PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
Sobre el aire a una altura de 5 metros, con la escopeta en manos, apunte a Geha protegido sobre una invocación suya, con los requisitos necesarios, jale del gatillo del arma y…
¡PUUUUUM!
El monstruoso “Big Shot” me propulso hacia atrás, el retroceso era más impresionante de lo que pensé, pero la sorpresa más abrumante fue la potencia de su disparo. El cristal por el cual Geha observaba mientras yacía en el interior de su espirano, era fácilmente atravesado, sus barreras mágicas machacados y ella alcanzada por el fuego del arma, atónica a lo que ve, de la perplejidad queda totalmente paralizada y atestigua de primera mano su final en esta competencia.
¡BOOM!
Los cartuchos especiales utilizada en la escopeta, tenía como efecto extra causar explosión sobre lo que impacta, en resumidas palabras era munición explosiva, lo que permite producir tal reacción era el contenido de su interior, mezclas de ingredientes alquímicos que con la chispa necesaria estas estallan, cuando el cartucho disparado impacta contra un objetivo, se logra esta “chispa” que activa su mecanismo de detonación.
Como muchos otros artilugios, este tipo de elemento, son empleados también por aventureros, aunque por supuesto de otra manera, utilizados para ser arrojado en pequeños frascos, la “chispa” en estos casos deben ser aportado por ellos cuando el contenido es liberado sobre algo o alguien, ya sea con magia o algún objeto con fuego a la mano.
La magnitud del daño producida por este disparo también supero mis expectativas, más aun empleando munición explosiva, toda la cabeza del inmenso gigante metálico es destrozado, no solo paso la barrera y a su usuaria, sino que siguió su trayectoria y le dejo un segundo agujero, como era de esperarse del “Big Shot”, cuya reputación se ganó al perforarse a quemarropa un tanque de guerra cuyo modelo poseía el blindaje más grueso de su época.
La explosión resultante de la munición daño todo el interior y las mismas paredes metálicas de la cabeza del gigante quedo hecho un desastre, por supuesto con la muerte de su usuaria, el espirano gigantesco desaparece por consecuencia.
Desciendo aterrizando sin problemas en el momento oportuno, pues el cuerpo empezaba a tomar fatiga de este prolongado combate, llevándome a desinvocar por voluntad Intense Iron de momento.
— ¿Me pregunto si habrá quedado algo de ella?.
Con todo ese daño, entre recibir de lleno el disparo de tres cartuchos y la explosión de por medio, no me extrañaría que quedaran solo cenizas y estas ya las haya llevado el viento.
— ¿Eh?...
Escudo un ruido, era de algo liviano que había caído cerca de mí, volteo y al acercarme veo que se trataba de una mano chamuscada, la cual por consiguiente se transforma en partículas de luz despareciendo sin dejas rastro.
—Supongo que eso responde a mi pregunta.
Recargo la escopeta (con cartuchos de munición normal) y vigilo mis lados, no veía a nadie o sentía la presencia de alguien al lugar, Allum sale de donde estaba en su forma humana trayendo consigo el rifle Mosin-Nagant.
— ¿Ganamos?, ¿amo? –Pregunto él.
—Sí, de momento ganamos… un buen respiro –Dije recostando de espalda sobre una roca
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Un buen par de minutos habían pasado, nadie nos ha atacado, ¿podría deberse a que ya no quedaban competidores?, no, deben de haberlo aún, de otro modo no seguiría aquí.
— ¡Amo! –Pronuncio Allum con un rostro atento.
Tanto él sintió lo mismo que yo, eran dos presencias juntas acercándose hacia aquí, me situé sobre una roca lo suficiente grande para ocultarme, para esperar a que se acerquen lo suficiente y tomarles por sorpresa, Allum por su parte pensaba hacer lo mismo asaltándolas desde el aire con su brazo cuchilla.
Estaban a tan solo 5 metros, si el ataque sorpresa falla, tendré que equiparme Intense Iron y prepararme para lo peor. ¡Era el momento, estaban casi sobre mí, era ahora o nunca!, salí rápidamente de mi cobertura y apunte con la escopeta a las dos brujas poniendo mi dedo en el gatillo.
— ¡Espera Roz! –Reconocí esa voz al instante.
En solo unos microsegundos pude reaccionar a tiempo para evitar ejercer presión sobre el gatillo, mirando con más atención, las dos brujas a las que casi disparo, resultaban ser Liha y Livia.
Liha se veía algo asombrada, acompañado de una mueca alegre con algo de sudor en el rostro y sus manos las tenía en alto, Livia por su parte me apuntaba con su arco con una feroz mirada.
—Casi… -Dije retirando el arma de sus caras.