Liliana:
Ayer me puse muy celoso cuando te vi junto a Leo Jiménez. Me carcomía la sola idea de que salieras con él. Siempre he pensado que Leo sólo juega con las mujeres y yo no quiero que te haga daño. Por favor linda, tú eres muy valiosa para que seas engañada por un hombre como él. Te mereces a alguien que te ame de verdad. No digo que sea yo porque ni yo mismo sé si soy bueno para ti, pero me encantaría ser el hombre a quien tú amas. Sin embargo, el tiempo lo dirá hermosa. Cuídate mucho.
Te ama, L.J.
Liliana no sabía qué decir ante tales palabras. Nadie en su sano juicio, ni borracho; le había dicho esas hermosas palabras. Casi la hacía llorar de la emoción, de alegría y placer. Liliana colocó la carta en su pecho y la abrazó con tanto amor, pero pensó—: Si no es Leo Jiménez el que me escribe las cartas, ¿quién será? —, se puso a pensar por un momento. No encontraba la forma de saber quién era su admirador secreto. ¿Cómo puede averiguarlo?