PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
Una bruja se me aparece con toda confianza hacia mí, se presenta como Valee Diavantora, líder del equipo que representa al aquelarre Cognitio, el aquelarre adversario de mi equipo para la siguiente ronda de la competencia, su razón, charlar conmigo acerca de una propuesta.
— ¿Platicar? –Pregunte con un rostro dudoso.
—Sí, quisiera tener un momento para hablar contigo, ¿estarías interesado en escuchar mi propuesta? –Pregunto ella toda amigable.
¿Qué planeaba?, dado a que soy parte del equipo adversario al cual enfrentara, ¿qué es lo que planea hacer?, era difícil no sentir que con sus palabras bonitas y actitud de dama con modales, escondiera un cuchillo afilado a sus espaldas.
—No confías en mí –Comento la bruja enseguida —Y no te culpo por eso, este lugar… es todo lo que más odio.
— ¿Eh?, ¿qué quieres decir?.
—Hmmm… es cierto, olvide mencionarlo, del lugar donde procedo, sangre de bruja y brujas coexisten como individuos iguales.
— ¿Qué?...
—A diferencia de este lugar, en mi pueblo los sangres de bruja son tratados como “personas”, no “cosas”.
—“Suena simpática” –Comento Allum.
¿A qué viene eso?, ¿se supone que debo tragarme tal afirmación así como tal?, me era aún más difícil confiar en ella con cada cosa que decía, pero decidí seguirle el juego, quería ver que se traía entre manos con esa supuesta “propuesta”.
— ¿Sobre qué clase de propuesta quieres charlar conmigo? –Le pregunte.
—Una de suma importancia, al menos para nosotras, pero es mejor discutirlo en otra parte, aquí hay demasiados oídos entrometidos –Dijo la tal Valee mirando con indiferencia a las brujas que venían y pasaban cerca de nosotros.
—Oh, que interesante, también quisiera escuchar acerca de esa “propuesta” –Añadió alguien entrometiéndose en la charla.
Liha de la nada aparece a espaldas de Valee con mucho interés en nuestra conversación.
—Tú debes ser Liha Gramwind, un placer conocerte –Le saluda Valee estrechando su mano.
—Como se esperaba del aquelarre Cognitio, están muy bien informado, el gusto de conocerte es mío –Le estrecha ella la suya — ¿Y bien?, ¿podrías decirme por favor acerca de esa propuesta?.
—No tengo problema con eso, pero como dije es mejor hacerlo en un sitio con más privacidad –Sugirió Valee.
— ¿Y qué sitio seria ese? –Pregunto Liha.
—Tenemos una habitación en una posada a unas cuantas calles de por aquí, si no les importa, allí podremos charlar con más comodidad.
Esto obviamente sonaba demasiado sospechoso, y pese a ello Liha acepto gustosa la invitación sin meditarlo un segundo, nos explicó donde se hallaba la posada a la cual estaba alojada y luego se retiró siendo acompañado por aquella artilugio volador esférico.
— ¿¡Porque aceptaste así como así!? –Le pregunte molesto.
—Porque sería aburrido no hacerlo, además, ¿no tienes curiosidad acerca de lo que quiere proponerte? –Pregunto cómo toda una chismosa.
—“Yo sí” –Agrego Allum para sí mismo.
Tener curiosidad no significa correr riesgos innecesarios, no sabemos ni que traman y además estaremos en sus dominios, ¿y que si todo es una trampa?, en serio, con esta chica las cosas suceden con más complicaciones.
—En cualquier caso la invitación es para la tarde, tenemos bastante horas de sobra hasta que sea el momento –Dijo ella.
—En verdad no piensas faltar, tienes todo el interés en asistir –Agregue de mi parte.
—Pues es obvio, soy muy curiosa –Añadió en su defensa —Entonces, nos vemos para la hora acordada.
Liha se retira, por ahora, la invitación era para las 5 de la tarde, siendo mediodía, aún quedaban como cinco horas. Pensaba en retirarme de momento de aquí y volver otro día, justo cuando estaba por irme fue que note la mirada de una joven observando la biblioteca a unos cuantos metros bien alejado de la entrada.
— ¿Qué ella no es…? –Me pregunte reconociendo a esa joven.
Era la niña con heterocromía y la larga cinta envuelto en su brazo derecho, miraba con mucho interés la biblioteca, ¿si tanto le interesa el lugar porque no solo entra?, no comprendía para nada su modo de actuar.
Dos individuos semihumano se acercan a ella, uno era una mujer gato (o Cait) pelinegra portando vestiduras ligeras junto a dos dagas gemelas enfundados en su cintura y el segundo un Draconiano fortachón de cuero cabelludo rubio, de una armadura ligera que dejaba su pecho al descubierto exhibiendo sus pectorales y cargaba una pesada espada en su espalda.