PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
Tras la victoria del ultimo combate y convertirme de forma oficial en el tercer representante, el grupo elegido de Windaz para participar en la competencia de aquelarres finalmente estaba conformado.
Luego de ser felicitado con el inmenso público a mí alrededor y sobre todo mi familia, la Eldar acompaña el desenlace de esta pequeña serie de combates con un discurso junto a los tres ganadores a su lado, felicitándolos por nuestra victoria y a las demás por participar, por supuesto no olvidó mencionar que al anochecer se haría una celebración en nuestro honor y mañana finalmente nos iríamos del pueblo hacia el lugar donde se llevaría a cabo esa competencia.
Todo este evento finalizo para las 12 del mediodía, tiempo que me di para ir a casa y prepararme, tenía en mente preparar todo lo que necesito para el viaje y luego dormir un poco, madre y mi hermana (con Allum) se encontraban junto con casi todos los pobladores de Windaz preparando la plaza del pueblo con la decoración y los demás elementos necesario para la fiesta de la noche que sería a las 9 (dándome esa cantidad de hora para estar listo).
Eso me dejaba a mí en absoluto silencio y soledad, mientras me ponía a trabajar en la mesa de la cocina con los ajustes de la nueva munición para la escopeta, cartuchos metálicos diferenciados de la ordinaria habiendo en la especiales algunas de raya roja, otras verdes y otra amarilla, después de ello le daría un buen mantenimiento al rifle Mosin-Nagant.
—Que malo eres, parece que ni mostraste la mitad del ingenio de tus “juguetes”, guardando lo mejor para debutarlo en la competencia, ¿eh? –Me dijo una Liha apareciendo de la nada en mi hogar.
—No eres la más indicaba para decirlo, en ninguna de tus pelea fuiste en serio –Le conteste de mi parte.
—Es que de hacerlo las habría déjalo muy fatal.
—Me imagino que lo tienes planeado, ¿no?, puede que aquí hayas podido convencer al aquelarre de permitirme ser parte de esto, ¿pero qué seguridad tienes de que podrás hacerlo cuando te encuentres en frente de las brujas que manejan esa competencia?, no se quienes sean, pero si rechazan tu propuesta, eso provocaría que Windaz sea descalificada, ¿o me equivoco?.
—Para nada, tu suposición es correcta, si rechazan en aceptarte en la competencia, Windaz quedaría fuera sin siquiera participar –Responde la bruja de cabellera naranja muy tranquila y con naturalidad.
—En verdad tienes mucha confianza en ti.
—Si no lo tuviera, no estaría segura de esto, me gusta tener de antemano todos mis asuntos en orden.
Otra invitada llega a casa, una bruja adulta de larga cabellera naranja, era la bibliotecaria del pueblo, Miha Gramwind, madre de Liha y Riza.
—Hola Roz –Me saluda con su amabilidad de siempre —Mi niña, finalmente te encuentro, he preparado casi todo lo que necesitas, deberías echarle un vistazo al inventario para ver si es el correcto.
—Claro madre –Contesta Liha —Nos veremos al anochecer, en vista de que pareces bastante ocupado –Dijo mirando los objetos sobre la mesa.
Con madre e hija mayor fuera, finalmente quede solo para seguir con el asunto de mi equipo, a los pocos minutos alguien golpea a la puerta y atiendo siendo visitado por una mujer de voluminosa cadera, gran busto y pañuelo en la cabeza, era la alquimista y había llegado justo a tiempo.
—Hola Roz, traje lo que me pediste, dado a que te iras mañana, coloque todo lo que dijiste que necesitas –Dijo entregándome cuidadosamente un morral que coloca sobre la mesa de la cocina.
—Gracias por todo, ¿cuánto seria el total por los materiales? –Pregunte por la cuenta de los productos obtenidos.
— ¿Cobrarte a ti?, ¡jajaja, no es necesario!, esto va por cuenta de la casa, además es mi manera de aportar a la causa, si necesitas algo más que te resulte útil, no dudes en consultarme.
Agradecí sus intenciones y luego de despedirse, me fui a revisar el morral recibido, varios ingredientes alquímicos estaban puesto en tubos de vidrio cerrado con un corcho y colocado cada uno en tres soportes de madera diferentes, con esto a la mano, tenía todo lo que necesitaba y me dispuse a continuar trabajando con la munición y el rifle. Las horas pasaron y antes de darme cuenta ya eran las 5 de la tarde, con el sueño invadiéndome, me fui a mi habitación a dormir un rato.
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—Oye despierta, ¡despierta! –Una voz femenina me replica lo mismo una y otra vez.
Mis ojos se abren, lo primero que percibo es su rostro y su cabello verde oliva, mirándola fijamente reconocí de inmediato quien era.
— ¿Livia Archan?, ¿qué haces en mi casa?, más precisamente en mi habitación –Le pregunte.