CAPÍTULO 14

Alexandra

Hoy Roxy me diría que idea loca le cruza por la mente, toda la mañana intente esconder el nerviosismo, muchas idea y teorías raras vagan por mi mente, pero intente no pensar mucho en esas locuras que me rondaban, estaba a punto de salir de la habitación cuando una de las mejores vistas me detiene; Danton saliendo del baño provoco que me quedara estática mirándolo por un buen rato.

se veía sexy, solo de ver como gotas de agua recorrían por todo su cuerpo tonificado y esbelto, y ese pelo negro desordenado y mojado... Este hombre es malditamente sexy.

—Se te sale la baba, amor, límpiate— espabile saliendo de mi trance.

—¿Quién te ha dicho que te miraba a ti...  ¿yo mirándote? ufff estás loco— alzó una ceja, comenzó a reírse de mí.

Es un idiota... ¡¿por qué tiene que estar tan bueno?! con esas nalgas que provocan mor..

—No le hagas nada a mi trasero —enrojecí de la vergüenza —mi trasero no tiene la culpa de tus instintos de ninfómana.

—¡Oh por la diosa! ¿cuándo te vas a cansar de leer mi mente?, te juro que no te aguanto.

—Sabes yo no aguanto que tengas esa ropa en vez estar desnuda mientras te follo.

—Oh no —dije, cuando vi que se empezó acercar peligrosamente a mí.

—Sabes... deberías ponerte otra cosa yo soy el único que te puede ver, los demás...si eso permito nada más verán tu cara —Este loco, es un celopata maniático. Ya estaba bloqueándome el paso.

—Te ganaste el premio al hombre más celoso —rodé los ojos—, por favor quítate que tengo que irme ya.

—No si yo lo permito —me agarra de la cintura y me pega a él mientras se ríe burlón.

—Oye, me prometiste no molestarme y dejarme salir, tienes que cumplir lo prometido.

—Mañana quiero que pasemos todo el día juntos —antes de que me dejara salir me beso y me apretó el trasero.

Se quito del medio y me dio permiso para que saliera.

Pensé salir a tomar un taxi, la idea era no tener ningún escolta revoloteando a mi alrededor. Iba tan distraída que no me fije cuando un hombre se me acercó.

—Señorita, el señor nos dio órdenes de llevarla.

Pienso en las posibilidades de liberarme de este hombre, pero ninguna se vuelve efectiva en mi cabeza ya que termina con una Danton enojado buscándome por todos lados, al fin y al cabo, no tengo más opciones así que decidí aceptar.

Al llegar al dichoso lugar de encuentro mis ojos escanean todo el lugar en busca de mi intrépida amiga, al dar con ella le sonrió viendo como levanta su mano derecha haciendo movimientos para que me acerque, al llegar a su mesa me siento y como mis dedos en la mesa haciendo un típico ruido de desespero.

—¿y? —le pregunte y me sonrió con complicidad, la diferencia es que no sabía todavía cuál era su "maravilloso" plan.