PERSPECTIVA: Tercera Persona
Zozo había recuperado sus recuerdos, deseaba venganza, destruir a la IAC que le había lavado el cerebro y esclavizado con una voluntad totalmente servil hacia la maquina artificial. Pero conocía su carencia de fuerzas para hacerle frente, entonces pensó en tomar el cuerpo de Mecil y con ello se haría con el poder necesario para lidiar con Pirer.
— ¡No tienes oportunidad aventurero!, ¡ahora soy mucho más fuerte y tú has perdido tu arma! –Declaro el ente demoniaco.
Con su verdadera personalidad recuperada, había desatado su auténtica forma en una aborrecible criatura de 4 metros. Además de un par de nuevos brazos, su cabeza se había deformado con un par de cuernos más grande que una lanza, las fauces de su boca se habían expandido tornándose con un filo que dejaba en ridículo a una espada ordinaria, largos tentáculos a montón surgieron de su espalda, su parte inferior se volvió equina con una piel tan dura como el acero y una serpiente escupe fuego se manifiesta como su cola. Su cristal Navum había sido absorbido hacia dentro de su morfología monstruosa.
Por su parte Mecil había perdido su espada con le explosión mágica desatada al haber dañado el cristal del pecho de Zozo. La fuerte habilidad que el representante había empleado en su lucha contra la criatura cuando yacía bajo el control de Pirer, precisaba de un arma blanca para mantenerla activa.
—Puede que mi espada haya sido rota, pero eso no significa que haya mermado mi capacidad de lucha –Aseguro el adulto mayor.
— ¿Oh?, ¿significa que no has luchado con todas tus fuerzas?, jejeje… ahora tengo más deseos de poseer tu cuerpo.
—En el instante en que ejerza mi habilidad en su forma materializada, será tu fin.
— ¡Quiero ver eso!, adelante, te hare trizas a ti y a tu orgullo, luego tomare tu cuerpo y obtendré mi venganza.
Un aura amarilla surge de las manos del representante del gremio, estas se acercan mutuamente desatando chispas de energía de dicho color. Junta las palmas y la concentración de energía en ambas se unen, al separarla crea una daga cuya hoja era completamente dorada y yacía imbuido en el mismo aura que su espada cuando fomentaba su poder.
—Con este tamaño, bastara para vencerte –Dijo con total confianza Mecil.
La declaración del hombre enfureció a Zozo, el mago al mencionar de usar sus “auténticos poderes” y materializar tal arma en manos, tomo ese acto como una clara muestra de que le subestimaba. Aquello no era todo su poder, sino una fracción de esta.
— ¡Humano insolente!, ¡te burlas de mí y por ello tu muerte será lenta y con todo el dolor posible para que lo grabes en tu alma en la otra vida!.
Fueron las declaraciones del colérico ente demoniaco y acto seguido galopea lanzándose a la ofensiva. Las manos de sus cuatros brazos se convierten en mortales cuchillas iguales a una guadaña y sus tentáculos como su cola de serpiente escupe fuego le apoyaban extendiéndose hacia el mago.
Mecil suspiro avanzando lentamente hacia Zozo y al tener a su amenazante enemigo a escasos centímetros, llega a cabo su contraataque. Con hábil velocidad y descomunal manejo de su materializada arma mágica, los tentáculos, la cola de serpiente y brazos guadañas del ente habían sido reducidos a pedazos.
Pero la peor parte se la llevo el mismo cuerpo de Zozo, el representante cargo todo su esfuerzo y vigor moviendo su daga a una velocidad casi difícil de captar al ojo humano. El filo de dorado corto a todo el demonio en cientos de porciones.
— ¡No… mi cuerpo… mi venganza… que un humano…!
La monstruosidad demoniaca estaba perplejo, emocionalmente devastado y aun rabioso, no quería reconocerlo pese a que su cuerpo yacía partido en cientos de trozos. El humano al que tanto subestimaba, le había derrotado sin mucha demora, pero Mecil no se detuvo allí, dio un último golpe más.
Concentrando una buena fracción de mana en una de sus manos, lanza una bola de energía que alcanza a todo los restos del cuerpo de Zozo. Este al contacto desata una explosión que irradiaba poder mágico, lo siguiente que se observaba en el aire era polvo esparciéndose al suelo.
—Que halles paz en el más allá, demonio vengativo –Le deseo su rival en señal de compasión.
Con su oponente eliminado y su victoria definitiva, Mecil tenía vía libre para avanzar hacia donde yacen los demás.
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PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
Tras habernos adentrados a las instalaciones subterráneas conocidas alguna vez como “Dnurke”, nos vemos envuelto en combate contra varios Golem en nuestro camino. La dirección que seguíamos nos llevaría a los prisioneros encerrados y el guía, era aquella serpiente de Navum que únicamente yo era perceptible a su existencia.
— ¡Maldición!, no las jugo –Dijo el Enano frustrado.
Al llegar a un cruce de tres caminos, una barrera hecha de Navum se forma para nuestra sorpresa y la manera en que se ejecutó, fue un plan táctico de la IAC para separarnos. Creik el Enano, Tayra y yo, estábamos posicionados en la parte delantera del cruce al surgir la barrera. Riha, Allum y Douglas se encontraban en el medio del cruce y por último, Rahul, Pitt y Alan se encontraban al final de la fila protegiendo la retaguardia.
—“No tomo su intrusión a la ligera, lo he preparado meticulosamente, al final te capturare aventurero y tus amigos perecerán, o quizás los capture también, nunca viene de más material extra para mi ejército, sobre todo la Sargaria que los acompaña” –Declaro la maquina inteligente.