PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
Tras unos enfrentamientos contra un tipo de zombi planta más fuerte que sus contrapartes lentas, conocimos a un enigmático adolecente llamado Drave Tilve.
— ¿Por qué no vienen aquí?, será menos probable que sean atacados por más de esas cosas –Aconsejo el muchacho pálido de cabellera blanca.
Hice caso a su consejo, pero antes de adentrarme a la casa donde estaba, fui a recoger el lanzallamas, para mi desgracia como los cilindros aun le quedaban bastante aceite de rana Fira en su interior, era demasiado pesado para moverlo por mi cuenta sin Intense Iron, incluso Riha no tenía chances.
—“Yo me encargare, amo” –Dijo Allum pegándose al arma.
Inmediatamente su gelatinoso cuerpo comienza a absorber el lanzallamas hasta su interior, le pregunte si esta no sería digerida como el resto de las cosas que entran dentro suyo, a lo que él responde que la misma arma se encuentra guardado en su “contenedor estomacal”, un espacio dentro de los slime que usan para guardar la comida pendiente que será devorado para más tarde, que mientras este allí no será tocado por el sistema digestivo de Allum, fue de esa manera que conservo la daga reliquia de la familia Gramwind en su interior sin hacerle nada.
Tras ocuparnos del lanzallamas, nos dirigimos al lugar donde estaba aquel muchacho, ingresamos por la puerta llegando al primer piso con extremo cuidado y alerta, no había signos de haber algún zombi adentro, avanzamos por unas escaleras hacia el segundo piso en donde nos aguardaba Drave.
—¡Hola!, espero que no hayan encontrado problema al venir aquí arriba, yo mismo me encargue de hacer este sitio lo suficiente tranquilo para descansar –Dice el muchacho.
—No pareces muy alterado o preocupado por lo que ocurra aquí, ¿cómo es que terminaste en este pueblo? –Le pregunte.
—Soy un viajero sin rumbo, viajo por todas partes, inevitablemente en mi camino termine aquí, aunque este destino no se acerca ni a lo más extraño de mis recorridos, en una ocasión me topé con un pueblo habitado por hombres lobos productos de una maldición, pero los detalles son para una larga historia y estoy seguro que tú, la tierna chica Lupian y el adorable pequeño Slime de metal no tienen tanto tiempo para escucharla.
— ¿Soy “tierna” para ti?, me sonrojas, jeje –Comenta la abochornada loba
—“Soy adorable, siiii”.
—Entonces eres como otros, llegaste en el momento menos oportuno, con los zombis teniendo ya a este pueblo bajo su muerto yugo –Le dije de mi parte.
—Sí, eso lo resume mejor –Responde el tal Drave —Al principio me encontraba dormido aquí, pero luego escuche bastante ruido venir de afuera y fue que vi cómo te enfrentabas con esas cosas con una inusual arma que escupe fuego como un dragón, podría haber intervenido, pero vi que lo tenías todo bajo control.
— ¿Duermes aquí en medio del pueblo como si nada y esas cosas no te han atacado? –Le pregunte.
—Oh, pero si lo intentaron, después de ese primer y único intento, decidieron ignorarme, fui demasiado para ellos, pobres diablos, haber terminado de esa forma, que trágico final.
—Espera… ¿cómo que “terminaron de esa forma”?, ¿estas refiriéndote a los zombis?.
—Llamarlos zombis es un buen término, aunque debo aclararte que no son “zombis” en el sentido de “no-muertos”, porque esas cosas por dentro están vivos.
—Haber si te entiendo… ¿dices que esos zombis son seres vivos?.
Drave me explico que en su confrontación contra un grupo de los mismos tipos de zombis fuertes que yo lidie, se acercó a uno lo suficiente como para colocar la palma de su mano derecha sobre el pecho de una de esas cosas, fue entonces que lo escucho, el débil latido de un corazón, el palpito de un corazón zombi, en su deducción, el adolecente cree que alguien lo convirtió en lo que es por un medio mágico.
— ¿Y en que te basas además del hecho de haber escuchado latidos en un zombi? –Le pregunte por consiguiente.
—En esto –Me arroja algo a mis manos.
Era una pequeña esfera de cristal con un tamaño similar a mis canicas de metal que uso para comprimir objetos, con una energía purpura resplandecer en su interior y raíces verdes brotando entre sus paredes de cristal que palpitaban como un corazón, mismas raíces verdosas que se podían ver en los dichosos zombis, inmediatamente después de darle un vistazo, la esfera se rompe y su luz desaparece con la raíz de su interior pudriéndose hasta volverse cenizas.
—Se destruyó por sí mismo, lo único que mantuvo estable ese núcleo mágico en mi mano sin un huésped que habitar, era mi energía mágica –Detalla Drave.