Luego de dar su discurso, Rozuel se reunió en la herrería del asentamiento junto a la Enana Thahilde Dranero, el elfo oscuro Kahley Durant, junto a un puñado de asistentes “sangre de bruja”, allí mismo también estaban Rudy, Allum, Riha y Crok.
—Anicia con Aleab intentara sacarle algo de información a esa capitana bruja, mientras tanto debemos enfocar en “hacer fuerte” a Rozdraville -Rozuel declaro.
—¿Qué tienes en mente? -Rudy le pregunto.
—Una apuesta y un experimento…
El esper mostro un pergamino que contenía un diagrama dibujado, este fue enseñado a todos, la Enana y el elfo oscuro se mostraron interesados como asombrados por su contenido.
—Ese diseño… ¿quién lo dibujo? -El hombre amazona pregunto.
—Yo, tomo AÑOS aprender a dibujar a este nivel -Rozuel responde —«Y dos vidas, literalmente».
—Esta forma… es un arma, ¿verdad? -Kahley pregunto.
—Me tienta este diseño… ¡sin duda sería algo innovador de crear! -Thahilde expresa con emoción.
Para sorpresa Rozuel no tenía un pergamino, sino hasta un total de CUATRO de ellos, cuando se mostraron los contenidos de los restantes, revela que su intención era EQUIPAR a los combatientes de Rozdraville con ellas.
—De modo que con esto los “guiaras a la victoria” -Dijo Crok.
—¡Se ven espectacular! -Comento una emocionada Lupian con el menear de su cola animal.
—Amo, ¿usted creara todo eso? -Pregunto Allum.
—No, se creará en conjunto con lo que se tenga a disposición aquí.
De ahí que el esper haya dicho que era un “experimento”, pues tenía intención de elaborar aquellas creaciones descriptas en los diagramas utilizando las herramientas y hereros de este mundo con su nivel de metalúrgica.
—Por supuesto, ayudare a la fabricación en parte de su munición, es POSIBLE realizarse, nos tomara un tiempo, pero deberíamos estar preparados para antes de la llegada del SEGUNDO GRUPO de brujas hacia el asentamiento.
La derrota de la capitana bruja y sus soldados no suponía que los ataques al asentamiento hayan cesado en su totalidad, para lo más perspicaces no era difícil suponer que antes de que Lana Mora marchara hacia Rozdraville, enviara un mensajero hacia Macur con información de su ubicación, podría decirse que era un “seguro” en caso de que fallase.
Les tomo un mes a las cazadoras enviadas por Macur el encontrar el asentamiento, entre la llegada del mensaje, la preparación de un segundo grupo por el aquelarre Wicau y su envió hacia Rozdraville, se estimaban que quizás tendrían un mes, ese era el tiempo que disponían para estar listo para rechazar un segundo ataque.
—Un mes para crear lo que hay en estos diagramas… es complicado, jamás he elaborado algo parecido -El elfo oscuro dijo.
—Es difícil y complicado, eso sin duda… pero no imposible y en esta herrería esta lo esencial -Aseguro Rozuel.
Además de los indispensables elementos como forja, yunque, moldes, fragua o tenazas, allí también contaban con una “Forja rúnica” con su propio martillo de naturaleza mágica.
—Ciertamente será complicado crear estas “armas”… ¡pero mi sangre de Enana me dicta que me arrepentiré si doy marcha atrás!, ¡cuenta conmigo! -La Enana Thahilde choca sus puños con dichosa pasión.
Por supuesto, antes de comenzar necesitaban algo esencial y básico para la creación de estas “armas”, materia prima, para ser más exacto lingotes de hierro.
—La cantidad con la que cuenta la herrería no será suficiente… eso es un problema.
—Je, entonces permíteme ofrecer la solución a ese problema –Thahilde afirmo con una sonrisa.
La Enana los llevo al edificio más grande del asentamiento, el almacén en donde se guardaba herramientas, armas y comida, al abrir sus puertas se encontraron a primera vista con pilas ordenas de las armas y herramientas, la comida estaba guardada en bodegas al fondo. Pero lo que la mujer Enana quería enseñar, era una trampilla oculta en el suelo que conducía a una bodega.
—El anterior almacén era muy pequeño y limitado, yo misma me encargue de diseñarla y construir lo que es ahora, también… agregue una bodega secreta.
Al abrirla estas tenían unas escaleras que conducían hacia abajo, con una antorcha en mano la Enana la coloco sobre un soporte para esta, lo que contenía en su interior era incontables docenas de lingotes de hierro y también de acero, en especial más lo primero, el resto quedo boquiabierto ante tal cantidad de materia prima acumulada.
—Esto es la “herencia” que papa me dejo en el lecho de su muerte -Conto con sinceridad Thahilde —Vivía en Daladar, la capital del Reino de Nagret, soñaba con convertirme en la mejor herrera de todo el reino, pero una “mujer herrera” era visto con burla y menosprecio en la cultura Enana.
Nadie tomaba en serio su talento como herrera, únicamente su padre, Thahilde nunca conoció a su madre, fue criado únicamente por su figura paternal, inculcándole en el arte de la herrería. Aun con todo su pueblo mofándose de ser una “mujer herrera”, su padre siempre estuvo ahí para apoyarla y alentarla.
—“Ser un herrero no es algo que cualquiera pueda hacerlo, pero si es un talento que puede provenir de cualquier individuo si se lo propone”.
Independientemente de su raza, sexo o clase social, el padre de Thahilde creía firmemente que quien tuviera un mínimo de conocimiento y voluntad, tendría el potencial de convertirse en un gran herrero. Ignorando las cuestiones culturales o religiosas o que limitaran el talento de estos “marginados” solo por el simple de ser quienes son y no midiendo realmente sus capacidades y talento como tal.