Metalord Revolution

CAPITULO 51 EL COMANDANTE FALBODIZH

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

 

El desquiciado Viktar Stain fue vencido, el Vanish responsable de su derrota cargando su inconsciente cuerpo me miraba fijamente con confianza.

 

—Parece que no era el único tras este sujeto, ¿eres un aventurero? –Me pregunta con cierta duda al ver que solo era un niño.

 

—Sí, aunque no lo parezca, lo soy, ¿hay algo de malo? –Conteste con los brazos cruzados.

 

—No, está bien seguir el camino que uno crea correcto, sin importar los impedimentos –Dijo lo último con una mirada perdida en su espada —Mas importante, el pueblo de Arkay debería de estar seguro ahora, ¿sabes si hay algún sobreviviente?, puede que no se haya logrado salvarlo a todos, pero peor es nada.

 

—Hay un refugio subterráneo en el centro del pueblo, allí se encuentran todos los sobrevivientes que lograron salvarse –Responde Riha por mí.

 

—“Y tienen rico metal” –Comenta Allum siendo yo el único en escucharle.

 

Aun con la derrota de Viktar, las cosas aún no habían terminado, eso lo sabía.

 

—Aún quedan zombis en el pueblo, tenemos que encargarnos de ellos –Sugerí al instante.

 

—No te preocupes por eso, ya me ocupe de ello –Contesta el Vanish calmado.

 

—¿Los venciste a todos antes de venir?.

 

—No, se los deje a alguien más, mejor dicho se los encargue a “ellos”.

 

No entendía muy bien de quien estaba hablando, nos dirigimos al pueblo y sin poner un pie en él, nos convertirnos en espectadores de una purga de zombis llevada a cabo por cierta poderosa organización de talla global.

 

Con amplio número de docenas a su favor, vistiendo un manto blanco sobre una cota de malla y el emblema color rojo de su pecho de la cruz patee, reconocí a los “ellos” de inmediato, eran los Templarios, una fuerza conformada con más de un centenar de soldados que se habían adentrado a Arkay aniquilando a los zombis del lugar.

 

Magos empuñando espadas, arcos, dagas, ballestas e incluso artefactos mágicos, cada grupo era dirigido por un templario en concreto que llevaba el mismo manto blanco con la diferencia de que ellos portaban encima un casco con forma de corona y su cota de malla se mostraba más grueso y pesada, por no mencionar de sus espadas o arma blanca empuñadas llevaban el emblema templario en su empuñadura, supuse que las diferencia entre ambos se debía a la cadena de mando.

 

El pequeño ejército templario usaba contra los zombis magia de fuego, dejaba entender que habían descubierto por su cuenta la debilidad de estas cosas o quizás el Vanish se los comunico al descubrirlo él por sí mismo.

 

Los soldados de más bajo rango tenían problemas para lidiar contra los zombis fuertes en número, por su ágil movimiento para evadir el fuego y sus letales contrataque a distancia. Sus superiores los de casco de corona parecen decidido a intervenir para ayudar a sus hombres.

 

Pero otro templario de mayor rango se muestra a lugar, lo note a simple vista, llevaba sobre su manto una armadura de cobre de cuerpo completo con excepción de su cabeza, era un hombre de complexión alta con un corto cabello rubio y ojos claro, un momento, yo reconocía a esa persona, me había encontrado con él antes en el bosque de Argoh, si mal no recuerdo era dirigido con el rango de “comandante”.

 

El caballero templario desenfunda su espada, una reluciente hoja de platino y capta la atención de todos los zombis fuertes restantes al manifestar su poder mágico en forma de aura cerca de ellos. Siete de esas cosas toman determinadas posiciones para rodear al hombre rubio, sus soldados al ver a su superior en problema no dudan en intervenir pero son detenidos por el mismo caballero de armadura quien levanta en alto su mano izquierda con la palma abierta diciéndoles en seña “no intervengan”, sin objeción, ellos obedecen al pie de la letra su orden.

 

Cuatro de los fuertes zombis transformando sus brazos en cuchilla atacan de manera directa cuerpo a cuerpo al caballero templario en cada uno de sus lados (de frente, retaguardia, izquierda y derecha), mientras que los 3 restantes irían por la ofensiva a distancia mediante el lanzamiento de bolas verdosas con pinchos iguales a los que usaron contra mí cuando lidie con alguno de ellos.

 

El templario se mostraba calmado, sin nervio alguno, deducía que la razón provenía de su fuerza, ¿qué tan fuerte era?, lo presencia enseguida. Desconozco si fue en un segundo o menos de eso que ejecuto un giro rápido con su espada fortalecida por su poder mágico, sus cuatro agresores se parten a la mitad desde la cintura y acto seguido se despedazan por completo junto al núcleo de su interior.

 

La fuerza de su ataque se extiende como una onda expansiva que provoca daño sobre la piel de los tres zombis restantes interrumpiendo sus intentos por atacar a distancia, antes de que comenzaran a regenerar sus heridas, aquel caballero comandante los alcanza destruyéndolos de la misma manera que los demás a cada uno de ellos, se movía a una sublime velocidad fortalecida por el aura mágica que rodeaba su cuerpo, calculaba que quizás era un mago de nivel A o mayor categoría.



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En el texto hay: reencarnaciones, armas de fuego, magia y aventura

Editado: 09.12.2023

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