Mi Alpha Protector ( #1 )

Capitulo 26 - Karen Romanov

-Claro que alguien me ayudó -dijo Drack, levantándose con dificultad del suelo después del golpe que le había dado. Su rostro estaba marcado por la ira y el dolor, pero eso no lo detuvo. Con una rapidez inusitada, intentó golpearme de nuevo, pero esta vez, estaba preparada. Con un movimiento rápido, agarré su brazo antes de que me alcanzara y lo torcí violentamente hacia atrás. El sonido de sus huesos crujió, y su cuerpo cedió, haciéndolo caer de rodillas frente a mí. Mi mirada fría lo atravesó, no con pena, sino con una indiferencia absoluta.

-Quiero un nombre -dije con voz baja, pero cargada de autoridad. La fuerza en mis palabras hizo que su cuerpo temblara, más por el dolor que por el miedo-. ¡Nombre! -grité, apretando con más fuerza su brazo, hasta que sentí como si sus huesos pudieran romperse bajo mi agarre.

Drack soltó un gemido de dolor, intentando respirar con dificultad mientras sus ojos luchaban por mantener la calma, pero era obvio que no podía evitar la presión que ejercía sobre él.

-Fr...fra...ches...ka -dijo entre quejidos, la voz quebrada y temblorosa. Su cuerpo se sacudía de dolor, pero no le solté el brazo. Aunque solté un poco mi agarre para darle espacio a que hablara, no lo dejé escapar. Cada palabra que pronunciaba lo desgastaba más, cada segundo que pasaba bajo mi control lo debilitaba, pero yo no tenía piedad. No lo soltaría hasta obtener lo que quería.

-¿La hermana de Laura? -pregunté, incrédula, mi voz apenas un susurro de incredulidad. No podía creer lo que acababa de escuchar. La rabia, el asco y la confusión invadían mi pecho. Drack asintió con dificultad, como si cada movimiento le costara.

-Sí -dijo finalmente, tratando de liberarse, pero sin éxito-. Ella se acostó conmigo antes de que empezara a entrenarte. Según ella, yo soy su "tua cantante"... pero no lo soy. Mi verdadera pareja está muerta por culpa de Grayson -dijo con un odio palpable en su voz, sus ojos clavados en los míos.

La incredulidad me golpeó como un maldito martillo. Mi mente no podía procesar lo que me decía. No solo estaba hablando de traición, sino de algo mucho más retorcido. De un enredo de mierda.

-¡¿Qué mierda?! -exclamé, mi tono de voz aumentando a medida que la ira se apoderaba de mí. Mis manos temblaban por la furia contenida-. ¡¿Cómo vergas eso es posible?!, ¡¿Ibas a violar a Laura y ella te dejó libre porque según eres su pareja destinada?!, ¡En serio, son tal para cual!, ¡Los dos están locos y jodidos, la pareja perfecta!, ¡Dos bastardos hijos de puta que no piensan en nadie más que no sean ellos mismos! -rugí, demasiado molesta para seguir hablando con coherencia. Mi cuerpo ardía, y mis ojos, llenos de furia, brillaban con intensidad. Cada palabra que salía de mi boca era como un golpe, cada palabra aumentaba la violencia en mi interior.

Drack me miraba con una mezcla de desdén y odio, pero yo no le prestaba atención. Todo lo que salía de su boca solo me hacía más rabiosa. No tenía tiempo para juegos ni para explicaciones. Solo quería acabar con él.

-Todo es un maldito enredo... -dijo Drack, escupiendo con desprecio-. Se supone que eres humana, pero esos ojos... No se confunden entre nosotros.

Me levanté en un suspiro, mirando hacia el horizonte por un segundo. Me sentía cansada, harta. La rabia seguía en mis venas, pero mi paciencia se agotaba.

-¿Y qué quieres que haga? -dije, mi voz cargada de desdén-. ¿Crees que me importa una mierda? Ahora solo quiero matarte y volver a casa...

Me acerqué a él de un solo salto. En el aire, me preparé para lo que venía. Cuando caí sobre su cuerpo, pude sentir sus manos intentando zafarse de mi agarre, sus garras arañando mis brazos mientras su rostro se retorcía de rabia. Pero no era suficiente. Su lucha solo hacía que el momento fuera más intenso.

Con un giro brusco, le enterré los colmillos en el cuello. Drack gritó, pero su grito se ahogó rápidamente cuando mis colmillos perforaron su piel. No sentí compasión. La ira nublaba mis pensamientos, y no podía ver nada más que la necesidad de venganza. Arranqué un trozo de su cuello, la sangre brotó en un chorro caliente que me bañó, pero no me detuve. Lo único que importaba era su muerte.

Drack dejó de moverse en mis brazos. Ya no luchaba. El brillo en sus ojos se apagaba lentamente mientras la vida se le escapaba. Sus respiraciones se fueron apagando, cada exhalación más débil que la anterior. Finalmente, cayó inerte, su cuerpo pesado en mis brazos.

Escupí la piel que había arrancado de su cuello con asco, dejándola caer a un lado. La sangre manchaba mis manos, pero no me importaba. Me levanté de su cuerpo, sintiendo el peso de la rabia en mi pecho. La furia seguía latente en mi sistema, no había sido suficiente para calmarme.

Me acerqué a Max, mis colmillos desvaneciéndose poco a poco mientras mi mirada seguía fría y calculadora, como si todo esto fuera solo otro paso en mi camino. La furia seguía ardiendo en mí, y no sabía si algún día podría calmarla por completo.

Pero lo único que sabía, era que Drack ya no era una amenaza.

Max me mira con miedo mientras me acerco, maldigo no haberme puesto el conjunto blanco que había pensado antes. Me acerco a él, mi paso firme, pero algo más calmado.

-Max, una pregunta. -El asiente apenas, visiblemente tenso. -¿De qué color están mis ojos? -Pregunto, tratando de calmarme, mientras limpio mi boca con el dorso de mi mano, quitando cualquier resto de sangre de la confrontación.

-Ve...rdes con... rojo luna. -Responde entrecortadamente, su voz temblando por el miedo.

Maldigo en voz baja al ver que el sol ya ha salido.

-¡Mierda! Mis hermanos... -Me quejo, mirando alrededor. -¡Traigan eso!, Me quito el tiempo y ya no puedo buscar otra cosa. -Les ordeno a los otros que me siguen de cerca.

-Sí, Luna. -Responden al unísono, y se dispersan para cumplir mi orden.

Max intenta retroceder, temeroso, y me acerco con pasos calculados. Él sigue retrocediendo, su respiración agitada, pero intento calmarlo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.