Me saqué el papel higienici del zapato y le di las gracias a la chica.
Salí y lo busqué pero, no habia nadie.
——Aquí estoy—salte del susto y sostuve mi pecho, que costumbre de aparecerce de la nada—vámonos —
—¡No!
——Inna, ¡no seas terca!, tienes que salir de aquí, pero primero me diras quien te trajo...
— No te lo voy a decir...
— Bien, no me lo digas pero vamonos...
Caminamos, el me sostenía de la parte media de la espalda. Bajamos con cuidado la escalera
Vaya, que caballero resultó el ogro...
— Déjame — me removí en sus manos— yo puedo sola — comencé a bajar y me sostuve del barandal con cuidado y baje las escaleras torpemente—
— NO me sigas — le advertí apuntandole con mi dedo índice —
— El solo se quedó parado en su lugar.
Yo iba a caminar pero alguien hablo muy fuerte, me dolió la cabeza
—— ¡Mi amor! Krhis, ven, deja ya a esa inmunda, vamos
—- Espera Shara
— ¡Oye tú! — le digo— Repite lo que dijiste — La mire fijamente llena de rabia, ella anteriormente estaba encima de las piernas de Krhis.
— Inna — me dijo Krhis— cálmate...
Me acerqué a ella...
——¿ Que? ¿Qué me vas a hacer? Acaso me vas a pegar... Intentalo y te mueres ahor mismo
—— No te tengo miedo estúpida... talvez... posiblemente, te de la razón... ..en una sola cosa... — la miré casi sonriendo suavemente, mientras preparaba mi puño —
— Dejame adivinar... ¿de que eres una inmunda beta? Eres un ser insignifi-
Le metí un puñetazo
— Pues esta inmunda beta, te acaba de romper la boca o mejor dicho el osico de perra. — lo miré— Y tú... deberías manejar mejor a tus prostitutas....
Me fuí
Regresé con mi grupo de amigos.
— ¡Nuestra Inna regresó!
Todos gritaron de alegría, yo me uní
— bebamos una copa más — dije— Issabella ven — la traje conmigo...
— ¿ Que pasa?
—Tu hermano esta aquí...
—¡¿Qué?!
—— ¡Issabella! Necesito una explicación ahora mismo.
Ambas nos miramos asustadas y volteamos a verlo
— Krhis! ¿ Q-Qué haces aquí?
——¡¿ Ustedes que hacen aquí?! ... Quiero una respuesta ahora...
— Pues... verás,,, hoy es cumpleaños de un amigo y pues...
—— No me dijiste nada al respecto Issabella — se escucho muy molesto pero hablando serenamente como si se controlara— Necesito que ajora mismo se vayan
— Pero Krhis
— Nada de peros, vamos
— ¿Inna? — hablo Daniel — ¿ Sucede algo? — miró a Krhis seriamente —
Ay no...
— Nada que te interese, vamonos — nos tomó de los brazos, suavemente —
— Oye Krhis, dejalas yo puedo llevarlas cuando deseen retirarse...
— Daniel, no te entrometas, cállate.
Los tres caminamos hacia la salida, noté que Daniel nos perseguía. Krhis llamó a un chofer de la mansión y nos sentamos en una banca a esperar.
— Cuando vuelva a la mansión hablaré seriemente con ustedes...
— ¿No vendrás con nosotras? — le pregunté—
Qué estupida que eres Inna.
El me miró sosprendido, pero luego cambio a serio.
— No, ustedes se iran en el auto de la mansion, yo volveré el lunes por la mañana.
Yo solo asentí, me sentía avergonzada por preguntar eso. Busque a Daniel con la mirada y no estaba, al parecer se había ido
Pasaron 40 minutos aproximadamente y el auto llegó.
— Bien chicas, vamos al auto
Issabella y yo subimos al auto, y el cjofer arrancó.
Nos despedimos de Krhis y nos fuimos.
No queria que llegara Lunes. Pero en parte sí.
¿Qué diablos me pasa?
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