PERSPECTIVA: Tercera Persona
Los pasos se hacían cada vez más intensos, el trio estaba preparado para luchar, tanto la bruja como el slime tenían sus armas de fuego cargadas y listo, pero serian el último recurso a usar, un disparo era igual a que el ruido tuviera la inmensa posibilidad de atraer a más guardias hacia ellos.
—«Si es una patrulla pequeña, no habrá necesidad de usar las armas de fuego y podríamos encarnarnos de ellos antes de que den la alarma al resto».
Riza priorizaba un asesinato sigiloso de las potenciales amenazas que se acercaban, con magia de viento debería poder tomarles por sorpresa y eliminar, aunque sea a dos si fuese más de uno, y alguno de sus compañeros se encargaría del resto. Aunque existe la posibilidad de que, al usar magia, aquellos rastreadores de mana pueden llegar a sentir su poder mágico y con ello abre otra posibilidad de delatar su posición. La diferencia era, que el uso de su magia conllevaba a una posibilidad menor de ser descubierto que el ruido que las armas de fuego.
—«Ya casi están aquí».
Todos buscaron en donde esconderse, si bien tal escondite no servirá cuando aquellos quienes se acercaban lleguen a su posición, pero tendrán esa posibilidad de tomarles por sorpresa. Esa fue la intención de ellos, hasta que de repente los pasos que estaban bastante cerca de ellos, cesan de inmediato.
—«Se detuvieron, ¿por qué?».
—Sabemos que están allí, no intenten atacarnos -Alguien les dijo.
La persona o grupo de personas que habían detenido su avance, les habla directamente a ellos, eran totalmente conscientes de su presencia, pero era extraño, ¿por qué no alertan al resto sabiendo que se encontraban allí ocultos?. Tanto la bruja y el slime estaban dispuesto a tomar la iniciativa, matar al más cercano a ellos, empezaron a manifestar fortalecimiento mágico para prepararse…
—Un momento, no son guardias -Jhamel lo confirma.
El Vigidente sale de su escondite y se muestra ante ellos, en eso Allum y Riza detienen su fortalecimiento mágico, salen también de su escondite junto a Tayra, todo el grupo se muestra entonces.
—Agradezco que no me atacaran.
Tres personas se encontraban frente al grupo, quien hablaba por ello era un hombre de constitución delgada con una cicatriz oblicua de corte en su nariz, vestían camisas ligeras entre marrón y negra con capucha, el único que no la traía puesto era la persona que hablaba.
—No son guardias, ¿entonces quiénes son?, ¿y qué hacen aquí? -La bruja pregunto con evidentes sospechas.
—Yo tengo una mejor pregunta; ¿quieren salir de aquí? -Fueron las palabras del hombre de la cicatriz oblicua —Por lo que entiendo, necesitan un barco y no cualquiera, uno que viaje al continente Bidual, ¿Sharya seria su punto de parada?.
Estaban bastante bien informados, podría decirse que ellos les estuvieron espiando y escuchando buena parte de su conversación, viéndose aquellos tres con notoria malicia de sospechas.
—Solo díganos, ¿a qué parte de Sharya deben llegar?.
Entregarle información a un grupo desconocido era bastante arriesgado, pero por sus palabras parecían tener lo que ellos necesitaban, considerando la situación en la que se encontraban, ¿tenían otras mejores alternativas?. Esconderse y esperar a que todo se normalice era perder mucho tiempo, quizás semanas o meses, ¿podría este grupo sospechoso ofrecer una posibilidad mejor?.
—Quíatar -Revela Riza.
Los tres individuos del grupo al oír a la bruja, se acercan entre ellos y se ponen a hablar en voz baja, ni la propia Tayra con sus atentos oídos podía entenderles, aquel trio se separa, asienten la cabeza a la vez y vuelven a mirar a los demás.
—Mi “gente” tiene preparado una embarcación con destino a Quíatar -Afirma el hombre de la cicatriz oblicua —Aunque desafortunadamente en este momento nos hace falta algo de personal “competente” para proteger lo que lleva hacia dicho reino, si ustedes están dispuestos a “ayudarnos”, ambos lados podemos salir beneficiados, ¿qué dicen?.
—¿Por qué nosotros? -Allum le pregunta.
—Nuestra “gente” vio la manera en que lograron cargarse al mago y todo el escolta restante del hijo mocoso de Palacini, sin sudar en lo más mínimo, son fuertes eso sin duda y eso nos hizo… “interesarnos” en sus cualidades de combate.
Al oír la razón detrás del interés por ello, una embarcación con mercadería sospechosa para llevar a otro continente, algunos se los pensarían más de dos veces en aceptar escoltar algo de tan índole, pero el grupo de Riza y Allum eran conscientes que ser quisquillosos en la moralidad era estúpido a estas alturas. Luego de meditarlo en tan solo menos de un minuto con el resto, la respuesta salió a relucir por el slime.
—Aceptamos “ayudarles”.
El hombre de la cicatriz oblicua con una sonrisa satisfactoria se pone su capucha y le pide que le sigan, los tres guiaron al grupo hacia otra puerta que llevaba directo a las calles del Puerto.
—«Esto es arriesgado, ¿por qué vamos por el camino donde podrían descubrirnos casi de inmediato» -Pensó la bruja.
En eso un guardia se les acerca, por su aspecto denotaba tener un rango de capitán de escuadrón, Allum y compañía estaban por atacarle, hasta que el trio sospechoso le detiene y el hombre de la cicatriz oblicua se acerca al guardia.
—Ya sabes que hacer -Le dice aquel hombre de la cicatriz al guardia y luego le entrega una bolsa cargada con Bals en su interior.
El guardia asiente su cabeza y procede a retirarse, se le escucha hablar a sus hombres para marchar hacia el lado contraria al que iban, gran parte de las patrullas de búsqueda estaban a cargo de ese capitán.