Mi Alpha Tirano

CAPÍTULO 9



Alexandra

—Quería ir a alguno de los balcones de la casa para respirar un poco de aire fresco, pero me perdí —le dije con rapidez.

—¿Segura? —me miró extrañado, reparándome, me tense, pero me relaje y sonreí.

—Puedes escuchar lo que pienso y sabes que yo no estoy mintiendo —toque su brazo y sus ojos fueron disparados hacia esa dirección, acaricie su brazo y me pegue a él para besar su bíceps duro —, el respirar aire fresco me dio sueño, ¿regresamos a la habitación ya?

—Está bien—dudo un poco—, sé que sea lo que sea que hicieras estás en tu derecho ya que todo esto ahora también es tuyo.

—Eso lo sé, lo sé —lo apure por el pasillo—, mejor vamos a dormir.

Regresamos a la habitación y al acostarnos en la cama la rodea mi cintura y funde su cabeza con mi cabello, trago saliva y acaricio su antebrazo para que duerma más rápido, joder, ¿Qué hago aquí? No hace mucho estaba en mi   habitación en casa de mis padres, hablando de cada chisme entretenido con Roxy, mordí mi labio inferior y suspiré para caer en el sueño.




 

*****
 

Caminaba por los pasillos de la mansión sin saber qué diablos hacer en la inmensidad de este lugar, menee mi vestido veraniego de un lado a otro soltando suspiros de aburrimientos, la mayor idea que se me ocurrió fue ir a la oficina de Danton a joderlo un rato, mi sonrisa se expande con esa idea.

Camino hasta su oficina y se me hace raro que no haya ningún guardia alrededor de la entrada así que me hacer con y al momento de querer tocar la puerta escucho como le habla a quien al parecer es el guardia de la entrada de su despacho.

—Tenemos que ejecutarlo —lo dice sin más, me llevo una mano a mis labios aguantando el grito —, iré personalmente así que alista una camioneta y varios guardias que iremos a... —despego mi cara de la puerta y salgo disparada hacia la habitación con temor de este hombre loco.

Me voy a escapar y eso lo tengo claro, me dirijo hacia el armario y me coloco ropa deportiva, salgo de la habitación y troto hacia la entrada tragando saliva, no es sospechoso que quiera correr como ejercicio así que ignoro las miradas de algunos guardias que me topo dentro de la casa y abro la puerta de la entrada y salgo, noto como una camioneta abandona el lugar y yo muerdo mi labio inferior para luego salir de la mansión.

Camino seguro de mí y segura de que las puertas serán abiertas para mi sin ningún problema, y no me equivoque ya que así fue, Sali de ese lugar y emprendí mi camino hacia el bosque, corrí como una loca y ni idea hacia donde iba, solo sabía que quería estar lo más lejos posible de esa mansión, detengo mis pies para tomar aliento, me congelo al sentir unos brazos rodear mi cintura, ¡mierda! Se encendieron mis alertas al oler a muerto.

—Tu eres mía, me perteneces. Eres mi eterna —susurra aquel desconocido en mi oído, mi respiración se descontrola más si es que eso es posible ya que estaba corriendo.

Es un maldito vampiro, ¡¿qué carajos hacia un vampiro en estas zonas?!

—¡suéltame! —me sacudí de sus brazos y mierda que este hombre tenía fuera —¡dije que me soltaras! —comencé a forcejear y a gritar como loca.

Creo que fue mala idea venir al bosque sola.

—No, ¡me perteneces! ¡Eres mi eterna! —me jalaba de modo a qué quería llevarme con él. Mis alarmas se encendieron y patalee mas

—déjame o te golpeare —sacudí mis brazos hacia atrás en busca de golpearlo, me gire para quedar frente a frente con él.

—no creo que lo...—no terminó de hablar porque le pegue una patada en su parte baja—. ¡¿pero qué te pasa?! —mis ojos lo detallaron mejor.

No es nada feo, cabello de un rubio oscuro llamativo, ojos azules oscuro y mirada encantadora, no parece que fuera un asesino chupa sangre, pero lo es, lo que más desagrada es ese olor a muerto.

—¿Por qué dices que soy tuya?, no lo soy —estaba más que confundida, se supone que mi mate es Danton.

—Claro que lo eres, tienes que venir conmigo —se incorpora dándome una mirada dura.

—No, no me iré.

—no hagas las cosas más difíciles.

—te dije que no, ya tengo mate y está claro que no eres tú —sus ojos se tornaron negros con rojos y trague saliva de miedo a morir, mierda me quedare sin saliva muy pronto.

—¡No me puede importar menos! —me da una sonrisa torcida y tomo una postura de ataque así que retrocedí un paso—, te vienes conmigo a las buenas o a las malas.

Se acerco a mí, me agarró del brazo enterrando sus uñas, me paralice ya que fue tan rápido. ¿Un vampiro normal se mueve así? No, los he visto y un vampiro normal no tiene esta habilidad tan abismal. Pataleo lo más que puedo, pero no me suelta para nada, así que empecé a gritar como una loca esperanzada.

De nada un lobo negro gigante le santa encima, de mi garganta brota un grito labios y retrocedo varios pasos, mi cerebro me grita que corra como una maniaca, pero mis pies están sembrados en el piso queriendo que mis ojos se deleiten con tal lucha. Mierda, la cosa estaba muy reñida, los gruñidos del lobo y más los arañazos que recibía solo provocaba terror en mí, el vampiro lanzo a al lobo a un lado cuando el gran lobo arranco un pedazo de su brazo, las patas derraparon contra el suelo de tierra con una perfecta caída de pie, el vampiro se giró y me sonrió para luego regresar su mirada a él gran lobo —Danton —y comenzar a mover sus labios.

—Me imagino que ella es tu mate— sonrió con burla provocando un gruñido de Danton—, pero sabes es mi eterna. Sino me la llevo algunos de estos días tendrás guerra.

El vampiro desapareció dejando una ráfaga pequeña de polvo a su paso, el lobo gruño y se acercó a mí a paso lento, mierda esto me trae al déjà vu del día en que nos conocimos, la diferencia era que estaba vez no me salto encima sino sé que agacho frente a mi dándome a entender que quería que me subiera a su espalda.




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