PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
Temprano a la mañana como costumbre me dirigí al gremio para hacer un encargo que implique exterminar monstruos, necesitaba probar esta armadura encantada con la espada en un combate real, claro que llevo conmigo tanto el rifle como el resto de mi equipo por la duda las cosas salgan de control (como contramedidas seguras).
Camino a la barra tras llegar al edificio y me acerco a Hersel para preguntarle de algún trabajo de tal semejanza ya que en el tablón no había nada acorde a mi rango.
—Te tengo novedades, chico, ¿estás interesado en un encargo de Rango 3? –Me pregunta Hersel.
— ¿No se supone que como aventurero de Rango 1 estoy limitado a cumplir solamente encargos de Rango 2 o menor? –Conteste confuso.
—Hay un aventurero de Rango 2 que está haciendo un trabajo de dicho nivel y justamente ayer vino preguntando por ti, parece que quiere hacer equipo contigo.
Un aventurero pidiendo una “party” conmigo para hacer un encargo de rango 3, era algo inusual y aunque suene negativo, también sospechoso, ¿qué razones tendría alguien de querer en un grupo a un aventurero novicio como yo cuando podría hacer equipo con alguien acorde a su nivel?.
— ¿En qué consiste este trabajo? –Le pregunte a Hersel.
— ¿Por qué no se lo preguntas a él? –Me responde él mismo señalando una mesa.
Allí se encontraba sentado, bebiendo una jarra de cerveza, el hombre interesado en invitarme a ser parte de un encargo suyo de rango 3, era un sujeto alto, calvo, traía puesto una armadura ligera de cuero gris de torso a pies acompañado de un manto marrón con el que se cubría, en su dedo índice llevaba una sortija con una pequeña piedra preciosa color purpura incrustada.
— ¿Eres tu quien está buscándome? -Pregunto al individuo tomando asiento en la mesa en que estaba.
—Tú debes ser Rozuel, los rumores son cierto, eres un niño –Comenta él —Pero está bien, no tomo en cuenta la edad en un aventurero, escuche cosas fascinante sobre ti.
—¿Y esas “cosas” son más que suficiente para buscar la compañía de un aventurero novato para un encargo de Rango 3?.
—Jejeje, más de lo que crees, me llamo Mendel Orbilla, un gusto conocerte.
Se presenta amistoso extendiendo la mano para saludarme, pero deniego en estrechar la mía de momento.
— ¿De qué va este encargo tuyo? –Pregunte al aventurero.
—Al este de aquí se encuentra un pueblo llamado Corbelt, no es un poblado tan grande o popular como Argoh, pero en ese sitio se halla una de las bibliotecas más grande de todo el reino de Luthe, custodiado por eruditos que cuidan cientos de libros y otros objetos que almacenan en su haber un buen puñado de conocimientos –Explica Mendel.
—Debo suponer que este encargo se centra en la biblioteca y no será solo de cuidar unos libros.
—Supones bien, la biblioteca fue tomada hace poco por un espíritu maligno, el encargo consiste en exorcizarlo.
Nadie en Corbelt tenía los medios para hacerse cargo del espíritu, según parece mandaron a llamar a un sacerdote mago especializado en exorcismo y pese a ello fue asesinado por el ente, es por eso que llevaron este problema al gremio de aventureros y encontrar con suerte a alguien capaz de vencerlo.
Se sabe que los espíritus malignos solo pueden ser combatidos con magia, pero de ser necesaria con magia sagrada siendo esta su mayor debilidad, se teme que un espíritu pueda llegar a un enorme grado de corrupción hasta el punto de convertirse en un Gaki por la malicia que esta genera, los Gaki en si son entidades espirituales resultado de la unión de una o varias almas corrompidas por el miasma (mana oscuro), de transformarse en un Gaki, esto ya no sería un encargo de rango 3, sino 4 o quien sabe quizás hasta mayor. Dicho de otra forma, este trabajo de un modo tenía un contrarreloj.
Mendel era un mago, pero incluso su magia no estaba hecho para medirse a la talla de un espíritu maligno, lo que me deja a la duda de cómo enfrentar a tal problema.
—Yo no soy un mago y mis herramientas dudo mucho que puedan herir a una cosa que ni cuerpo tiene –Asegure yo.
—Jeje, en eso me ocupo yo –Manifestó el aventurero con mucha confianza —Sígueme.
Seguí a Mendel subiendo a las escaleras hasta llegar al segundo piso del gremio, era la primera vez que estaba allí, el lugar era más pequeño comparado abajo y lo único que había allí era un amplio mostrador atendido por un sujeto parado allí con un casco en la cabeza que cubría su rostro, había un cartel bajo el mismo mostrador que ponía “deposito”, siendo este el lugar en donde los aventureros guardan sus bienes materiales y monetarias con un límite acorde a su nivel.
Mendel se acercó al sujeto que atendía el depósito y pidió retirar un objeto en concreto suyo, el hombre del casco le pidió su “identificación como aventurero” y con mostrar el brazo para ver su marca de aventurero, el tipo del depósito asentó la cabeza y buscando abajo como si abriera cajones agarra algo que lleva al mostrador colocando a los ojos de ambos.