PERSPECTIVA: Tercera Persona
—¡RPG!, ¡Segundo piso! -Exclamo Crok en voz alta para alertar a los demás.
La advertencia del hombre amazona vasto para que el esper volteara al segundo piso del palacio y se diera cuenta de los numerosos arqueros posicionados en diferentes ventanas, sus arcos tensados y listos para disparar. Rozuel abre fuego junto a Crok, Namida le sigue, algunos arqueros son abatidos, pero varios siguen vivos con sus armas tensadas y disparan todos a la vez.
Numerosas flechas son arrojadas contra el trio, pero no eran proyectiles ordinarios, magia emanaba de todas ellas, cuando impactan causan un estallido revelándose como flechas mágicas explosivas. Algunas impactan en solo un metro de ellos, pero la mayoría directamente sobre los tres, el conjunto de explosiones hizo estremecer a los rebeldes que estaban en la retaguardia.
—No puede ser… ¿acaso han…?
El líder del grupo rebelde tenía el fuerte temor de que esta fuera el fin del “Mensajero del reino de la Agonía” y compañía, que hubiesen perecido en aquel concentrado ataque explosivo de magia por flechas. Cuando el humo levantado por aquellas explosiones se disipa, el resultado deja nuevamente asombrado a los rebeldes, como también a los propios arqueros.
El trio seguía de pie, las armaduras pesadas presentaban abolladuras, su numero era igual a la cantidad de flechas que recibieron directamente en su vestimenta defensiva, algunos alcanzaron brazos, otros una pierna y la mayoría en torno al pecho.
—Me duele un poco el cuerpo… -Namida expuso.
—También lo mismo -Crok dijo por su parte.
—Siento dolor… pero nada roto -Fue el estado que Rozuel reporto.
La concentración de numerosas flechas explosivas termino alcanzando el cuerpo de los tres, pero no les dejo lesiones físicas más allá de un dolor que al principio se hizo fuerte pero eventualmente mermo hasta ser una dolencia residual tolerante.
—«Esas flechas que nos dispararon están destinadas para armaduras pesadas, pero como estas que construí fueron hechas para resistir daños de armamentos pesados” -Concluyo el esper en sus pensamientos —«Sin embargo, los daños pesados de explosivos son historia aparte, es una fortuna que esas flechas no igualaran a un lanzacohetes modernos o estaríamos jodidos».
Los arqueros se preparan para disparar otra ronda de flechas, el proyectil elegido seria el mismo que el anterior, aunque no habían logrado eliminar al trio con la primera ronda, notaron con cierta sospecha que algo efectivo fue en ellos aquella descarga explosiva y confiaron que una segunda ronda podría definirlo todo, pero en eso el trio vuelve a tenerles en la mira y a disparar.
—«No podemos permitirnos recibir otra descarga de esas flechas, las armaduras resistirán, pero no son indestructibles».
Cuanto más daño recibieran sus vestimentas defensivas especiales, más son las posibilidades de que el daño absorbido sea alcanzados hacia sus cuerpos, aunque el “Intense Iron Modo Juggernaut” de Rozuel en términos de resistencia y capacidades era superior a las armaduras de sus compañeros, también tenía su propio límite de tolerancia al daño para proteger al usuario, dicho esto, es lógico evitar o recibir la menor cantidad de ataques potentes, más del tipo explosivo.
Antes de que los arqueros llevaran su siguiente flecha a su arma, otra ráfaga de ametralladora se desata sobre ellos, varios caen en esos intervalos de segundos al ser acribillados excesivamente, con tres ametralladoras disparando desde su posición a la vez, solo un arquero consigue disparar, pero en el momento de hacerlo, había sido alcanzados por varios proyectiles.
La mayoría asesta en el pecho y uno en el brazo izquierdo, lo que desemboca que su flecha disparada sea a una dirección ajena a la que tenia en su mira, la explosión desatada tras impactar resulta ser inofensiva para el trio y sus aliados rebeldes. Las ventanas habían sido limpiadas de tiradores de proyectiles mágicos explosivos.
—Despejado -Confirma el hombre amazona en torno al segundo piso.
—Ni con mis sentidos pude percatarme de esos arqueros… -Expreso Namida con cierta frustración.
—Fue una suerte que Crok se diera cuenta y nos advirtiera a tiempo -Opina Rozuel.
—Entendí de él una palabra, “RPG”, ¿es así como llaman a los arqueros mágicos en su continente? -Pregunta la semihumana con cierta duda.
El único que había entendido aquella palabra cuando fue pronunciada por Crok, había sido Rozuel, quien lo relaciono al instante con la flecha explosiva que recibió el hombre amazona por primera vez en el pecho de su armadura. Aunque no fuese realmente un “RPG”, el termino fue una manera rápida de advertir a hostiles a distancia en las cercanías con armamento explosiva, quien en evidencia eran de naturaleza mágica.
—Digamos que es una “expresión” que nosotros comprendemos -Se excuso el esper en su defensa como respuesta para Namida.
—No lo entiendo.
—Mejor así, mucha explicación y dolor de cabeza.
Los tres y los propios rebeldes pronto avistan otro problema, en los extremos al fondo de los barracones personales del palacio, un grupo empezó a acercarse a ellos, eran lentos pero numerosos y bien equipados.
—«¿Ese árabe panzón aun guardaba un recurso problemático de último momento?».
Lentamente hacia ellos se acercaba en formación, un escuadrón de soldados compuesto por un estimado de 220 miembros, todos ellos portaban una armadura gruesa de pie a cabeza. Uno pensaría que no seria diferente a cualquier otro soldado que portaba una armadura pesada, pero aquel escuadrón difería bastante en particular.