Capitulo 1

Necesito un cambio, esta vida no es para mí, debo dejar todo esto atrás y buscar lo que me haga feliz. Pero ¿Cómo? ¿A dónde voy? No tengo a donde ir, ni la estabilidad económica como para ir y volver cuando se me antoje.

¿Por qué las cosas no son tan fáciles como en los libros y películas? Claro, antes y después del problema; aunque la mayoría de las veces este se soluciona y son todos felices.
Como sea no importa, no sé cómo voy a hacer, pero debo escapar.

-Hola, Vee- Amanda, mi amiga, hasta ahí. Últimamente estamos teniendo muchos problema, discutimos por todo, no me escucha y me ignora cuando digo algo que no le gusta, antes me enojaba y lloraba ahora no me está importando mucho en realidad. Ella es alta, pelinegra, un poco extrovertida, tiene un poco de sobrepeso y padres separados por lo que cree que su vida es la peor del mundo. Y para colmo quiere a todos bajos sus pies, y cuando pierde comienza a llorar y pedir amor para que la idolatres de nuevo y poder ignorarte otra vez.- ¿Cómo estás, cariño?

-Hola...- yo soy todo lo contrario a ella, mis problemas son míos, las pocas veces que se los quise contar ella siempre tenía algo peor, soy bastante introvertida, y cuando no me cae una persona simplemente la ignoró.

Ella ha sido mi amiga por muchos años, este es el quinto si no me equivoco, pero con el tiempo me di cuento que no me aporta nada en esta relación; digo, se supone que en las relaciones ambas partes deben ayudarse a crecer y ella no me ha ayudado, es más logra que caiga más de lo que ya estoy.

-¿Después de la escuela que vas a hacer? Yo voy a ir con Lalo a comprar un par de cosas, es tan lindo.- que mal que no te pregunte.

-Amanda, tengo que ir al aula, después nos vemos.- Escapando...así es siempre; llega, habla de ella y su nuevo novio, me deja de lado, la comienzo a ignorar, me llora, me llora por el novio, le doy bola, me vuelve a ignorar.

Es una amistad que ya no quiero, hace más de un año que estamos así y cuando quiero entablar una conversación para arreglar las cosas encuentra la forma para evadirme, ya estoy cansada.

Entró a la institución, tomó la escalera de la izquierda que lleva al segundo piso y me dirijo a mi salón, el cual está a la mitad del largo pasillo lleno de pubertos con hormonas alborotadas, ni siquiera tengo un buen cuerpo pero sus hormonas los traicionan.

Este colegio es grande, tanto las instalaciones como los patios, es una estructura vieja y hermosa, sin embargo, es como cualquier otra escuela, tiene los clásicos grupos, los clásico profesores divertidos y otros estrictos, el favoritismo en los alumnos, es como si se encontrara un mini sistema político aquí dentro.

-Buenos días, chicos.- la profesora de contabilidad llego justo a tiempo, ni un minuto más un minuto menos, dando como comenzada la clase.

No nos dio nada nuevo si no que debíamos seguir con los trabajos ya dados, al comenzar el año nos va dando ejercicio y metiendo los nuevos temas, como ya casi estamos en la última etapa del año, mi último año del secundario, no hay mucho para agregar por lo que nos dio unos veinte o más ejercicios para hacer completos (libro menor, mayor, etc.)

La clase de contabilidad terminó haciendo que cambie mi cuadernillo cuadriculado por una carpeta con hojas de línea para comenzar con los trabajos prácticos de administración de empresas, la profesora es la misma asi que no hace falta que explique su método de enseñanza; la única diferencia es que aquí los trabajos no son con números sino escribir mucho, son muy largos.

Por suerte estoy adelantada en ambas materias, esto se debe a la profesora ella hizo que ambas clases no sean densas y termine amando sus clases por más largas que sean sus actividades logrando que sea la única materia en la que me va tan bien y voy adelantada.

Después de preparar lo adecuado para la clase de administración de empresas, salgo al recreo de las diez y cuarto con mi pequeña manzana, este es el recreo "largo" -dura quince minutos- por lo que me permite traer una de estas para no andar con hambre el resto de la mañana, y me dirigí a la ventana más cercana para mirar a los diferentes grupos descansando en el gran patio del colegio.

Mi estadía escolar no es muy agradable pero no me quejo mucho, siempre preferí la soledad y más cuando quieren que finja algo para estar acompañada, eso simplemente no va conmigo, si tengo que actuar para tener amigos ¿Qué sentido tendría tenerlos? Además, me iría a estudiar actuación o a probar suerte en algún casting en vez de gastar mi tiempo y esfuerzo en gente que se cree las mentiras de la secundaria.

Tiro el carozo de manzana en el tacho del aula justo cuando toca el timbre para volver a entrar, comí con tanto cuidado que casi no me ensucie, pero de todas formas busco el potecito en mi mochila para limpiarme las manos con alcohol en gel y volver a utilizar todos mis útiles segura de no dejar nada pegajoso.

Me conecto los auriculares nuevamente y procedo a continuar con las consignas de la actividad N°16 para poder terminarla lo antes posible, esa es otra ventaja de esta educadora mientras trabajemos podemos escuchar la música que queramos, obviamente, con auriculares y sin molestar, estoy muy acostumbrada a estudiar y trabajar con ruido por lo que si no tengo música llegando a mis tímpanos me es difícil concentrarme realmente.

Luego de tener las asignaturas ya mencionadas, tocó el tercer y último recreo de diez minutos, en el cual me quede en el aula con una compañera hablando un rato y, la otra parte del tiempo, reflexionando sobre algunos aspectos de mi vida mientras fingía usar el celular.

Con muy pocos de mis compañeros me llevo bien, no quiero decir que haya una discusión en la que me meta todos los días o que soy amiga de esos pocos, sino que simplemente no me involucro en sus juegos de ver quien tiene razón más veces; aunque cuando hablo con algunos es para trabajar, reírnos un rato o debatir respetuosamente, eso sí me gusta.