AFUERA DE LA CARCELETA

DAVE

Debe ser aproximadamente las 10:00 A.M, en este lugar todo es oscuridad, pero hemos podido calcular el tiempo, desde la última hora en que Carol estuvo aquí.

Un policia se acerca a nosotros y empieza a mencionar nuestros nombres. -A todos los que mencioné, les pido que me sigan, ya se encuentran libres-.  Todos nos miramos con una gran sonrisa. Después de haber firmado los documentos que nos entregaron, nos encontramos a la puerta de la comisaría. Waleska y su familia se encuentran esperándonos, algunos con mirada ceñuda, otros con cara de alegria, inmediatamente comienzan a preguntarnos si nos encontramos bien; cuando giro a mi izquierda, observo que Carol se sube a un vehículo, mira hacia atrás, como para cerciorarse que todos nos encontramos libres y se retira. Sé que el causante que ella no esté dentro del grupo que nos espera soy yo. 

Waleska parecer comprender lo que estoy pensando; se acerca a mí y dice. - Carol tuvo que retirarse, estuvo aquí toda la noche, gracias a su bromita y ahora quiere ir a descansar-. Lo dice entre molesta y divertida.  Todos asiente y hacen bromas. Unos que piensan darle un beso tronador cuando la vean en señal de agradecimiento, otros que tiene merecida una buena cena, y hasta otros, que se merece que le consigan un buen novio. Patrick me mira y me sonrie. Yo frunzo el ceño y él me sonrie de nuevo. Algo debe estar tramando.

Nos dirigmos en varios vehiculos, cuando ya todos se han retirado ya es más del mediodía. Llegamos al apartamento de Waleska y desde que abrimos la puerta sentimos un olor agradable a comida. Waleska sonrie y añade. -Esta chica debió haber dormido y no ponerse a cocinar, deben agradecerselo muchachos.-  Patrick y yo asentimos inmediatamente. Ahora chicos, los dejo, voy a asearme para poder ayudar a la cocinera, ustedes deben imitarme porque lo necesitan mucho. 

Patrick se aleja y regresa en unos minutos con una enorme sonrisa, yo me he quedado en la sala, pensando en la mejor manera de disculparme. -Ahora te toca Dave, sé sutil por favor. -

Entro a la cocina y Carol está concentrada en la verduras que está cortando. Debo tener cuidado, porque tiene un cuchillo en sus manos. Sonrio en mi interior, sé que no me produciria ese tipo de daño, sin embargo me ha demostrado ser una guerrillera, hermosa por cierto, y que aunque no lo introduciria en mi cuerpo,  si puede utilizarlo para amedrentarme. 

-Que olor mas agradable, tu comida huele exquisito-. -Gracias-. Son sus breves y cortantes palabras; además no se gira para hablarme directamente. Comienzo a caminar para acercarme a ella, cuando se voltea y tiene el cuchillo en la mano. -Tranquila, solo vengo a disculparme contigo por lo patán que me comporté en la comisaría, te ofrezco una sincera disculpa y mi agradecimiento por toda tu ayuda.-  Ella se encuentra en silencio y asiente. Observo que deja el cuchillo en el lavatrastos y va a tomar las verduras que ya tiene picadas. Cuando algo en mi interior me fuerza a hacer algo que he deseado desde hace unas horas atrás.  Me acerco rápido y la tomo de la cintura, ella trata de soltarse, con una mano tomo su rostro y empiezo a besarla, haciendome camino en su dulce boca, ella sigue tratando de soltarse, pero cada vez se esfuerza menos. Finalmente me empuja e interrumpe el beso, reacciono rapidamente y digo - Lo siento Carol, no pude evitarlo, lo deseaba tanto-. Y me alejo del lugar.