“Yudaz” es el termino empleado para describir a brujas considerados enemigas por todos los aquelarres, pero existe una en concreto que es titulada como la más despreciada y buscada entre todos los aquelarres, su nombre está en boca de la inmensa mayoría de las brujas en Avalia, ella es…
—Tu eres la Yudaz… ¡Alice Kyte!.
Sin previo aviso, de manera inesperada, la enigmática espía que llevaba observando a Rozuel y compañía, se revela ante ellos, la reacción del esper de manera inmediata fue el descomprimir una canica metálica a su tamaño y forma original, armándose con el AK-47 y apuntando con ella a la bruja.
Pronto le siguen en el mismo accionar Riha, Crok, Allum e incluso la bruja de pelo azul, Anicia, levantan sus propias armas apuntando contra la Yudaz, Alice Kyte no se inmutaba, se mantenía en su posición totalmente calmada e incluso sonriendo.
—Vaya giro de los acontecimientos recientes, la cara que JAMÁS creí llegar a ver… tan pronto -Opino Anicia.
—Oh, Anicia Aimshot -La Yudaz le reconoce.
—¿Eh?, ¿la Yudaz sabe quién soy?, que honor… que horroroso honor.
—Del Aquelarre Walgis, tu linaje es el que mejor se ESPECIALIZA en combate a distancia, considerando los “activos” que posee el joven a quien fuiste destinado a proteger, una decisión como anillo al dedo, jeje…
La Yudaz estaba bastante bien informado sobre la identidad de la bruja de Walgis, tanto su rol y sus capacidades de lucha, el resto de los combatientes observando que Rozuel y los suyos estaban apuntando su arma contra una mujer que apareció de la nada, replican la misma acción y apuntan sus fusiles contra ella.
—¿Amiga o enemiga? - Kahley Durant pregunto.
—Según entiendo, ella de una “Yudaz”, es la manera en que llaman a las brujas criminales en su sociedad -Thahilde contesto.
—Entiendo, ¿pero que hace una bruja criminal aquí?, no parece emitir hostilidad alguna.
—¡Bingo!... el elfo oscuro tiene razón -Afirmo la Yudaz con el realizar de pequeños aplausos burlones.
El elfo oscuro tenía un buen punto, ¿por qué una criminal como Alice Kyte se aparecería repentinamente de la nada ante ellos?, a simple vista parece estar indefensa, pero es sabido del inmenso poder que posee, podría estar aparentando estar desarmado y de improviso invocar magia escondida de alto nivel, era una enemiga temida por tal talento.
—«¿Eh?, ¿un anillo?».
La propia Lupian observa que, en un dedo de la mano izquierda de Alice, esto poseía un anillo, como era de metal, la propia semihumana poseía la capacidad de sentir el “aroma” de dicho material. Sirviéndole como un medio sensorial de información para detectar a grupos escondidos que porten armas de dicho material como espadas o incluso cosas tan pequeñas como anillos, la Lupian podría sentir su aroma e incluso también si estos poseían magia en dicho “olor”, pero he aquí una sorpresa inesperada…
—«El aroma de ese anillo… no lo siento».
Su natural habilidad olfativa con el metal no funcionaba con ese anillo, podría creer que tal accesorio no era de metal, pero a simple vista y sin duda alguna, aquello ERA METÁLICO, y de alguna forma, aquella Yudaz tenía puesto algo que para la semihumana no podía sentirlo olfativamente, ¿una audacia de la bruja o coincidencia?.
—¿Qué te trae aquí?, Alice…
—Como bien dijo el elfo oscuro, he venido como una “amiga”, o si prefieres, una “aliada”.
Viendo de quienes venían tales declaraciones, era de esperarse que todos quienes conocían a la Yudaz, se mostraran escépticos.
—¿Por qué?, ¿qué razones tendría la más infames de las brujas para ayudar a la causa de los “Sangre de bruja”? -Anicia le exigió una explicación.
—Cielos… ¿de verdad necesitan que se los diga?, ¿realmente es necesario un buen justificativo para ser su aliada?, son demasiados exigentes sinceramente.
Todos le miraron con frialdad, en especial Anicia quien mostraba un inmenso desdén y deseos de disparar su ballesta, pero respetaba la voluntad de Rozuel, y si él no atacaba primero, no lo haría ella tampoco. La Yudaz al sentir el incomodo silencio y las miradas pocos amigables de los presentes, suspira y con sus brazos a la cadera opta por “justificarse”.
—Muy bien, ya entendí, les diré la razón del porque quiero “ayudar” -Declaro la Yudaz con otro suspiro —Hace mucho pero MUCHO tiempo, cierta niña nació en una familia que heredaban una gran responsabilidad, por ello era primordial que fueran talentosas con la magia, pero… esa niña nació con un poder mágico débil, y su madre como todas sus hermanas mayores, le dieron la espalda y la abandonaron a su suerte -La Yudaz hace una breve pausa con sus manos en la espalda —Pero hubo alguien con quien siempre pudo contar, su padre, él era odiado por la madre de la niña y sus hermanas, pero el padre no abandono a la pequeña niña, cuido a su prole, defendiéndola de todas las penurias y adversidades del cruel mundo, hasta su ultimo día… dime, ¿sabes quién era esa niña y ese padre?.
Aquella pregunto la Yudaz se lo dirigió a Rozuel Drayt, quien, pensando en el relato contado por la propia bruja, dedujo entonces a quien estaba enfocado esa historia.
—Tu eres la “niña”, y ese padre era un “sangre de bruja”, ¿no es así? -Fue la respuesta del Trotamundos.
—Impresionante, es tal como es, esa es mi “historia de fondo”, mi “pasado” o como quieras llamarlo -Aclaro Alice Kyte —Yo nací por “accidente” porque mi madre un día bebió “demasiado” y se acostó con un hombre que considero atractivo, pensando que era un mago, cuando descubrió que era un “sangre de bruja”, lo rechazo totalmente, no sin antes llevarse un “recuerdo suyo”, yo…