PERSPECTIVA: Tercera Persona
El enfrentamiento entre dos reconocidos Aquelarres de antaño se lleva a cabo, situados en un escenario que recreaba una pradera rocosa, los miembros de cada bando adoptan la misma idea en común, separarse para tomar distintos caminos con el fin de luchar por individualidad sus batallas.
Aymie Nigme fue la primera en avistar a un oponente Khuja, la bruja de pelo verde invoca numerosas ramas a modo de gruesas cuerdas hacia la Wicau, la pelirrubia mete sus manos en el interior de su chaleco blanco y retira de su vestimenta dos empuñaduras de espadas sin hojas.
Inmediatamente como su mana sale a flote, ambas empuñaduras crean el filo al mismo tiempo y la bruja se hace con dos espadas de índole mágico, con hábil manejo corta denotando agilidad en sus movimientos todas las ramas creado por su oponente, la Khuja al ver que su rival estaba a escasos metros de ella, llama a su homúnculo tras retirarlo del frasco en su forma de piedra rombo color verde.
Lanzando tal objeto al suelo, hace acto de invocación de un ser de 2 metros exacto de altura, un humanoide corpulento de un solo ojo semejante a un ciclope, desnudo y carente de genitales, orejas puntiagudas, piel verdosa y piernas como brazos cubierto de denso pelaje y zarpas filosamente exageradas por uñas.
El homúnculo ataca con su brazo izquierdo de un garrazo a la Wicau, su fuerza como era de esperarse es monstruosa, el suelo mismo tiembla a la vez que es cortado por su extremidad, pero Aymie Nigme era más rápido que la bestia de alquimia, el ser le ganaba en fuerza bruta, pero en cuestión de velocidad, ella dominaba.
Empezó a rodear al monstruoso ser abrumándole con su rapidez, confundiéndole y haciéndole atacar erróneamente para a su vez, recibir los cortes de las doble espada de la bruja, pero el homúnculo se regenerada de aquellas heridas y en un acto de furia, usa su único ojo para disparar un rayo de energía.
—“Encantamiento Numero 247: Muro de Discordia” –Cita Aymie Nigme.
Invoca a 1 metro delante de ella, un muro fortificado de piedra que recibe el rayo del ciclope destrozando la defensa, pero habiendo esta logrado defender a su usuaria al absorber todo el daño, aquello era un encantamiento de Astado.
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Los 1000 encantamientos de Astado conferían a los Wicau un gran arsenal de habilidades mágicas, cada encantamiento era un conjuro u hechizo con su efecto propio, habiendo variedad para ser usado tanto en la ofensiva como la defensiva, tanto para herir, como aturdir o debilitar.
Cada encantamiento estaba dividido con su grado de poder o nivel, distinguiéndose entre:
GRADO D: Básicos.
GRADO C: Moderados.
GRADO B: Avanzados.
GRADO A: Poderosos.
GRADO S: Calamitosos.
A mayor grado, mayor era el mana ejercido para su utilización, pero no todos los encantamientos de un mismo nivel tienen un consumo de magia igual, la diferencia puede ser ligera o notoria.
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—“Encantamiento Numero 97: Espadas de luz”.
Un determinante número de espadas hecha de una luz amarillenta son creadas encima del homúnculo, la usuaria Wicau yacía a unos cuantos metros a su izquierda, la destrucción del muro genero el suficiente polvo en el ambiente para trasladarse rápido hacia un lado de su monstruoso enemigo y atacarle antes de ser detectada por su magia.
Su encantamiento de grado C, llama varias espadas que son clavadas en la piel del homúnculo, la luz de las hojas emitía un efecto paralizante en el ser que enlentecía sus movimientos, Aymie procede cargando contra su objetivo, pero su marcha de ataque se ve interrumpida por la Khuja quien hace uso de sus habilidades.
Del suelo brotan robustas maderas espinosas alrededor del homúnculo para hacer retroceder a la bruja pelirrubia y ramas para retiran las espadas de luz clavadas en la carne artificial del monstruo, un movimiento ejercido por su dueña la Khuja para defender a su creación.
La joven Nigme choca su mirada con la de ella y la representante Wicau enfoca su atención hacia la bruja de pelo verde llevando sus espadas hacia la Khuja, pero el homúnculo estirando uno de sus brazos de largas zarpas le interfiere y hace detener el ataque de Aymie, ahora era la creación quien defendía a su creadora. La lucha no hacía más que solo empezar.
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La segunda representante del aquelarre Wicau sería la siguiente en hallar a su oponente, usando un estilo de pelea centrado en invocaciones de espíranos y encantamientos de Astado.
Llevándonos al tercer encuentro, la joven bruja Fary Sontheil, contra la Khuja líder represéntate del aquelarre Walgis, Beganez Arboguea, una adolecente de 16 años, era la de mayor altura y peinado más largo de su equipo llegando a cubrir con un mechón su ojo izquierdo.