Mi admirador secreto

Un chico nuevo

 

Liliana llegó temprano a la Universidad al siguiente día de haber recibido la carta de su amado porque tenía que hacer un trabajo que no pudo hacer en casa, debido a que olvidó el cuaderno en su casillero, así que estacionó su auto y vio que no era la única en el lugar. Estaba el auto de Leonardo, ella lo podía reconocer a kilómetros porque era el mismo auto que le regalaron cuando cumplió dieciocho. Sus padres le mandaron a Estados Unidos ese auto como regalo de cumpleaños y él estaba encantado con ello. Era un Porsche negro y era tan bello. En cambio, Liliana tenía un carro pequeño de marca Peugeot de color rojo. Pero también había otro carro a la par del de él. un Mazda negro. ¿De quién podría ser ese carro?

Ella pensó que quizás Leonardo le podía ayudar con esa tarea para que no perdiera puntos o quizás la persona que portaba el Mazda negro. Así que se dirigió a su casillero para conseguir su cuaderno. Estaba a unos cuantos pasillos cuando vio una silueta cerca. No podía verle el rostro porque la luz del sol que entraba por la ventana no le permitía ver bien. Estaba abriendo su casillero para meter algo ahí entonces Liliana supo que ese era su admirador. Sin embargo, en cuanto corrió para verlo, él se dio cuenta y corrió para que ella no lo descubriera. Liliana estuvo a punto de conocer a su admirador, pero el sonido de sus zapatillas la delató. ¿Por qué era difícil saber quién era él? —Supongo que Leonardo sabe quién es él —pensó en voz alta.

Liliana se puso a pensar que quién podría ser el chico que estaba en su casillero, ¿era dueño del Mazda negro? Así que fue a buscarlo por todos los pasillos y las clases. Hasta que llegó al aula de música. Empezó a escuchar una hermosa melodía que provenía del aula. Entonces se acercó para ver quién era el que tocaba esa hermosa melodía. Liliana respiró profundo porque estaba nerviosa.

Estaba a unos cuantos pasos cuando ya no se escuchó la música y vio pasar frente a ella un chico más alto que ella, quizás de la altura de Leonardo. Todo había pasado en cámara lenta y ella se había quedado congelada al ver que delante de ella había pasado un chico de cabello castaño, de ojos verdes y personalidad de chico misterioso y a la vez tierno. Ese chico le había sonreído después de dejar su cigarrillo a un lado. Eso era lo malo, porque fumaba y eso no muy le gustaba a Liliana, pero de lo demás; ella se había quedado encantada. — Ese chico tiene que ser mi admirador secreto, ¿O no? —pensó Liliana muy enamorada.

Luego lo vio entrar a la clase y alguien la asustó poniendo una mano en su hombro.

—¡Liliana, soy yo! ¿Qué haces acá? —le preguntó Leonardo. Ella respiraba muy fuerte y rápido.

—Olvidé mi cuaderno de matemáticas y tengo que entregarlo hoy… entonces vine temprano para hacerlo, pero en cuanto llegue a mi casillero estuve a punto de saber quién era mi admirador y lo estaba buscando —le respondió.

—Esta situación nos volverá locos a todos —comentó Leonardo.

—¿Tú sabes quién es? —le cuestionó y él se quedó un momento callado.

—No Liliana, no lo sé —le respondió.

—¿Por qué es tan difícil saber quién es? —cuestionó.

—Porque es un cobarde que no puede enfrentar las cosas cara a cara y es comprensible hasta cierto punto —le respondió Leonardo.

—Leo, te expresas como si te doliera algo —le comentó Liliana. Él reaccionó.

—No me hagas caso —le dijo y luego la invitó para que se fueran de ahí y hacer la tarea de matemáticas.

Liliana no podía dejar de pensar en aquel chico que salió del salón de música. Se la pasó pensando que quizás podría ser su admirador. Pero ¿por qué él salió corriendo y luego actuó como si nada estaba pasando? Sin embargo, descartó por un rato esa idea y siguió haciendo la tarea con Leonardo. Al terminar trató de buscar a su admirador por los pasillos, pero parecía que se había escondido. Liliana fue hacia su casillero para ver si lo encontraba y cuando pasó por la esquina... alguien la había empujado haciendo que cayera al suelo, pero quién la había botado la sostuvo; sin embargo, cayó sobre ella. Liliana cerró los ojos alarmada esperando el golpe, pero al final no fue tan fuerte porque quién cayo sobre ella había amortiguado la caída. 

Liliana al darse cuenta que no se golpeó mucho, sentía el aliento de alguien y sentía un peso sobre ella, empezó a abrir los ojos despacio hasta que se dio cuenta que quien la había sostenido y cayó sobre ella, fue... quien menos se imaginó.

Liliana tenía frente a ella dos ojos avellana que la miraban con tanta intensidad. Ella jamás pensó estar en esta posición con él. El chico la veía a los ojos y luego a sus labios. Su respiración estaba un poco acelerada y estaba nervioso. Entonces al reaccionar, él se levantó rápido y dejó a Liliana confusa. ¿Por qué actuó de esa manera? Siempre fue extraño para ella. Hace un año él también le había hecho lo mismo en el baile de graduación de diversificado. Él había sido su pareja de baile porque nadie quería bailar con Liliana porque le decían "Cuatro Ojos", debido a que ella siempre había usado lentes.

Ese día él había bailado con Liliana toda la noche y cuando tuvieron que bailar una pequeña canción romántica, las cosas se pusieron incómodas. Hubo un momento en que ambos se vieron fijamente y por un instante él la iba a besar. Ese fue el mismo instante que sintió ahora, para ese entonces él no tenía novia.




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