CAPITULO 269 PREPARATIVOS DE UN GOLPE DECISIVO

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

Me encontraba sentado en la silla de una habitación, frente a mi yacía en cama la Lupian, Riha, estaba vendada en brazos, piernas, torso y algunas partes del cuello como nuca. Con sus ojos completamente cerrado, respiración lenta y en total estado de inconciencia.

—Riha… -Pronuncie su nombre con preocupación.

Ella fue encontrada por varios rebeldes, uno de ellos un mago, sintió una increíble cantidad de magia venir en una dirección determinada y luego todos presenciaron la aparición de enormes picos de tierra en un área. Al llegar allí, dichos picos habían desaparecido, pero encontraron manchas de sangre en abundancia en el sitio.

Su intuición los llevo a explorar toda el área en las cercanías, descubrieron restos de un pergamino mágico, responsable de aquellos picos de tierra que era en si una encarnación de pura magia. Pero también dieron con una herida Riha, quien aún se mantenía consciente y numerosas lesiones con sangrado en el cuerpo, fue rápidamente llevada por los rebeldes al interior de el “Corazón del Oasis” para ser tratada. El responsable de utilizar aquel pergamino no fue encontrado, más se cree que la cantidad de sangre inmensa hallada en el área, no pertenecían solo a la semihumana.

Usaron algo de la medicina “milagro Yuzquell” para tratar las heridas más críticas de Riha, la Lupian estaba a salvo, pero según los curanderos y magos sanadores, era un milagro que aún lo estuviera. Aquellos picos de tierra fueron invocados por un pergamino mágico de alto nivel, estos poseían la fuerza de penetración necesaria para atravesar armaduras pesadas de acero.

La mayor parte de las heridas de la Lupian fueron recibidas por aquellos picos invocados de tierra, y para los sanadores aquello fue un milagro, que su cuerpo no haya terminado atravesado con numerosos orificios o pulverizado en el transcurso, era realmente un hecho extraordinario.

Incluso la Lupian con sus poderes para envolver su cuerpo en acero, resistir tal daño y evitar heridas aún peores, sigue siendo un resultado que dejo perplejos al personal mágico encargado de sus heridas. Sin embargo, Riha perdió la consciencia y desde entonces lleva durmiendo desde que la trajeron en esta habitación.

Ya había caído la noche, todos los heridos fueron tratados y los muertos enterrados, se recuperaron como botín diversos materiales tanto mágicos como no dejado por los enemigos vencidos, el más destacado de ello era el arma Logiana, Ustoria, utilizada por el tercer y último Muhaqdad derrotado. Por supuesto, tal arma mágica legendaria no podía ser utilizado por cualquiera, necesitaba un usuario compatible, y hasta entonces fue guardada en un almacén con llave y vigilancia.

Alguien ingresa a la habitación, pensé que podría tratarse de la propietaria o Crok, pero al voltear a quien veo a una muchacha con cabeza de chacal, era aquella semihumana ´protectora de Amira, la Anubian Namida. Habiendo otros dos asientos vacíos en la habitación, ella elige uno y se sienta.

—Lo siento… -Dijo la Anubian.

Ella pide disculpas con sus orejas de bestia hacia abajo y un rostro que denotaba tristeza, guardo silencio un par de segundos y tomando aliento, el contexto de su oración es explicada.

—Te desprecie y odie, desconfié tanto de ti y tus compañeros, en una charla que tuvimos te forcé a “disculparte” por lo que le hicieron a Amira con respeto a su herida en el ojo, sé que estuvo mal de mi parte… ahora lo entiendo mejor —Explica la Anubian mirando a Riha —Quizás porque al ser ghrayb, resalte mi menosprecio hacia ustedes personalmente, incluso interpuse dichos sentimientos personales y solo los juzgue en base a mis emociones, yo… lo siento tanto.

La discusión que tuve aquella vez con la Anubian, la recuerdo perfectamente, en breves términos, quería que se sintiera “arrepentimiento” por lo que Riha le hizo a Amira en torno a aquel golpe en el ojo, cuya marca de herida presente en la propietaria. Desde entonces la Anubian se mostraba indiferente y distanciado de cualquier de nosotros tres.

Que ella se encuentra aquí, sentada a mi lado y disculpándose, me pregunto que habrá pasado para haber cambiado de idea luego de más un mes desde lo ocurrido, no me guardo odio por el disparo de escopeta que le en aquella ocasión, pero si por aquel momento en que no mostré ese “arrepentimiento”, pero ahora, ella admite que estaba equivocada y disculpándose con sinceridad.

En parte creo que también me pase en aquella discusión, ya que deje en claro como una amenaza que si ella, Amira o cualquiera de “El Corazón del Oasis” intentara traicionarme, pagarían las “consecuencias”. Ciertamente la traición es un punto en que sacarían lo peor de mi si alguien lo intentara, pero no creo que haya venido el caso de haber dejado ese punto en dicha conversación, o pude haberlo dicho de una forma más suave, obviamente me deje llevar por las emociones ásperas de aquella charla.

—Siento haberlos amenazado con eliminarlos si me traicionaban, supongo que me deje llevar en parte.

—Ustedes tres están lejos de su hogar, puedo entender porque desconfiarían de todos a su alrededor -La Anubian expreso —Si me alejaran de Amira, si un día despertara y estuviera en una tierra desconocida sin ella cerca, también me mostraría alarmada e intentaría volver a mi hogar por cualquier medio, no podría estar tranquila, no sabría en quien confiar, pero haría todo lo posible volver a su lado.

La semihumana con cabeza de chacal realmente resaltaba un aprecio leal por la propietaria, no era difícil para mí intuir que había más que una relación entre “ama y guardiana”, pero aquello era un tema que no me concernía personalmente. Salgo de mis pensamientos cuando Namida extiende su mano derecha para estrechar la mía.