Marissa O'Conner
Todos ellos son increíblemente divertidos, tienen una relación tan linda como hermanos. Nos encontramos en la sala de la casa, y como es habitual, Karen y Arturo estaban riendo mientras golpeaban a Zack, que había cometido un error al marcar a Laura sin avisar antes o, al menos, sin consultar. Pero claro, para Zack, no hacerlo era algo completamente natural, aunque para los demás era un tema serio, sobre todo cuando Laura se vio involucrada.
Ahora, Laura está curando las heridas de Zack, mientras que Karen y Arturo se hacen los inocentes, como si no tuvieran nada que ver con lo sucedido. Me hace sonreír, pero no puedo evitar pensar en cómo la situación se ha complicado.
Quiero hablar con él, lo deseo. Es más, necesito hablar con él. Quiero que confíe en mí, que sepa que pase lo que pase, puede contar conmigo. Mi deseo es tan grande que me hace sentir un nudo en el estómago. Pero también sé que debo darle su espacio, no quiero que se sienta presionado por mí, ni por nadie más. Quiero que sea libre, que pueda pensar con claridad y tomar sus decisiones sin ninguna carga. Por eso, me mantengo a una distancia prudente de él, sin acercarme demasiado, para no incomodarlo.
A pesar de mis esfuerzos por mantener el control de mis pensamientos y emociones, mis labios no pueden evitar soltar las palabras sin mi consentimiento. Como si mi mente estuviera un paso atrás de mi cuerpo.
-¿Podemos hablar? -le pregunto, sin mirarlo, solo alcanzando a verlo de reojo, lo suficiente como para poder captar su reacción. Su respuesta es una ligera inclinación de cabeza. Asiente y me hace una señal para que lo siga hacia el jardín trasero, donde el aire fresco nos recibe.
~ Por favor, Diosa, ayúdame ~ pienso, mientras mis dedos juegan nerviosos con la tela de mi camiseta, sintiendo una mezcla de incertidumbre y esperanza.
*****
Arturo Grayson
No sé qué decir, para ser sincero -dije luego de un rato, mirando al suelo, completamente atrapado en mis pensamientos. Nos encontrábamos envueltos en un silencio sepulcral. No era incómodo, pero el peso de la situación lo hacía demasiado molesto para mí. La quietud del momento me presionaba el pecho, como si las palabras se estuvieran ahogando en mi garganta.
Yo sí... -contestó ella, al fin mirándome. Desde que salimos al jardín, no me había mirado ni una vez, y solo jugaba con sus manos de manera nerviosa. Mi mirada no podía despejarse de ella, pero lo que más me sorprendió fue el brillo en sus ojos, como si ella estuviera peleando con algo más profundo, algo que no podía verbalizar.
-Yo... No quiero que te sientas presionada de ninguna forma... -continuó, ahora con una sonrisa tímida en los labios. No me había visto directamente hasta ese momento, y aunque parecía calmada, sus ojos reflejaban una mezcla de inseguridad y emoción contenida. Algo dentro de mí se removió al ver esa vulnerabilidad-. No sé quién sea ella... ¿Lorena? -Cuando mencionó ese nombre, mi estómago se tensó de inmediato. Algo en mi interior se revolvió con fuerza, como si una parte de mí estuviera tratando de escapar, de evitar lo que sentía-. Pero debió ser alguien muy importante para ti si te pusiste de esa manera... -continuó, su voz ahora temblorosa, como si tratara de calmarse a sí misma. Yo, en cambio, solo escuchaba, sintiendo el peso de sus palabras mientras me invadía una sensación de temor y responsabilidad.
Ella se quedó en silencio por un momento, mientras yo pensaba en lo que había dicho, buscando las palabras adecuadas para decirle lo que sentía. No quería que se confundiera, no quería que pensara que era solo un juego para mí.
-Solo quiero que sepas unas cosas... -dijo con un tono firme, pero su voz traicionó su nerviosismo cuando la escuché temblar un poco. Era obvio que había algo más, algo que no quería decir, pero sentía que debía. Yo, en cambio, permanecí en silencio, observándola mientras sus palabras me golpeaban suavemente, llenándome de una necesidad de comprender.
≈ La primera, yo no quiero reemplazar a nadie que fue o es importante para ti... -su voz era suave, pero sus palabras fueron claras. No era un reemplazo. Lo entendí perfectamente. No quería ser una sombra de lo que había sido, quería ser algo real, algo que valiera la pena.
≈ La segunda, que seas mi mate es una cosa, pero no te obligaré a estar a mi lado; eso es decisión tuya -sonrió levemente, esa sonrisa que aún conservaba un toque de inseguridad, pero que revelaba tanto de lo que sentía. Estaba dando todo lo que tenía, sin pedir nada a cambio, solo quería lo mejor para los dos.
≈ La tercera, me gustaría que me dieras una oportunidad para intentar lo nuestro... No te estoy diciendo que me la des porque sí, no, te la estoy pidiendo para ganarme tu amor -dijo con una mirada decidida y firme. Aunque su voz temblaba un poco, sus ojos reflejaban una determinación que me dejó sin aliento. Sabía que estaba siendo sincero. Sabía que estaba poniendo todo lo que tenía en esa confesión, y yo no podía quedarme indiferente.
La sorpresa me paralizó por un instante. ¿Una mujer loba me iba a dejar "libre"? ¿Cómo podía hacer eso? ¿Por qué lo haría?
-¿Por qué? -pregunté, sin poder evitarlo. Las palabras salieron de mi boca como un susurro, y mi mirada se mantuvo fija en la suya, buscando respuestas en esos ojos que ahora parecían brillar con una mezcla de calma y pasión.
Ella hizo una pequeña pausa antes de acercarse un poco más a mí. Me sentí invadido por su cercanía, por la calidez de su respiración, pero estaba demasiado absorto en sus palabras como para retroceder.
-Mmmm... -dijo, acercándose más, con una sonrisa suave y sincera-. Porque te amo... -respondió, sus ojos iluminándose con una suavidad que me dejó sin palabras-. Porque quien ama no amarra, deja libre; porque quien ama no impone cosas, espera la aprobación o apoyo de la otra persona, la persona amada. -Sus palabras resonaron en mi pecho, y por un momento, todo lo que conocía se desvaneció en un torrente de emociones-. Quien ama no busca control, busca entendimiento, compañía. Y yo solo quiero que lo sepas. -Su pequeña sonrisa nerviosa nunca desapareció, y sus mejillas estaban suavemente sonrojadas, haciendo que mi corazón se acelerara sin control.
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Editado: 12.05.2025