Hay días en los que siento que nada tiene sentido, que sería mejor no existir. Me duele el estómago y no sé por qué. Tal vez es la ansiedad que me provoca seguir respirando.
Ni siquiera tengo motivos claros para sentirme así.
Intenté mejorar, superarme un poco, pero creo que fue una mala idea.
Terminé descuidando otras cosas. Mi tiempo es insuficiente y parece que todo lo que hago está mal.
Doy mi mejor esfuerzo en todo, pero no funciona. No importa cuánto lo intente, todo siempre termina mal.
Haga lo que haga, nunca es suficiente. Siempre hay alguien que puede hacerlo mejor.
¿Vale la pena seguir existiendo?
¿Alguien me extrañaría?
Probablemente sí, entonces la pregunta es: ¿Alguien necesita que siga aquí?
Siento que me he apartado de mi familia, o al menos eso percibo.
Por algunas razones, retrasé mi entrada a la universidad. Y ahora que intenté ingresar, me dijeron "yo te apoyo", pero cuando el tiempo no me alcanza, es mi culpa porque "debí pensar mejor en eso".
El orgullo de mi familia es mi hermana. Estoy feliz por ella, por lo que logra, pero... ¿Mis decisiones importan?
Si compro algo mínimo para mí o para mi hija, fuera de la comida, me tachan de derrochadora, de alguien que no sabe administrar su dinero.
Si pago lo que debo y no me compro nada, me dicen que debería comprarme algo, porque "me vería bien" o "hace falta".
No importa lo que haga, siempre es la decisión equivocada.
Soy un adulto de 27 años, debería poder tomar mis propias decisiones sin que me digan que estoy equivocada, sin importar lo que haga.
Recuerdo una pelea con mi madre. Ese día tenía que ir temprano al trabajo, y ella me dijo el día anterior: "Yo te llevo". Pero se levantó tarde y se enojó cuando le mencioné que me había dejado esperando. Me dijo: "Si quieres irte temprano, pues levántate a las 4 de la mañana y vete caminando". Y luego, como dos semanas después, cuando me vio salir caminando, me preguntó: "¿Por qué te vas caminando?".
Mi cabeza va a explotar... o tal vez soy yo la que va a explotar. Es difícil saber cuál será primero.
Solo sé que un día... es difícil decir qué pasará. Tengo miedo de lo que podría suceder si pierdo el control.
No sé si solo lloraré o haré algo de lo que me arrepienta.
Mientras tanto, seguiré haciendo cosas hasta que mi cuerpo colapse, ya sea en el trabajo o en el camino. Da igual, solo seguiré.
Mis publicaciones suelen ser cortas y esta ya se hizo larga. Seguiré en otra más tarde. Tal vez... no lo sé. Ya no quiero nada.