PERSPECTIVA: Tercera Persona
Docenas de buscadores se adentra por primera vez a la ciudad fantasma que nunca antes fue pisada por varias décadas, desde concentradas movilizaciones a pie y hasta magos con Espíranos como monturas voladoras. Calles pavimentadas con diversas estructuras desde 4 metros, 8 metros, 10 o incluso unas pocas que llevaban a tener alturas de 12 metros.
Esta zona urbana producto de la mano de obra Enana habrá sido una envidia para muchas naciones en su época, y no es de extrañar siendo la raza por excelencia con hábiles artesanos y constructores por naturaleza. Hoy en día, esa envidiable metrópolis, estaba invadido por abundante suciedad, maleza y el deterioro del tiempo, tanto pavimento y edificaciones por igual.
Y sus actuales habitantes, las mutaciones concebidas por las elevadas dosis de Navum, habían dado por resultado una ciudad de abominaciones. Como tan repentinamente los buscadores se adentraron, las criaturas captando con sus desarrollados sentidos la presencia de los invasores, y su instinto natural básico solo dictaba una forma de actuar, “acabar con ellos”.
De entre los primera en mostrarse, resaltaba un gato demoniaco de dos cabezas con el tamaño de un león adulto, en lugar de pelaje, exhibía una piel escamosa poco frágil, de largos colmillos filosos, unas fornidas patas con garras letales y una cola cuya punta estaba compuesta por una bola carnosa de duro aspecto con pinchos a su alrededor. Tal monstruosidad fue revelada por Creik bajo el nombre de estos seres como Bipredadores.
Un segundo tipo de criatura se presenta, un gigante de 13 pies de altura con una piel putrefacta grisácea, su cuerpo salpicaba una especie de sustancia toxica verde morado. Su veneno no actuaba con efecto acido al hacer contacto con objetos inanimados como armas o armaduras, sin embargo, si este tocaba alguna prenda defensiva como una pechera, tenía la cualidad de filtrarse a través de esta y por la misma ropa hasta llegar a la piel, de allí se adentra al organismo y con su ponzoña afecta más de un órgano vital causando una fatalidad en su víctima. Varios fueron testigos de cómo buscadores con armaduras pesadas murieron de severas dolencias en cuestión de minutos tras ser sus vestiduras de metal tocados por la sustancia del ser gigantesco.
Un tercer tipo de criatura surgió, gruñía como una bestia salvaje y caminaba en cuatro patas como un can, pero su aspecto era como el de un hombre de brazos y piernas deformados para movilizarse como un cuadrúpedo, con un cuerpo cubierto de un denso pelaje rojo sangre y la parte superior de su cabeza estaba fundida con un casco de soldado hecho de hierro, dejando solo su boca visible para enseñar unas fauces inhumanas. Era Capaz de realizar saltos de varios metros, sus extremidades tanto delanteras como traseras eran poderosas y capaz de rivalizar con un mago con Fortalecimiento, y para empeorarlo, venían en manadas de 5 a 6 por grupo.
Por los alrededores también se observó la presencia de “Cazadores del Navum” y “Manipuladores del Navum”, los primeros destacados por atacar en sigilo al volverse invisible completamente y el segundo por ser capaz de agredir la mente de su víctima hasta reducirlo a ser un esclavo zombi. Pero además, también estaban los FTN, en la ciudad abandonada no difícil percibir a simple vista estos fenómenos mortales que abundaban en el área.
Aquello que se había vuelto una zona de guerra, los buscadores luchaban contra las feroces criaturas para continuar con su avance y adentrarse a la profundidad de Prayt, donde se alberga el Navum más concentrado y valioso. Rozuel y su grupo se movilizaban bajo una formación semejante a una T, con él en el centro, Allum a su izquierda, Riha a su derecha y Douglas a sus espaldas, atacando a distancias a las monstruosidades que tenían en la mira o estuvieran lo bastante cerca de ellos.
Hechizos de fuego, rayos, agua, energía explosiva, proyectiles elementales perforadores e invocaciones por doquier de familiares de apoyo albergaba los alrededores. La muerte se servía a sus anchas tanto del bando humano e semihumano como también de las abominables entidades.
— ¡Atento con uno grande! –Exclamo Coyote.
Su grupo conformado por 5 buscadores profesionales actuaron ante la siguiente presencia hostil que avistaron al frente, el gigante toxico de 13 pies de altura. Su piel putrefacta escurre de su ponzoña al agitar uno de sus brazos, los buscadores que le estaban dando lucha toman distancia para evitar tocar su veneno.
— ¡Todos, formación R! –Pronuncio aquellas palabras para sus compañeros.
Los cinco se movilizaron en sincronía, cuatro de ellos se desplegaron alrededor de la monstruosidad rodeándole, al verse la criatura en dicha situación vomita para lanzar una abundante cantidad de su veneno con trayectoria a dos de los cuatro buscadores. El dúo responde a su ofensiva con rápida movilización para evadir la sustancia nociva.
El quinto lleva a cabo su aparición en la formación, mientras los demás rodearon a la abominación habiendo conseguido captar toda su atención, él toma por sorpresa al monstruo con un ataque desde el aire. Descendiendo ágilmente, Coyote armado con su hacha a dos manos realiza un poderoso movimiento rebanando en dos la cabeza del ser.