PERSPECTIVA: Tercera Persona
Los huérfanos observaban desde sus lugares con ojos asombrados los acontecimientos de la ronda, el primer enfrentamiento en darse, no fue la de Roz contra Rirac, antes de que los dos se encontrasen, Livia ya estaba confrontando al ejército adversario y a una de sus generales.
—Cielos, se ve terrible –Comento Marcos en voz alta con preocupación
— ¿Qué sucede? –Le pregunta el invidente Ermando.
—Se trata de la señorita Livia, ella… está peleando con él enemigo y no le está yendo bastante bien que digamos.
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La zona de conflicto se llevaba a cabo en una plaza de la abandonada ciudad que toco como escenario, los soldados esqueletos de ambos bandos sostenían una ardua lucha entre ellos, Livia desde el techo de una iglesia destrozada, brindaba apoyo a los suyos lanzando flechas contra las fuerzas enemigas y mientras lo hacía, trataba de buscar a la verdadera amenaza del lugar.
— ¿Dónde estás?... ¿dónde te escondes?...
Se preguntaba en su cabeza buscando la presencia de la general cercana que manipulaba al ejercito enemigo, era totalmente probable que estuviese cerca, dado que para que haya una concentración de las fuerzas no-muertas en la zona se deba a la presencia mínima de un general al lugar.
—Sé que estas cerca, ¿pero dónde?, ¿dónde…
Fue entonces que la sintió, la presencia de la auténtica amenaza a la que tanto buscaba, sin embargo, la general adversaria se revela apareciendo rápidamente a espaldas de Livia, la bruja arquera captando su sed de sangre brinca en respuesta evadiendo su feroz espadazo.
Livia toma la distancia necesaria para encontrarse segura de la bruja de piel morena, ambas se miraban fijamente y ambos esperaban que alguna de las dos hiciese el siguiente movimiento, el techo de la iglesia era frágil y el primero que desencadenase su ataque destrozaría tal estructura.
—Nada mal evadiendo mi ataque sorpresa –Le elogia la bruja represéntate del aquelarre Wildsword —Siendo una bruja centrada en la lucha a distancia con arco, debo asumir que posees también una buena habilidad de percepción para encontrar con eficacia la presencia de otros a largas distancias –Dedujo ella correctamente —No te carcomas la cabeza preguntándote la razón de cómo no pudiste hallar la mía hasta que te ataque, es simple responder a eso, estamos lo suficiente entrenada para ser “sigilosas” contra individuos de tu tipo, por supuesto es molesto tener que acercarse tanto en silencio porque para hacerlo es necesario no usar nuestro mana para evitar que me “sientas”.
Por lo general para sentir la presencia de otros es necesario que el individuo en cuestión a ser percibido haga uso de su mana dar con su misma presencia, aunque aquellos que posean una notable habilidad de percepción sensorial son capaces de sentir dichas presencias sin la necesidad de que estos usen su mana para encontrarles.
Es aquí donde entra la cualidad de “ocultación” con la finalidad de usarse para evitar a los usuarios del tipo sensorial, la cualidad de “ocultar” la presencia es un rasgo aún más raro que aquellos que la sienten, los usuarios que usan “ocultación” concentran su mente y cuerpo para borrar todo rastro posible de su mana y bloquear toda percepción posible de su energía mágica con el fin de que no puedan ser percibido por ningún medio.
Sin embargo aquí se toma en cuenta los “niveles” de ocultación y percepción, es decir, si un usuario con la habilidad de percepción posee un mayor grado de su cualidad contra alguien que oculta su presencia, en consecuencia, el individuo en cuestión que oculta su presencia será sentido por el usuario del tipo sensorial dado a que su “nivel” de percepción supera al de la “ocultación” del sujeto que se oculta.
En este caso, la bruja del aquelarre Wildsword oculto su presencia y dado a que fue capaz de burlar la percepción de Livia hasta el momento en que ella ataco manifestando su mana para entonces poder ser “sentida”, demuestra en este caso que su nivel de ocultación supera a la de percepción de la bruja representante de Windaz.
—Estas en desventaja, pequeña brujita –Le manifiesta con un tono arrogante la bruja morena a Livia.
Sin embargo en su arrogancia había semejante verdad, Livia era alguien que destacaba en combates a distancia, carecía de una competencia decente en el ámbito de combate cuerpo a cuerpo y dado que ese era el fuerte de su rival, ella sabía que debía ser cuidadosa en todo momento.
—Aquí voy…
La bruja morena da el siguiente movimiento avanzando con rapidez hacia Livia, ella en respuesta flexiona las piernas y salta lo suficiente alto a tiempo para esquivar el filo de la hoja de su oponente.