Mi Aguafiestas Favorito

PRONTO TE CONOCERÉ

Ha transcurrido un mes desde que nos mudamos a la casa en la Antigua Guatemala, durante este tiempo Dave y yo no hemos vuelto a conversar directamente, ha cumplido su palabra de manterse alejado. Con respecto a  mis cuentas fueron pagadas, porque al ingresar a mi cuenta en línea, observo que todo los pagos están al día, por lo que que creo que mi madre y Waleska tienen mucho que ver con ésto y le han facilitado la información a Dave. 

Waleska ha cambiado con Dave impresionantemente, en cada visita que realiza, intenta hablar de él, sin embargo ignoro sus comentarios y cambió de tema de conversación. Mi madre ha abogado por él en muchas oportunidades hasta que le pedí de una manera "no muy amable" que dejara de ser su intercesora. Los niños están muy felices y disfrutan de la compañía de Dave; Alex fue inscrito en una academia de futbol y Angy recibe clases de patinaje 3 veces por semana, para todos esas actividades Dave se encarga de su traslado.

Hoy iremos a la cita con el médico, estoy muy animada porque realizarán una nueva ecografía y podremos ver a mi pequeña Luna. Mi madre y los niños no nos acompañarán, creo que todo fue un truco de Wale y Patrick, porque precisamente programaron una excursión al lago de Atitlán el día de hoy y los niños están felices por visitar el lago nuevamente y mi madre no lo hace desde hace un par de años; por lo que no quise estropearles el viaje.

-Señora Coleman, puede pasar adelante-. Mis mejillas se encienden, Dave disimula una sonrisa y yo observo a la enfermera lista para explicarle que "no soy la señora Coleman", sin embargo, el lugar está lleno de pacientes, parejas que esperan ser atendidas por el doctor y no veo adecuado tener que dar tantas explicaciones, frente a tantas personas.

-Adelante Carol, la veo mucho mejor-. El médico extiende su mano y me saluda amablemente. -Señor Coleman, que bueno que pudo acompañarnos-. -No me perdería por nada este momento doctor-. Escucho la respuesta de Dave, cuando me encamino hacía el vestidor para colocarme la bata. 

Me recuesto sobre la camilla, el médico y la enfermera empiezan su labor y luego todos observamos la pantalla de la máquina. -¿Pueden verla?-. En la pantalla aparece  la figura de mi pequeña Luna, me lleno de una enorme alegría al observar sus movimientos. Disimuladamente me giro para observar a Dave, está realmente atento a la pantalla; su mirada se ilumina y surge una enorme sonrisa en sus labios. -todo está bien señores, la bebé está a punto de nacer, por lo que hoy podemos programar la fecha de la operación-. Dave abre los ojos, realmente asustado -¿podría ser mañana mismo entonces?- sus palabras suenan atropelladas. El médico sonríe. -Así es, señor Coleman, todo dependerá de ustedes-. Dave me observa interrogante. -Dentro de 2 días doctor, aún tengo algunas cosas que preparar-. -Entonces, acompañenme, vamos a colocarla en mi agenda-. Dave me ayuda a incorporarme y puedo sentir sus manos frias; por lo que me compadezco de él. -Tranquílizate Dave, todo saldrá bien-. Dave no esperaba que me digiriera a él, pero agradece el gesto con una sonrisa. -Eso espero-. 

De regreso a casa decidimos comprar algunas cosas para la bebé, he dejado la ropa y algunas cosas que adquirí para ella en mi casa. Dave se alegra mucho ante mi  respuesta afirmativa. Nos dirigimos a un centro comercial cercano al hospital. -Díme que te gustaría que compráramos Carol-. Dave se dirige a mí al ingresar al ascensor. -Creo que primero necesitaremos ropa-. -Entonces iremos en busca de ella-.

Durante el resto de la mañana, visitamos todas las ventas de accesorios y ropa de bebés, al principio Dave estaba un poco tímido, pero, desde que le dí puerta abierta para que eligiera lo que deseaba para la niña, ha comprado como loco, ahora temo que no podamos trasladar en la camioneta, la silla para el auto, el carruaje, los juguetes la ropa, etc.. que ha adquirido. -Creo que lo demás lo pediremos en línea, ¿qué opinas?- Sonrío; Dave debe llevar entre 5 y 7 bolsas en cada brazo. -Puedo ayudarte-. -No, no quiero que te esfuerces, yo puedo hacerlo-. Giro los ojos; aún continúa con el afán de querer que parezca una inválida; sin embargo guardo silencio, observo que está disfrutando este momento y creo que se lo merece, se ha esforzado mucho y ha sido una gran ayuda para mi familia y para mí. 

Regresamos a casa, mi madre y los niños aún no han regresado. -¿quieres que prepare algo para comer?-, -Te agradezco Dave, pero me siento un poco cansanda, prefiero irme a la cama-. El asiente-. 

Cuando despierto, ya es de noche, me incorporo en la cama y escucho ruidos en la habitación. -Discúlpame, no quería despertarte-. Estoy aún adormilada; froto mis ojos para observar mejor lo que Dave hace; en sus manos tiene la ropa de la bebé y la acondiciona en un pequeño mueble que adquirió en el centro comercial y que tuvo que haber instalado durante las horas en que yo dormía. Le quito importancia con un gesto, luego Dave añade: -tu madre llamó para informarnos que vendrán hasta mañana, los niños querían visitar la feria que se celebra esta semana en Atitlán, y, pues les concedieron visitarla hoy por la noche-. Mis hijos siempre logran su cometido, son unos "negociadores de primera". Asiento. -¿quieres cenar?-. Intento ponerme de pie, pero Dave me lo impide  con un gesto de manos. - La cena esta lista, ¿que opinas si cenamos acá?-. Estoy frente a otro "negociador de primera", pero, hoy no tengo deseos de contradecirle por lo que acepto la propuesta. Cenamos y conversamos un poco de nuestras respectivas vidas, Dave me comenta de su viaje al extranjero y ambos evitamos hablar de la ruptura de nuestra relación. Finalmente Dave me pregunta sobre lo que decidiré con relación a su acercamiento con Luna. -Dave, tú podrás venir a verla cuando tú quieras, pero, entenderás que ella no puede viajar a Estados Unidos, hasta que se encuentre un poco más grande....- - o cuando tú viajes con ella-. Me sorprendo ante su comentario; pero intento demostrar naturalidad en mi respuesta. -Así es, o cuando yo pueda viajar con ella-. Dave se pone de pie y camina por la habitación -¿Te sucede algo?- -No lo se, creo que estoy nervioso-. Su preocupación me conmueve. -Te agradezco tu preocupación Dave, verás que todo saldrá bien-. Sonríe. -Carol....no quiero ofenderte, tampoco traicionar mi palabra, pero deseo pedirte algo-. -Díme-. -¿Me permites tocar tu vientre y poder sentir a nuestra hija?-. Hoy es un día diferente, especial, no siento resentimiento, estoy relajada, agradecida, emocionada, feliz....-Sí Dave, acércate-. Su mirada se ilumina y camina lentamente hacía mí. Me recuesto sobre la cama y tomo su mano; la coloco sobre mi vientre e instantáneamente la bebé se mueve en mi interior. Dave está en silencio, con los ojos cerrados, su mano tiembla y sus dedos acarician mi barriga. -Gracias Carol, jamás podré recompensar toda esta felicidad que me has dado-. Alejo su mano lentamente, me incorporo y me dirijo al baño, cierro la puerta y lloro en silencio; abrazando mi vientre y obligándome a permanecer sentada y a no correr a los brazos de ese hombre a quien tanto amo, pero al que temo que vuelva a romper mi corazón.




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