Mezcla Perfecta

La mezcla perfecta si existe…

No me di cuenta del movimiento que hacia mi pierna hasta que Isaac puso una mano sobre ella consiguiendo que parara por la sorpresa. Cuando lo mire, Isaac solo me regalo una sonrisa tranquilizadora antes de darle un apretón a mi pierna.

– siempre que estas nerviosa mueves la pierna – dijo mientras se encogía de hombros.

– yo…

– no quiero que le hagas un hoyo al auto – se burla.

Me quedo callada sin saber cómo reaccionar, no pensé que entre todas las personas él se daría cuenta de ese pequeño detalle que me venía atormentando y causando conflicto con muchas personas a mi alrededor.

No dije nada, solo asentí y mire por el espejo retrovisor para asegurarme que mi hermano y Zeus estuvieran bien, evitando el sentimiento que asalto mi corazón.

– ¿A dónde vamos? – pregunte, intentando que mi corazón se calmara.

– a donde tú padre jamás buscará – sonríe, mientras nos adentrábamos a las calles donde quedaba su casa.

– estoy segura que es el primer lugar donde va a buscar – digo insegura de su lógica.

– no lo harán y si van siempre tenemos la opción de escondernos – dice relajado – Tú tranquila, yo nervioso.

– ¿Lexi está en la casa? – mi hermano habla risueño haciendo que el hermano mayor de Lexi sonría tenso.

– nos está esperando – habla antes de meter el auto al garaje y cerrar la puerta – si no lo ven se irán.

– eso espero.

Los cuatro bajamos del auto y seguimos a Isaac quien se detuvo frente a una puerta, realizo una serie de golpes antes que la voz de Lexi sonora al lado contrario.

– ¿mis ancestros envían a un lagarto para ayudarme?

– Dragón, dragón, no lagarto, yo no hago so de la lengua “sssss”– dice Isaac.

– ¿Mulan? – pregunto con una sonrisa.

– Cada que una película se vuelve su favorita usamos los diálogos para usarlos como contraseñas, esta semana le toco a Mulan – contesta y yo me rio cuando veo a Lexi abrir la puerta con un Mushu de peluche en su mano.

– ya era hora – murmura Lexi tomando la mano de mi hermano y llevándolo dentro de la casa – vamos a ver Mulan…

Mientras se alejan sus voces van desapareciendo y yo me quedo viendo a un Isaac con el entrecejo fruncido.

– en algún punto de sus vidas pueden terminar juntos…– murmuro bajito haciendo que Isaac me dé una mirada de muerte.

– son solo niños…

– no por siempre – él se desespera y me mira mal.

– voy a meterla a un convento y llevarla lejos de ese niño – se encoje de hombros, contento con su respuesta toma la correa de Zeus y se lo lleva dentro.

– esos niños cuando sean grandes van a romper corazones o rompérselos entre ellos – corro para alcanzarlo – no tengo pruebas, pero dudas tampoco.

No puedo evitar disfrutar de cómo sus hombros se tensan al escucharme y seguido mira a donde su hermana está sentada con mi hermano.

– No quiero ver Mulan – habla Ethan molesto – quiero ver otra cosa.

– ¿Por qué? Mulan es una película divertida – dice Lexi cruzada de brazos.

– la hemos visto cada que hacemos videollamada – le recuerda.

– ¿ustedes hacen videollamadas? – pregunta un indignado Isaac.

– todos los días – responde Ethan sonrojado.

Lexi asiente y sin previo aviso toma los cachetes de Ethan en su mano haciendo que el menor se ponga más rojo e intente apartarla.

– me gusta cuando tus mejillas se ponen rosas – Lexi dice con ternura mientras Ethan se queda de piedra en su lugar.

Ni siquiera me percato cuando Isaac empieza a caminar, solo lo noto cuando separa a su hermana del mío con los labios fruncidos.

– bueno…bueno…creo que desde ahora vamos a establecer ciertas reglas – anunció caminando con Lexi en brazos y sentándola al otro extremo del sillón.

– estamos lejos – se queja la niña mirando a Ethan.

– sí, es una de las reglas – le informa antes de sentarse en el medio y palmear su lado para que Zeus se suba – otra es tener siempre algo en medio, de preferencia Zeus, Dakota o yo.

Me dio ternura ver la actitud de Isaac, así que fui con mi hermano quien me pedía en silencio ayuda porque estaba segura que ninguno de los dos entendía la actitud de Isaac.

– ¿estas intentando separarnos? – Ethan pregunta bajita y su mirada hace que me derrita.

– sí.

– no puedes – dice Lexi con los brazos cruzados – Ethan prometió que siempre estaría conmigo y yo prometí lo mismo.

– bueno, eso no pasara porque cuando tengas la edad suficiente haré que nuestros padres te envíen a un convento.

Isaac se cruza de brazos e intenta ignorar a su hermana, pero Ethan hace que casi se le salgan los ojos.

– me podría ir con ella – Ethan se encoje de hombros – hicimos una promesa de meñiques y nosotros no rompemos una promesa de meñiques.



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En el texto hay: mentira y secretos, romance drama, romancejuveniel

Editado: 28.09.2022

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