ARREPENTIMIENTO

Dos días habían pasado desde que Aksel había llegado ebrio a casa y había dicho cosas que me afectaban. Dos días en donde el mayor de los hermanos intentaba hablar conmigo para disculparse. Su amigo era otra persona recurrente en la casa lo que me parecía raro, cuando llegue fue rara la vez que escuchaba de él, pero nunca lo había visto, hasta cuatro días atrás donde me le había lanzado encima.

Ahora parecía feliz de pasar aquí e intentar convencerme de que hablara con su mejor amigo.

Mi respuesta a todo esto fue sencilla.

Les cerraba la puerta en la cara y me unía a llamadas con mis amigos y novio. Había intentado hablar con Tanner, pero siempre evadía mis preguntas y no insistí más cuando estuviera listo me hablaría y me diría lo que pasaba en su vida.

- Dakota…no puedes ignorarme por el resto de tú vida – Aksel casi grita para que pueda escucharlo sobre la música que estaba escuchando – si me dejas explicarte.

Ruedo los ojos.

Primero había mandado a Ethan para que me convenciera con un gran bote de nutella para que yo accediera hablar con él, cuando vio que no funciono consiguió que Zeus llegará a mí con más dulces y varias notas que claramente deseche. Luego su mejor amigo se encargó de intentar que los dos nos juntáramos.

- Voy a decirlo una última vez, porque esta situación me está tocando los nervios y no quiero herir a nadie de gravedad – suelto molesta, Aksel me mira con pena en sus ojos – no necesito que te disculpes, lo que dijiste no lo puedes deshacer con una disculpa. No voy a preguntar las razones porque sean las que sean no me las vas a decir y si me las dices estoy segura que no me van a gustar.

- estaba ebrio – se intenta defender – no decía enserio todo lo que dije.

- yo creo que sí – me encogí de hombros – no importa, ya pasó. No quiero que te disculpes, solo quiero que me dejes de joder como si no tuvieras a más personas a las que molestar.

- no quiero estar así – su mirada es suplicante – empezábamos a llevarnos bien, Ethan esta triste…

- no metas a Ethan en esto – interrumpí – él no tiene nada que ver con lo que pasó.

Sé que está arrepentido, pero nada de eso cambiaba lo que había pasado.

Por un momento había creído que ellos iban a hacer mi estancia aquí más manejable, pero ahora creía que había algo oculto en su intención de llevarse bien conmigo y quería mantenerme a salvo de más decepciones en mi vida.

Suficiente tenía con el dolor de haber perdido mi puesto en el equipo y con las constantes peleas que tenía con Alan. Mi madre, Marcus y yo intentábamos llevar esto lo mejor que podíamos, pero las personas parecían intentar complicar eso.

O tal vez, solo era yo ahogándome en un vaso de agua.

- te lastimé – vuelve hablar Aksel – te mereces más de una disculpa por todo lo que te dije e hice.

- Aksel, basta – no quería hacer esto, solo quería calma y odiaba admitir que extrañaba hablar con él y hacer cosas divertidas – no hagamos esto más complicado.

- no quise hacerlo, estaba furioso.

- llegaste golpeado hasta la mierda – le reclame – sin dejar de lado que estabas ebrio hasta la médula.

- no pensé que las cosas se iban a salir de control – se defiende.

- no supe de ti casi dos días – me exalté, estaba furiosa por lo que dije, pero también por cómo me había sentido cuando el estúpido de mi hermanastro desapareció – agradece que fue fácil ocultarlo a tus padres.

- lo sé, lo siento.

- ¿Dónde demonios estabas? – pregunte queriendo saber quién demonios lo había dejado así.

Él se quedó en silencio debatiendo si decirme o no la verdad, al final tomo una gran bocanada de aire antes de hablar.

- con Jaden…

- ¿Quién es Jaden? – pregunte, porque Aksel parecía olvidarse que a los únicos que conocía eran a ellos y a los hermanos Rush.

- uno de los gemelos, los conocerás pronto – murmuro y me miro esperanzado,

- ¿alguna vez te dije que no quería convivir con más personas?

- varias veces – contesto y la esperanza desapareció – pero ya habías dicho que sí ibas a la fiesta de fin de año, todos quieren conocerte.

- bueno, yo siempre digo muchas cosas y después me arrepiento – me excuso de mis palabras – pero esa no es la discusión.

- tuve un problema con alguien y termino muy mal, no podía regresar a casa como estaba.

- bueno no es como si hubieras regresado mucho mejor – le reclamo.

- pensé que solo sería esa vez, bebí mucho y luego los golpes aparecieron – me explica y yo lo escucho atenta – no suelo recurrir a los golpes a menos que sea necesario.

- nunca deberías recurrir a los golpes – señalo.

- estaba furioso, William es insufrible – puntualiza y apenas hace mención al nombre mis alertas se activan.

- ¿Ethan? – pregunto temiendo que él le hiciera algo.

Para mi sorpresa no lo niega, pero tampoco lo confirma.