Mi Alpha Protector ( #1 )

Capitulo 21 - Karen Romanov

Son alrededor de las 3:30 a.m. Estoy acostada junto a Lucas, él está profundamente dormido, rodeándome con su brazo, abrazando mi cintura. El contacto cálido de su cuerpo me da una sensación de seguridad, pero también me mantiene inmóvil, incapaz de moverme. Su respiración es tranquila, y todo parece tan en paz que me cuesta admitir que no puedo dormir, aunque claramente estoy despierta desde hace más de una hora.

Es extraño, porque cuando todo debería estar en calma, mi mente no para. La verdad es que llevo mucho rato mirando al techo, atrapada en mis pensamientos. Sé que mi hermano, en cuanto le dé hambre, buscará a su tua cantante, y eso será en cualquier momento. No quiero pensar en eso, pero sé que no puedo quedarme quieta, que no puedo ignorar lo que está por pasar. Si algo sale mal, será demasiado tarde para reaccionar.

Lucas sigue dormido, ajeno a mis preocupaciones. Su brazo me rodea con fuerza, y a pesar de todo, su presencia me da una paz temporal, como si estuviera a salvo en su abrazo. Pero no puedo quedarme ahí, no cuando tengo una tarea que cumplir. A pesar de mi necesidad de quedarme con él, de disfrutar de la calma que trae su cercanía, sé que hay algo mucho más importante. Mi hermano es lo primero, y si no me ocupo de él ahora, el caos podría desatarse en cualquier momento.

Decido actuar, aunque me cueste. Comienzo a acariciar su cara con suavidad, en un intento de despertarlo sin sobresaltarlo demasiado. No quiero que se asuste, solo que se despierte lo suficiente para entender lo que necesito de él. No puedo perder más tiempo.

-Despierta -le susurré, deslizando mi mano por sus mejillas, luego por su nariz y, finalmente, por sus labios. Al principio no hay respuesta, pero luego escucho su suave murmullo.

-Mmmmm... -dice, moviéndose un poco, sonriendo apenas. Es como si estuviera en un sueño, pero yo ya no puedo esperar más.

-Necesito salir -le dije, sabiendo que no podía ocultar mi urgencia-. ¿Me puedes hacer un favor? Bueno, en realidad, es más una petición...

Lucas, aún medio dormido, abre los ojos lentamente. Me observa con una mezcla de sorpresa y confusión.

-¿Qué pasa, amor? -pregunta, su voz aún cargada de sueño.

Lo miro fijamente, sintiendo que este momento es crucial. El tiempo corre y mi mente está ocupada en todo lo que podría pasar si no hago lo correcto. No puedo dejar que mi hermano esté solo, sin vigilancia. Si va a hacer algo impulsivo, necesito que alguien lo controle.

-Necesito que mandes a algunos de tus hombres a vigilar la puerta y las ventanas de la habitación de mi hermano... -le digo, y al ver su expresión de sorpresa, rápidamente me apuro a explicar-. Te prometo que te explicaré todo después, pero ahora mismo, por favor, haz lo que te pido. Yo iré a tomar un baño y luego saldré.

Mi voz tiembla ligeramente, no por miedo, sino por la urgencia de la situación. Sé que si no me apuro, todo podría desmoronarse. Las palabras que le dije antes a Lucas son honestas, pero el peso de la responsabilidad me empieza a aplastar.

-Pero es muy temprano... -dice él, reprochando en voz baja. Sé que lo está diciendo por preocupación, por esa necesidad que tiene de protegerme, de que estemos bien. Y me duele, porque no quiero que se sienta frustrado o culpable por tener que actuar a esta hora. Pero también sé que no hay tiempo para explicaciones más largas.

-Lo sé -le respondo, apretando suavemente sus manos antes de besar sus labios con dulzura. Mi gesto es breve, pero cargado de una súplica silenciosa. Él sabe que no lo haría si no fuera realmente importante-. Pero si no fuera por algo urgente, no te lo pediría. Me voy a duchar...

Me levanto de la cama con lentitud, consciente de que no puedo perder ni un segundo más. La puerta se cierra detrás de él, y el sonido me da una sensación de alivio. Por fin, la carga que sentía en mi pecho comienza a aliviarse, aunque todavía no esté del todo tranquila. Me dirijo al baño, cada paso me hace sentir más ligera, pero la ansiedad sigue acechando en el fondo de mi mente.

Agradezco que Lucas haya aceptado ayudarme sin cuestionarme más. Sé que hará lo que le pedí, y aunque no quiero que se sienta incomprendido, sé que es lo que tiene que hacer. Solo espero que lo que venga después no sea tan complicado como imagino.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.