PERSPECTIVA: Tercera Persona.
El tiempo de descanso termino y las rondas finales comenzaron, el primer encuentro de estas decisivas peleas fueron entre Olha Harkes (18 años) VS Liha Gramwind (18 Años).
Obviamente la victoria fue para la bruja de cabellera naranja, los detallas del combate son de menos, puesto que ella ni siquiera se batió con seriedad, Rozuel incluso noto que para la Gramwind apenas parecía un desafío estas luchas, se convirtió en la primera elegida para representar a Windaz.
El segundo encuentro final se debatió entre Julia Gatree (20 años) VS Livia Archan (14 años), al principio parecía que la bruja de mayor edad tenía el combate ganado, pero pasado los 2 minutos la cosa resuelta al revés, la muchacha de cabellera verde oliva, Livia, demuestra un versátil estilo de lucha con un arco mágico materializado por su mana, al final fue su victoria convirtiéndose la joven bruja en la segunda elegida para representar a Windaz.
Fue entonces que llego el último encuentro final, el que decidiría al tercer y restante elegido para representar al pueblo en la competencia, los combatientes eran: Zara Firaspuch (17 años) VS Rozuel Drayt (10 años).
De entre todas las competidoras, Zara era quien tenía mayor prejuicio contra él sangre de bruja, la sola idea de un hombre competir en una competencia con años de historia y cultura perteneciente a las brujas, lo consideraba algo intolerante.
Era por ello que la bruja de ojos rojos claro y cabello revuelto marrón, ansiaba este momento, para demostrar lo que no pudo con palabras, lo que haría con su poder y fuerza misma su punto en concreto, su desprecio irracional hacia él.
Situados en el área de combate, distanciados a 5 metros entre ellos, sus miradas fijas el uno del otro dejaba con claridad su intención de no perder, Rozuel pronto recuerda la charla sostenida con Liha en la hora de descanso antes de llevarse los encuentros finales.
—No pareces muy animado –Le dice Liha a un inanimado Rozuel sentado.
— ¿Qué esperabas?, al final termine siguiéndole la corriente a tu juego, eres una manipuladora muy cruel, ¿lo sabes? –Contesta el no mago.
—Oh, que dulces palabras de tu parte.
—No era un elogio, como sea, no va siendo hora de que me digas de que va todo esto, “Que un sangre de bruja compita en el evento, es mi meta en este momento”, ¿qué es lo que tanto planeas en esa cabecita tuya?, suena demasiado sospechoso.
—Hmmm… explicarlo arruinaría todo, solo digamos que es para una buena causa, sé que te sonara una respuesta bastante trivial y muy simple, pero realmente, quiero que todos lo vean –Acompaño su última oración con una honesta sonrisa.
— ¿”Que todos lo vean”?, eso me deja aún más con duda y curiosidad.
—Por ahora da lo mejor de ti, poco a poco entenderás a que me refiero, nos vemos luego Roz.
—Oye… maldición, se va y ni siquiera puede darme una mínima respuesta que se entienda.
Luego de su charla, es recibido por su madre Marian y su hermana Laiza quienes aún asombradas le costaba creer como Roz participaba en uno de los eventos de mayor honor entre las brujas.
Su recuerdo culmina en aquel instante y se centra en el presente, observando a su actual y ultima oponente dispuesta a darlo todo para ganar, Naya entra a escena y como toda arbitra explica las reglas nuevamente antes de dar por iniciado al esperado combate final que todos anhelaban ver.
Zara levanta su brazo izquierdo reluciendo en su muñeca una pulsera de metal que inmediatamente se revela como un artefacto mágico, convirtiéndose en un guantelete de color cobre con el tamaño del puño exageradamente mayor comparado a uno normal, pero no se detiene allí y manifestando su propio poder mágico, en su brazo derecho invoca otro guantelete de la misma característica con un color rojo intenso, posicionándose con un estilo semejante a un boxeador.
Zara era una usuaria centrada en el cuerpo a cuerpo, pero en sus anteriores combates solo se valió del guantelete rojo creado por su magia, el simple hecho de usar un artefacto mágico en esta ronda supuso que se guardaba lo mejor de ella para el final, Roz desde una perspectiva analítica sabía que contra él su oponente iría contra todo lo que tenía, se jugaba su orgullo.
— ¡COMIENCEN! –Declara Naya dando inicio al combate.
En un instante de una zancada, la bruja estaba con sus puños a unos míseros centímetros del chico, pero él aun conservando la compostura, porque era su reacción.
— ¡Intense Iron – Modo Knight! –Había exclamado él sangre de bruja al inicio del combate.
Los puños de la bruja golpean una y otra vez, pero no es el cuerpo de Roz el afectado, una espada encantada, el arma blanca predilecta del muchacho, con ella bloqueaba cada golpe enviado por Zara, lo lograba gracias al aumento físico otorgado por su armadura encantada en su nuevo modo.