Mi Alpha Tirano

CAPÍTULO 4

Alexandra

Tener una mañana normal al parecer no es lo mío, al despertar lo primero que noto es que estoy encima de Danton y su aparato reproductor masculino lo tengo clavado en el estómago, super tranquila la mañana. Intento removerme, pero él me toma con fuerza de la cintura para que me quede quieta.

—Quédate quieta —gruñe con los ojos aun cerrados.

—Por favor suéltame —protesto e intento moverme de su cuerpo, pero no me deja escapar.

—No —me lo dijo muy tranquilo acariciando mi espalda, va, que puedo hacer en este caso.

Nota mental: este hombre es un pesado.

¿por qué tiene la polla tan grande? No sé si es que la tiene erecta por estar recién levantado. diosa luna que me suelte no aguanto su aparato reproductor, juro que me va hacer un hueco en el estómago.

—¿Qué? —abrió los ojos y me miró extrañado.

—¿Perdón? —digo confundida.

—Perdonada, sabes así es mi pene no lo tengo erecto desde hace tiempo que estoy despierto, solo disfruto de tiempo contigo. ya se me bajo—Abrí los ojos bien grandes. ¡¿cómo que este lo tiene así al natural?! ¡Madre mía este es un semental!

—Gracias por el alagó —acerca su boca a mi oído y comienza a susurrar con su voz ronca —, sé que te encantara cuando entre en tu coño apretado, hasta que no puedas más...Ni caminar —me giña un ojo, oh por la diosa ya empezó con sus cometarios sucios.

—Por favor suéltame quiero orinar y no creo que te agrade que me orine encima de ti —lo pensó y luego me soltó.

—Bueno está bien, ve, aunque no me importaría que otro tipo de líquido saliera de tu cuerpo y callera en mi boca, y no es exactamente orín en lo que estoy pensando —Cuando me levante antes de dar un paso me dio una nalgada, Así que apresure más mi paso apenada y enrojecida.

Cuando ya hice mis necesidades salí del baño y vi a un Danton mirando lejos. Desvié mi vista hacia su pene y oh por la diosa luna ¡ese monstruo va a romper ese bóxer!

—Por favor Alexandra no trates mal al pobre Danton el segundo —desvió su mirada del techo hacia mi —. ¿Cómo puedes llamar monstruo?

—Ah... ah este —respiré hondo y solté son vergüenza —no tengo la culpa de que lo tengas muy grande—Expande los ojos en sorpresa y me imagino que lo hizo por mi plena honestidad, luego me da una cálida sonrisa.

—No te preocupes que esta "bestia" —señala su miembro —, si entrará en ti, es más, lo sentirás mucho —dice para luego sentarse en la cama, sus músculos se contraen al hacer esta acción y Diosa que si está bueno como dicen.

—¿Una pregunta? —lo mire atenta intrigada.

—Ya la hiciste.

—Otra entonces —lo miré mal.

—está bien. Dime —ladeo la cabeza apoyando sus manos en la cama haciendo más visible a mis ojos esa V marcada que guía hacia el paráis... contrólate.

—¿Cuánto mide eso? —señale a ese gran bulto que sobre salía de su bóxer.

—Muñeca, esto que te puede partir... — se levantó de la cama y se acercó a mí para luego susurrarme al oído— 25 cm erecto, es uno de los dotes de ser el Alpha rey.

No. Puede. ser.

Ya me imagino yo sin poder caminar por horas... Pero qué rayos pienso si no me gusta. Sacudo mi cabeza desechando esos pensamientos.

Puede que no te guste, pero te atraigo —sonríe coqueto, ¿pero este hombre porque tiene que ser tan malditamente sexy? Pero mierda...

Maldita manía de leer mis pensamientos ¿Ahora qué? Se va a volver costumbre leer mis pensamientos a cada rato.

—¿por qué te gusta leer mis pensamientos? —le pregunto con las manos cruzadas.

Lo veo levantarse de la cama y digiriéndose a mí, me tenso en el acto, pero ya está muy cerca como para retroceder.

—Porque me divierte mucho saber qué hay en esa cabeza tuya —deposito un beso corto en mis labios —, y déjame decirte que es muy interesante y no sabes cuánto me pone eso

—Me daré un baño, y no te quiero a ti ni a tu lobo ahí —presione mi dedo índice contra su pecho duro.

—Matt, mi lobo se llama Matt ¿y la tuya?, muñeca

—No me he trasformado aún —digo y veo un rastro de sorpresa en sus ojos.

Se supone que es el Alpha rey, ¿Cómo diantres no se informaron de mi edad?

—Eres menor de edad entonces —mira hacia un punto perdido en la habitación y luego sonríe —, vaya... entonces soy sugar daddy —dice asombrado mientras sonríe por su comentario.

—Si, y tú quedas como pedófilo —me doy la vuelta y entro al baño cerrando la puerta detrás de mí en un azote.


 

****

—Hola rosita —le dije a la ama de llaves cuando entro a la cocina.

Mi estomago ruge por comida, el día de ayer por rebeldía no comí nada más que las pizza y helado, mi estomago me exige comida casera y puede que no sepa cocinar, pero sé que algún día aprenderé, creo que no debí rechazarle la merienda de anoche, pero estoy segura que si la hubiera comido estaría con dolor de estómago.

—Hola mi niña, ¿el joven Alpha va a desayunar con usted? —me pregunta sonriente y animada.

¿Joven de qué? Tal vez de cara, pero él es un completo viejo de edad, lo peor es que dice que es mi sugar daddy, está loco.

—No lo creo, él se está dando un baño ahora —digo regalándole una sonrisa tranquila.

—Entonces ya termino de preparar su desayuno.

Rosita me preparo unos huevos con tocino y jugo de naranja. Yo no dejaba de observar todo a mi alrededor, era hermoso, todas las decoraciones, está casa es muy linda pero lo que tiene de linda lo tiene de millonariamente costosa.

Se nota que Rosita es muy buena. No entiendo cómo puede vivir y trabajar para un hombre tan amargado, bueno, tal vez conmigo no lo ha sido todavía porque soy su mate, pero con los demás no es que sea la persona más amable y buena del mundo, no por algo las personas de las manadas le tienen terror, Rosita es muy buena como para estar al lado de ese hombre.




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