadie podía ver bien a los alrededores, su vista estaba severamente entorpecido, incluyendo a los propios ghrayb.
—“No veo nada, mis oídos captan a los guardias, parecen alarmados” -La Sargaria pensó.
Intento buscar a los suyos con su sentido de la audición, pero solo podía oír a los inquietados guardias quienes estaban en la misma situación de intranquilidad y ceguera, pronto Tayra siente una mano, era la de un humano.