Mi Alpha Protector ( #1 )

Capitulo 42 - Lucas Thunder

Estoy despertando de a poco, mi mente algo embotada, pero al instante, el aroma familiar de fresas y tierra mojada de Karen llena mis pulmones, dándome una sensación de calma que no había sentido en mucho tiempo. Mi primer pensamiento es que me siento completamente aliviado, al menos por ahora. Abro los ojos rápidamente, con la esperanza de encontrarla junto a mí, y allí está. Ella está dormida a mi lado, tranquila, como si todo estuviera bien en el mundo. Sonrío con amplitud, una sonrisa que me nace sin esfuerzo, y me acerco a ella para besar su frente con suavidad, como si de alguna manera esa simple acción pudiera garantizarme que todo estará bien.

Mis manos se mueven por impulso, y sin pensarlo, coloco nuestras frentes juntas, como un anhelo desesperado de sentirla más cerca, de poder asegurarme de que no hay peligro, de que todo está bien. Karen se mueve un poco, como si estuviera incómoda, pero al final abre los ojos lentamente. Al verme, su rostro se suaviza, y sin pensarlo, me abraza con fuerza, acurrucándose contra mí como si yo fuera su refugio en medio de una tormenta. Mi cuerpo responde automáticamente, rodeándola con mis brazos sin pensarlo dos veces. No sé qué está pasando, pero la necesidad de sostenerla, de tenerla cerca, es tan fuerte que no me importa lo que esté ocurriendo fuera de esta burbuja en la que estamos.

—Me alegra que estés bien —le susurro, besando su coronilla con ternura, mientras me aferro a ella como si mi vida dependiera de eso. No sé qué está pasando, pero tenerla aquí, en mis brazos, es lo único que realmente importa ahora.

Ella sonríe, de manera débil pero sincera, y yo siento como si el peso que estaba llevando en mi pecho se aligerara un poco. Karen se acomoda más, escondiendo su rostro en mi pecho, buscando consuelo en la cercanía de mi corazón.

—Te amo —dice, con su voz suave y cálida, casi inaudible, pero suficiente para que mi corazón se acelere.

—Yo más —le respondo, con sinceridad, sin necesidad de decir nada más. Estamos aquí, juntos, y eso es todo lo que importa ahora.

Nos quedamos en silencio, abrazados, sin palabras, como si el simple hecho de estar así juntos pudiera sanar lo que sea que estemos atravesando. Todo se reduce a este momento, a sentir la calidez del cuerpo de ella contra el mío, a la tranquilidad de saber que está bien, que sigue aquí. Pero esa paz, aunque profunda, no dura demasiado. Entra Marissa en el cuarto en ese instante, su expresión seria, aunque aliviada al ver que Karen está despierta y aparentemente estable. Ella nos observa en silencio por un momento, asegurándose de que estamos bien, y luego se acerca con una ligera preocupación en su rostro.

—¿Cómo están? —pregunta Marissa, su mirada moviéndose entre Karen y yo, sin ocultar del todo su inquietud.

—Estamos bien —respondo, aunque mi tono no puede esconder la preocupación que sigo sintiendo. No entiendo qué ha pasado, pero algo no está bien. Y eso me carcome por dentro, como si estuviera esperando la siguiente sacudida que aún no llega.

(...)

Más tarde, Karen está hablando con sus hermanos en otra habitación, y yo, por mi parte, estoy tratando de asimilar todo lo que Zack me ha dicho. El aroma que detectó en Karen cuando entró a la casa me tiene inquieto. Zack está convencido de que algo extraño está sucediendo, y no puedo culparlo. Si los aromas que él percibió son ciertos, eso quiere decir que hay algo mucho más grande que lo que estamos viviendo ahora. No solo hay vampiros de la guardia principal del clan vampírico en la zona, sino que, al parecer, incluso el propio rey vampiro está involucrado.

Estoy tratando de hacer sentido de todo esto, pero no logro comprender por qué todo esto está ocurriendo. ¿Por qué el rey vampiro ha venido hasta aquí? Si estaba tras su guardiana principal, ¿por qué no la ha llevado directamente con él? ¿Por qué no se la ha llevado a Karen de inmediato? Si había algún interés en ella, ¿por qué no actuó con más rapidez? La situación es aún más confusa cuando pienso en Arturo y Laura, quienes también están involucrados de alguna manera. Agradezco que no se haya llevado a Karen, pero, al mismo tiempo, me siento inquieto y paranoico. Hay algo en todo esto que simplemente no tiene sentido.

—Esto no tiene lógica —le digo a Zack, incapaz de ocultar mi frustración mientras lo miro fijamente. —Si el rey vampiro está involucrado, ¿por qué no se ha llevado a Karen directamente? ¿Por qué entrar hasta nuestra casa si realmente lo que quiere es a ella? Esto no es casual. Algo está pasando, y no puedo entender qué es.

Zack me observa con una expresión grave, y asiente lentamente, como si él mismo estuviera tratando de hacer sentido de todo esto.

—Lo sé. Yo tampoco lo entiendo. Pero si el rey vampiro está aquí, si los vampiros de la guardia principal están involucrados, tenemos que estar preparados para lo que sea que venga. Y no parece que estén aquí por casualidad.

Mis pensamientos se agolpan en mi mente. Si los vampiros están de alguna manera involucrados, eso solo puede significar que nuestra vida está a punto de cambiar de manera drástica. Lo que parece algo trivial ahora, podría convertirse en la mayor amenaza que jamás hayamos enfrentado. No puedo dejar de preguntarme: ¿Por qué Karen? ¿Qué les interesa de ella? La pregunta me consume, pero más que nada, siento un miedo profundo al pensar que no estamos preparados para lo que vendrá.

—Lo que sea que quieran, no vamos a dejar que se la lleven —murmuro, con una determinación que apenas reconozco en mi propia voz. —Karen es nuestra. Y no voy a permitir que nadie la toque, ni mucho menos el rey vampiro.

Zack asiente, sus ojos llenos de resolución. Ambos sabemos que lo que está por venir no será fácil, pero lo enfrentaremos juntos.

La tensión en el aire es palpable. Algo está por suceder, y no sabemos qué, pero estamos a punto de averiguarlo.




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