Cuando menos lo esperaba llegó la vida adulta, es como primero solo te preocupa si vas a pasar el año y si después de procastinar con tus tareas hasta un día antes de presentarlas te ajustará el tiempo para terminar de hacer todas; luego un día cualquiera de tu vida, sientes que eres una pelota de fútbol a la cual la vida patea cuando menos lo esperes.
Sientes que vas tranquilo por la calle pensando en tus cosas y de pronto: bum, tienes cuentas por pagar, el sueldo no te ajusta, el trabajo te mantiene fuera de casa y solo tienes un día libre a la semana, quieres descansar ese día pero sabes que tienes que hacer los quehaceres de la casa.
En conclusión: No me gusta ser adulto, pero también tiene sus cosas buenas, aún estoy esperando por descubrir cuáles son...