Metalord Revolution

CAPITULO 36 EL MALICIADO

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

 

Creía que un Gaki era suficiente para una noche, pero jamás me imagine tener tan pronto un cuchillo sobre mi cuello empuñado por un sicario adolecente, aunque técnicamente el término correcto para este mundo sigue siendo asesino.

 

—Es extraño… -Dijo el joven asesino.

 

— ¿Qué cosa? –Pregunte entre nervios.

 

—Jamás dejo que alguien me aceche, al menos que de su parte tuviera las habilidades de sigilo necesarias para hacerlo, cosa que tú en caso no posees.

 

—¿Dices que te incomoda que un niño te haya seguido sin que te dieras cuenta hasta ahora?.

 

—No se trata de incomodidad, sino del hecho extraño de que no puedo sentir para nada tu “presencia”, es como si tu cuerpo o “algo” bloqueara mi percepción de tu mana, incluso teniéndote en frente de mí, enfocando mi percepción sobre lo mágico soy incapaz de sentirlo aun.

 

El mana el nombre definido de la energía mágica por concepto es una forma de energía y es casi como el oxígeno, está en todo, incluso en seres vivientes como yo que no pueden manipularlo, los magos o incluso afinados (no magos con la cualidad de percibir magia) tienen la capacidad sensorial de detectar o sentir la presencia de otros mediante su mana, sin embargo, de acuerdo a las palabras de este chico, mi presencia es “indetectable” para él.

 

— ¿Cómo le haces?, existen muchos individuos que han empleados técnicas para ocultar su “presencia”, pero ninguna tan 100% efectiva como la tuya –Argumento el asesino.

 

—Ni yo lo sabía… hasta ahora –Conteste por mi parte —Ahora me toca a mí preguntar, ¿vas a matarme?.

 

—Hmmm… sería un desperdicio si te matara, además tengo interés en estos “artefactos” tuyos.

 

Retiro su cuchillo de mi cuello y dio unos pasos hacia mi derecha con el AK-47 en sus manos, me la quito sin darme cuenta y me apunto con ella (aunque no dispararía dado a que el arma aun esta sin reparar), inmediatamente de mi bolsillo tome una canica metálica que corresponde con la Uzi y la descomprimí a su forma normal.

 

—Devuélveme eso –Le advertí apuntándole con la uzi.

 

—Sabía que este no era tu único “juguete”, debo suponer que también eres capaz de crearlos en tamaños más pequeños y hacerlos silenciosos –Me dice devolviéndome el rifle —Antes de seguir nuestra charla me gustaría antes ocuparme de un “asunto” urgente.

 

En su cintura albergaba un cinturón con unos pequeños bolsas atadas, de una de ellas retira una pequeña botella cerrado con un corcho con un líquido blanquecino en su interior, retira el corcho aplicándose tal sustancia en la marca con forma de manzana enredada con ramas espinosas, al contacto sale vapor como si fuera agua vertiéndose en una zona muy caliente, luego vuelve a pegarse el parche blanco y se viste la camisa negra sin mangas.

 

—Esa marca en tu espalda es bastante similar a la que llevan los Gaki –Le comente.

 

—Eso es porque fue hecho por uno, la mayoría que tiende a ser víctima de un Gaki por lo general su alma es devorada o corrompido por el miasma, en mi caso sobreviví a un ataque de un “Caballero Caído”, pero la herida que la criatura me dejo… me convirtió en un “maliciado” –Explica el joven asesino —Un maliciado es aquel que ha sido marcado por un Gaki, esta marca es el equivalente a una maldición, mientras la lleve conmigo los Gaki se sentirán atraídos hacia mí, como un suculento pedazo de carne cocida.

 

—Entonces la razón por la que uno apareció aquí de repente, fue cosa de tu marca.

 

—Cierto, soy consciente del peligro que emito, pero lo mantengo bajo control gracia a este preparado mágico, con solo aplicarlo en la marca puede desaparecer su efecto atrayente en los Gaki por días o incluso semanas, por desgracia no soy consciente de cada cuánto dura hasta que me doy cuenta, es la primera vez que me pasa esto en medio del trabajo, bastante desagradable.

 

Me enojaría con él de no ser que ese Gaki me sirvió tanto para mis cometidos armamentísticos como personal.

 

—Dejando eso a un lado, dime, ¿te gustaría unirte a la orden La daga Escarlata? –Me propuso el joven asesino —Descastas bastante habilidad a tu edad para ser un no mago, con entrenamiento adecuado te volverías un asesino impecable, y más aun con esos detalle de ocultar tu presencia y esos artefactos tuyos.

 

—Paso –Rechace de inmediato.

 

—Desconozco las intenciones del porque ejerces un oficio tan peligroso a tal edad, pero con toda certeza sé que es una cuestión de dinero, ¿o me equivoco?.

 

—No lo haces, pero ser un asesino a sueldo no está en mis planes para conseguir lo que quiero.

 



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En el texto hay: reencarnaciones, armas de fuego, magia y aventura

Editado: 09.12.2023

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